Capítulo 3 ¿Qué hacemos?

*En el bosque*

Quedé inmóvil al ver cómo mi amigo Bruce desaparecía de pronto bajo aquella luz extraña. Lo más inquietante era que en su mano sostenía la piedra encantada. ¿Por qué brilló solo con él y no con nosotros? Los demás debían saberlo.

Corrí de regreso a donde las carpas descansaban junto al lago. Al llegar, Alan y Erick me observaron frunciendo el ceño, notando mi agitación mientras me apoyaba en las rodillas para recuperar el aliento. Alan estaba sentado en un tronco, justo frente a la fogata apagada, jugando con unas ramas. Erick, en cambio, se encontraba recostado contra un árbol con un cuchillo en la mano, seguramente después de practicar aquel juego suyo de lanzarlo contra los troncos.

—Uff... chicos... esperen... —dije entrecortado, dejándome caer en el tronco junto a Alan—. Lo que quería decirles es que vi a Bruce desaparecer entre la niebla... y tenía la piedra entre sus manos. — Erick se incorporó de inmediato, los ojos abiertos como platos, y se acercó para sentarse frente a mí. Alan apenas levantó la mirada un segundo antes de volver a juguetear con los palos, como si lo que contaba no tuviera importancia. A veces podía ser realmente extraño. -Sí, chicos, eso fue lo que pasó. No sé a dónde fue, y me preocupa que... —No terminé la frase, porque en ese instante apareció Nataly corriendo con un conejo entre los brazos y una sonrisa en los labios.

—Hola chicos, miren la hermosura que encontré en... —se interrumpe cuando ve nuestros rostros entre preocupados y confundidos— Oigan, ¿qué pasa? ¿por qué esas caras? ¿paso algo? —se sienta en otro tronco a lado de la fogata y ahora nos mira preocupados— Oigan, hablen. Me tienen preocupada y es más... ¿dónde esta Bruce? -mira de un lado a otro buscándolo.

—Nataly, la verdad Bruce se lo llevo una niebla. Mejor dicho, se lo llevo aquella piedra. No sabemos a donde fue y si va a volver. Pero tranquila buscaremos la forma de... —no termino porque Nataly se levanta sobre exaltada y empieza a caminar de un lado a otro preocupada— Oye Nat, tranquilízate. Haremos lo posible de encontrarlo, somos un equipo y no nos rendimos tan fácil... —me levanto para acercarme a ella y tratar de tranquilizarla, pero me aparta el brazo un poco exaltada.

—No Steve, no puedo calmarme. Bruce se fue y no sabemos a dónde, ¿y si le paso algo? ¿y si alguien lo mata? Tengo mucho miedo de lo que pueda pasarle, no sé qué haría sin él. Es que lo amo... —veo que al decir esas palabras empieza a caer por sus mejillas unas cuantas lágrimas. Intento acercarme a ella para consolarla y que no me aparte esta vez, que para mi suerte no lo hace. Deja caer su rostro en mi hombro mientras llora y le toco su cabello tratando de calmarla.

—Tranquila, todo va a estar bien. Se que lo quieres mucho y yo también, es mi amigo, siempre me ha apoyado en todo. Pero tenemos que tranquilizarnos, si nos estresamos no vamos a llegar a ningún lado. Respira profundo... —le sigo tocando el cabello consolándola y ella hace lo que le digo, intenta respirar profundo para calmarse.

—Aah... Gracias Steve por tu apoyo, pero igual estoy muy preocupada—. se aparta de mi con cuidado y sorbe de la nariz— Igual se que entre todos podremos encontrarlo, necesitamos respuestas de porque esa piedra se lo llevo solo a el —me mira ahora decidida, asiento para mirarla a ella y luego mirar a mis otros dos amigos que me observan atentos.

***

De estar tanto tiempo sentados en esos troncos de árbol discutiendo de como haremos para encontrar a Bruce, por fin decidimos recorrer este bosque y encontrar alguna pista que nos diga algo sobre la desaparición de nuestro amigo. Cada uno tomo un camino para ir busca de aquellas respuestas a nuestras preguntas. En estos momentos estoy caminando por un puente sobre un rio que me lleva a otra parte del bosque donde veo que hay una pequeña cascada y cuando me acerco, escucho que vienen varios pájaros asomarse entre las ramas de los arboles cantando, lo cual sonrió porque es lindo ver como vuelan entre ellos formando figuras y con ese sonido que hacen parece música para mis oídos. Cuando me acerco un poco más al rio de la cascada para observar más de cerca a los pájaros, de repente se asoma un halcón arriba de ellos y los espanta. Lo más curioso es que a mí no me asusto, porque luego se me quedo mirando a los ojos como si quisiera decirme algo, como si sintiera lo que el siente. Es demasiado curioso como no me hace nada y se va por donde vino. No se, pero sentí algo con ese Halcón, como si me leyera el alma...

***

Después de varias horas estar buscando pistas sobre lo que le paso a nuestro amigo y yo me perdiera un poco en lo que me hizo sentir ese halcón, volvimos a reencontrarnos donde están las carpas y la fogata. Sin embargo, no encontramos nada y estamos tan cansados de buscar que Erick empezó a golpear con un pie un árbol y a tirar cuchillos, así calma su enojo. Alan sentado en el césped contando ramas de árbol para intentar calmarse, Nataly sentada en un tronco acariciando el conejo que encontró llorando otra vez y yo estoy parado a lado del lago que está en frente de las carpas con las manos en los bolsillos de los pantalones suspirando y pensando a donde podría haber ido Bruce.

Cuando me doy la vuelta para regresar a donde están Nataly y Alan, veo que Erick hace lo mismo pero el sigue frustrado echando humo por la boca y para mi suerte no me cayó la piedra que tiro hacia donde estaba yo y está por fin termino por caerse al lago.

—Argh, chicos ya no puedo más. Me tiene loco no saber a donde se fue Bruce y nos dejo tirados sin ninguna pista, sin la piedra. Aaaaaaaaah... — pega un grito desesperado agarrándose de los pelos, luego se calma y se sienta en un tronco. Con razón Erick practica boxeo, tiene unos problemas de rabia realmente serios. Hasta me da miedo que me pegue en algún punto.

—Relájate hermano, solo busca tu paz interior— frunzo el ceño mirando desconcertado a Alan, ya que este une sus dos manos y está sentado en el tronco con las piernas cruzadas, mostrando una pose de yoga. No puedo creer que este loco sea mi amigo, como puede estar tan calmado en una situación así.