Final Week
Con esto finalizo este camino para empezar uno nuevo. Quizás no sea el momento más correcto para terminar, pero me siento cansado y necesito descansar. Cabe recalcar que disfruté cada semana escribiendo sobre cómo me sentía y las diferentes emociones que me acompañaron. Ya fueran agradables o desagradables, al final solo era yo en un día más. Algo que comprendí es que la vida duele, y quizás ahora eso no cambie el hecho de sentirme vacío o de que la vida me lastime. Tampoco sé si cambiará mi estado de ánimo, el sentir odio y decir tantas cosas sin pensar.
No tengo respeto por quien no lo merece. Al final del día, sigo siendo yo: solitario, sin respeto por mí mismo, odiándome y sintiendo que nadie me respeta. Así que, si no me respetas, yo tampoco te respetaré. Maldita sea, no me siento bien. Solo quiero dormir y olvidar que mi tiempo ya acabó aquí. Comprender que esa chica no debe estar conmigo… o al menos eso creo. Pero esta vez, no me quedaré de brazos cruzados.
No sé cómo me siento hoy. Es raro, como si algo malo fuera a pasar, como si alguien me vigilara o me siguiera. Me duele la cabeza y sé con certeza que mi mente no está bien. Podría hablar mucho sobre lo que está pasando, pero ahora mismo deseo ocultarlo. Ya no sé qué hacer: si cumplir el trato o acabar en silencio, sin previo aviso.
Y ¿sabes qué? Hoy dejo las responsabilidades y voy donde la mujer que me salvó la vida. Porque, en verdad, al diablo la responsabilidad. Prefiero el abrazo de mi madre para saber que estaré bien, que a pesar de todo ella estará ahí, presente. Que nunca me dejará y que siempre será el pilar fundamental en mi vida.
Necesito pensar un poco, alinear mi mente. No me siento capaz de mantenerme cuerdo, al menos no hoy. Por eso empaco mis maletas y emprendo el viaje hacia el lugar donde crecí, para así sentirme en casa y comprender cómo debo actuar. Hoy regreso a mis raíces, al niño que fui, para recuperar las memorias de antaño.