Mientras cinco niños juegan a la pelota en la calle, Salomé acaricia la espalda de su novio, y luego le da un beso, diciéndole:
— Gracias por entenderme.
— Tengo todo el tiempo del mundo para esperarte. Y como dices, tenemos que salir adelante con nuestras carreras... bueno, nos vemos.
— Chao.
En ese instante, Jorge se va del barrio. Cuando le cae un balón de futbol en la cabeza a Salomé. Y cae aparatosamente al suelo.
De inmediato, los niños y varios vecinos que estaban alrededor, van y levantan a Salomé. Cuando esta reacciona, y dice:
— Estoy bien.
Liliana abre la puerta y al ver varias personas con Salomé, se desespera, y dice:
— ¿Qué te paso Salomé?
Florentino, el vecino del frente le dice a Liliana:
— Estos muchachos la golpearon con ese balón.
De inmediato, todos los niños se disculpan con Liliana y se van corriendo. Cuando Salomé se levanta, y les dice a todos:
— Estoy bien, estoy bien... gracias vecinos.
Florentino toca la cabeza de Salomé, y le dice a Liliana:
— Esta muchacha es tan fuerte como tú, que Dios la cuide.
Liliana coge de la mano izquierda a Salomé, y le expresa a Florentino y a dos vecinos más:
— Son ustedes muy atentos, gracias por socorrer a Salomé.
Laura le contesta a Liliana Salomé:
— Ustedes son como familiares para nosotros, cualquier cosa que suceda no duden en llamarnos... bueno, yo los dejo.
De inmediato, Salomé y Liliana se despiden de todos y entran en la casa.
Liliana coge la cabeza de Salomé y revisa si tiene algún golpe, pero Salomé le dice:
— Estoy bien, gracias a Dios que al caer al suelo no fue tan fuerte el golpe en la cabeza.
— Me lleve un susto grande, no sé porque juegan acá si tienen una cancha para eso.
— Son niños tía, esto le pudo haber pasado a cualquiera.
Liliana se sienta en una silla del comedor. Y le ve la blusa mal abotonada a Salomé, y le expresa:
— ¿Qué estuviste haciendo antes de venir a la casa?
— Ya sabes, Sali a pasear con Jorge.
— ¿Solo eso?
— Si.
— ¿Y por qué tienes la blusa así?...
Salomé se mira la blusa. Y luego se sienta, y le confiesa a su tía:
— Bueno... si soy sincera, pues casi pasa algo.
— ¡Salomé!
— Espera tía, no te alarmes, yo tengo bien claro cuál es mi prioridad.
Liliana pone sus manos en su cabeza, y le expresa a Salomé:
— Eso espero.
— Yo me voy a casar cuando haya terminado la carrera, la cual ejerceré y te sacaré de esta casa. Para llevarte conmigo a una más grande.
— ¿Más grande que estas?
— Más grande.
— Que Dios te oiga.
— Dios me cumplirá lo que le estoy pidiendo...
Cinco años después, Barrio Rosales, Liliana se encuentra cuidando a su nieto. Y juega con él, mientras ve un cuadro de Jorge y Salomé cuando estaban recién casados.
En su día de descanso, Liliana le prepara el tetero al niño y antes de dársele, echa un poco de leche en su mano. Para comprobar que el tetero este bien de temperatura.
En ese instante, Liliana le da el tetero a Miguel, y le canta una tierna canción, la cual hace que el niño se emocione dando patadas, mientras come.
Autocar, centro de la ciudad, Salomé se estrena como la nueva gerente de esa empresa, ante su jefe, esposo y compañeros. Y aplauden por su ascenso.
En ese momento, Jorge abraza a su esposa, y les dice a todos:
— ¡Miren! Tengo la esposa más inteligente del mundo.
Salomé se apena un poco, mientras su jefe y demás compañeros la felicitan.
Una hora después, Salomé y Jorge aprovechan que Anderson su jefe, se fue para Medellín y se montan en uno de sus vehículos, y van a un restaurante que queda cerca de la empresa.
En ese momento, Jorge besa la mano de Salomé y la mira fijamente, diciéndole:
— Amor, estoy muy orgulloso de tenerte, de que me hayas hecho papá de ese hermoso niño... no me cambio por nadie.
— ¿No estas enojado conmigo?
— ¿Por qué?
— Como querías ese cargo de gerente...
— No mi vida, cualquiera de los dos que quedara, iba ser lo mismo, de todas maneras, yo también quede con un buen cargo, y podremos manejar esa empresa los dos... es una responsabilidad muy grande la que nos ha dado Anderson, pero lo lograremos.
— Si, ¿qué vamos a pedir?
— Salomé, no te apresures, deja que Cindy se encargue de todo, porque nosotros estamos de celebración.
Salomé saca su teléfono, y le expresa a Jorge:
— Es que quiero le quería recordar algo de un cliente.
— Está bien llama.
En ese momento en que Salomé llama a su secretaria, el mesero le dice a Jorge:
— Buenas, el día de hoy tenemos un menú muy variado con una comida especial.
Jorge mira la carta, y luego le pregunta al mesero:
— ¿Cuál es la especial?
— Langosta.
— Entonces traiga para los dos; langosta.
— Señor, ¿y que le traigo de tomar?
— Lo mejor que tenga.
Salomé termina de hablar con su secretaria, y le dice a Jorge:
— Cindy es muy linda.
— ¿Por qué?
— Dijo que ella se iba a ocupar de todo y que nos fuéramos a celebrar, si eso era lo que queríamos.
— Ah, bueno, tu propia secretaria te manda a celebrar, es que te has ganado esa gerencia a pulso.
— Mi gran motivación es Miguel... espero que no le siga dando tantos problemas a mi tía.
— No te preocupes por eso.
— Lo hago porque veo un poco cansada a mi tía, y he decidido ahora con mi nueva posición, contratar a una persona. Para que se encargue de Miguel.
— Está bien, yo no lo veo necesario, pero es tu decisión y la respeto... Miguel nos tiene muy contentos, espero que salga así de guapo como el papá.
Salomé se sonríe un poco. Cuando el mesero les trae los dos platos de langosta, mientras va por el vino especial.
Editado: 23.03.2023