La Vida Que Yo EsperÉ

LA ESPERADA REUNIÓN

Emily pega un grito de alegrita, el cual hace que sus padres se asomen a la sala. Cuando Jaime, y les dice:

— Muchachas, ¿pasa algo?

Emily y Salomé le responden al mismo tiempo:

— No es nada.

De inmediato, los padres de Emily vuelven a entrarse. Cuando Salomé le dice a su amiga:

— ¿Y dejaste muchos novios allá en España?

— Tuve uno, pero ya nos dejamos, porque no quería que yo me regresara a Colombia, y peleamos por eso.

Salomé comienza a notar en el rostro de Emily, que su amiga esconde algo cuando habla de España, y le expresa:

— ¿Quieres contarme algo más de tu viaje? Mira que tenemos que desatrasarnos.

— Clara.

En ese momento, Emily le cuenta toda su experiencia en los viajes por Madrid y diferentes ciudades de España.

Una hora después, Salomé vuelve a su casa y entra en la habitación de su tía, y se cerciora que esta dormida. Cuando escucha:

— No apagues el bombillo.

— Tía, me asustaste, pensaba que estabas dormida.

— Estaba esperando que entraras a casa... ¿y como están los vecinos?

— No sé, siento a Emily como extraña.

— ¿Extraña en que forma?

— Esconde algo, eso se nota.

— ¿Ahora vas hacer de investigadora de tu amiga? Mejor vete a dormir.

— Bueno.

— Ah, espera Salomé, no se te olvide que estoy muy ansiosa de conocer a ese muchacho.

— Si.

— Aprovecha que mañana es sábado para que me lo presente.

— Bueno tía, descansa.

El día siguiente, mientras Liliana se va a trabajar, Salomé se queda haciendo los oficios de la casa y luego estudia para un parcial. Para el lunes.

En ese momento, Jorge le manda un mensaje por WhatsApp, diciéndole que la quiere mucho.

Salomé ve el mensaje y se dispone a contestarle. Cuando Emily toca a la puerta.

Salomé abre la puerta. Cuando Emily le dice:

— Hola Salomé.

— Hola.

— Perdona por venir tan temprano, pero vi que tu tía se fue a trabajar y proveché para contarte algo...

Salomé cierra la puerta y se asusta un poco, y le pregunta a su amiga:

— ¿Es algo malo?

— Si, es sobre mi padre, ayer no pude decirte nada porque estaban cerca de nosotras.

— Yo sabía que guardabas algo, tu rostro me lo decía todo.

Emily se come las uñas de su mano derecha de tantos nervios que le dan, y le dice a Salome:

— No sé por dónde empezar.

Salomé le quita la mano de la boca a Emily y la sienta el sofá de la sala, diciendo:

— Habla Emily, por qué se vinieron de España si estaban muy bien.

— Como ya sabes, mi padre se consiguió un trabajo en un bar donde él era el barman... todo iba bien, porque también mi mamá consiguió trabajo de cajera en un lujoso restaurante de Madrid, pero bueno, ese no es el caso... una noche mi padre está repartiendo y mezclando bebidas por doquier. Cuando un hombre que estaba al otro lado de la barra, cae muerto repentinamente. Y culpan a mi padre de haberlo envenenado, y se lo llevan a la cárcel.

Sorprendida, Salome le dice a Emily:

— Terrible... ¿pero cómo hizo tu padre para salir de la cárcel?

— Lo soltaron cuando investigaron que la bebida que le dio mi padre al señor, no tenía nada.

— Qué bueno.

— No tan bueno Salomé, la familia de ese señor no cree nada de lo que dice la policía, y amenazo a mi padre... si supieras como estábamos de triste por eso.

— Los entiendo, por eso se vinieron de España.

— Si.

Salomé coge las manos de Emily, y le expresa:

— Tú sabes que cuentas conmigo para todo lo que necesites.

— Gracias Salomé.

En ese instante, Emily y Salomé se abrazan. Cuando Jorge la llama por el WhatsApp.

Salomé coge el teléfono, pero no le contesta a Jorge. Cuando Emily le dice:

— Contéstale amiga.

— Ahora yo le devuelvo la llamada.

— Contesta Salomé, ya me voy para la casa, tengo que empezar a retomar mi carrera universitaria.

— Bueno, después seguimos hablando.

— Claro que sí.

Emily se va de la casa de Salomé. Cuando Salomé le devuelve la llamada a Jorge, diciéndole:

— Hola, perdona por no contestarte ahora, es que estaba atendiendo a mi mejor amiga.

— Entiendo, no sabía que Claudia iba hasta allá.

— No es ella, es una amiga del barrio que llego de España.

— Ah.

— ¿Y para que soy buena?

— Para alegrarme la vida al escucharte, al verte y al besarte, sabes que no pude dormir después de ese gran beso.

Salomé se sonroja, y dice:

— Si.

— ¿No te paso lo mismo?

— Si.

— Quiero verte hoy.

— Claro, en eso habíamos quedado anoche, mi tía quiere conocerte.

— Te confieso que estoy un poco asustado, siento que tu tía me va a rechazar.

— No digas eso, veras que ella te va aceptar.

— Eso espero.

— Entonces te espero a las 7:00 pm.

— Bueno.

7:10 pm, Jorge llega a casa de Salomé, y antes de bajarse de la moto la llama por el teléfono, diciéndole:

— Hola, ya estoy aquí.

Varios vecinos quedan viendo a Jorge bajarse de su moto. Cuando Salomé abre la puerta, y le dice:

— No te quedes ahí parado, ¡entra!

Jorge le da un beso a Salomé, y le expresa:

— No sé qué voy hacer con todos estos nervios que tengo.

— Cálmate y entremos, mi tía misma ha preparado la cena.

En ese momento, Salomé coge de la mano a Jorge y lo lleva a la sala. Donde esta Liliana de espalda organizando el comedor.

Salomé le dice a Liliana:

— Tía, te presento a Jorge.

Liliana se da vuelta. Cuando Jorge le da la mano, diciéndole:

— Hola, mi nombre es Jorge García Martínez.

Liliana detalla en unos segundos a Jorge al darle la mano, y le dice:

— Mucho gusto muchacho, Liliana Sierra Castillo.

Jorge mira de reojo toda la casa, y le expresa a Liliana:




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