Elliot
🎸
La música... es libertad.
Es la mismísima libertad empoderada, es la voz que grita y se hace escuchar, se abre paso en cualquier parte de nuestro ser.
Cada nota, cada acorde... y la voz. ¡Es la personificación de la vida! La música son nuestros pensamientos y sentimientos sin máscaras y sin filtros.
Es así como yo lo veo.
Rasgué las cuerdas y dejé que fuera su ruido el que hipnotizara mis sentidos. El murmullo de voces afines cantando la misma estrofa. Cuando cantaba, me convertía en otra persona. La persona real. La persona buena. No la versión que cerraba con llave y puertas de hierro sus sentimientos. No aquella persona fingida que tenía que sacar para atraer a los patrocinadores y para atraer al público. No la persona superficial, sino yo.
¡Qué expresión tan ambigua!
Al cantar, es como si conectara con la gente, mi única forma de hablar sincera. Mi Yo Real. Y seguro que la gente tiene muchas preguntas sobre Su Yo Real. Por mi parte, pienso que nadie es bueno del todo ni malo del todo. Las personas son como los colores, con matices diversos; y aunque parecidos, muy distintos.
Eso de ser especial o no serlo... pues, simplemente no existe un punto intermedio. Y siempre lo veremos de ángulos diferentes. Yo no me considero especial, pero una cantidad de personas deben pensar lo contrario. Todo está en la forma en que veamos las cosas. Por cuestiones de gravedad, podemos ver todo de “forma normal”. ¿Pero qué es la normalidad? Bah, la normalidad también está sobrevalorada. Si estamos guindados de cabeza, naturalmente, las vistas serán diferentes a las acostumbradas.
Nadie ha sido moldeado de la misma forma. Todos hemos pasado por situaciones que nos marcan y trazan nuestro rumbo, nuestra persona y forma de ser.
Es como una huella en el alma.
Que nos hace pensar de una manera que no compagina con la de la otra persona.
Eso es la variedad.
No creo en almas gemelas.
Pero sí creo en lo complejo. Porque a veces, el camino que te lleva a la felicidad, no es el más práctico o el más bonito, sino el más escabroso. Y se tiene que esforzar para conseguirlo.