La Vida Que Yo EsperÉ

UN VERDADERO PARAISO

Después de unos minutos, Jorge se queda en la playa con el niño, mientras Salomé y Liliana nadan en la orilla por varios minutos.

Jorge juega con su hijo. Cuando recibe una llamada de Marcos, quien le dice:

— Hola Jorge, ¿ya estás en San Andrés?

— Hola Marcos, si, ya estamos disfrutando de este paraíso, gracias por esta grandiosa invitación.

— Tranquilo Jorge, gózate todo, nos vemos el martes.

— Bueno, así quedamos.

En ese instante, Jorge pone su celular a un lado y sigue jugando con su hijo. Cuando Salomé sale del agua. Dejando a Liliana nadando junto a varias personas.

Salomé se sienta al lado de su esposo e hijo, y le dice a Jorge:

— ¿Con quién estabas hablando?

— "Hablaba con mi otra mujer"

Salomé se sonríe y le pega en el hombro derecho a su esposo. Cuando este le dice:

— Es mentira, hablaba con Marcos.

— Pásame al niño.

Jorge se ríe de Salomé, y le dice:

— ¿Te has puesto enojada conmigo?

— No.

Jorge se levanta y le da el niño a Salomé, y luego le da un beso. Cuando esta le dice:

— ¿Y para que te llamaba Marcos?

— Solo se cercioraba que estuviéramos acá.

— Pero qué jefe te has ganado.

— No te quejes Salomé, Anderson también es un buen sujeto.

— Si, pero ya dejemos de hablar y vamos acompañar a mi tía.

— ¿Vas a meter al niño al agua?

— Si, pero solo en la orilla.

En ese momento, Salomé y Jorge llevan a Miguel, hasta la orilla del mar y bañan en ese lugar.

8:21 pm, sentados frente al mar y disfrutando de una bebida típica de San Andrés, Salomé le dice a Jorge:

— Tenía tiempo que no me sentía tan...

— Tan liberada.

— Si, se siente bueno.

Jorge toma un poco de su coco loco, y abraza a su esposa, diciéndole:

— Soy un hombre feliz.

— ¿Por qué?

— Porque tengo una familia esplendida, que me ama como yo los amos.

— Jorge, yo siempre te voy amar.

Segundos después, Salomé y Jorge entran con gran desespero en su habitación. Y se besan con mucha pasión, y terminan haciendo el amor.

En la mañana siguiente, Salomé y los demás se van de compras y recorren todo el centro de San Andrés.

Liliana está muy contenta con el paseo y con los regalos que le dio su sobrina, que dice:

— Yo estoy avergonzada con ustedes dos.

Al mismo tiempo, Salomé y Jorge le dicen a Liliana:

— ¿Por qué?

— Tengo tiempo que no trabajo y ustedes están pagando todo.

En seguida, Salomé le expresa a Liliana:

— Hay tía, no te preocupes por eso.

Jorge se sonríe y siguen comprando ropa en el almacén Body Perfect.

Salomé pone a caminar a Miguel por el almacén, y le dice a Jorge y a su tía:

— Ahora dejamos esto en el hotel y luego nos vamos al acuario y también a visitar la isla de Jonny cay, entre otras cosas, hay tantas cosas que hacer que no nos va a quedar tiempo.

Jorge se mide una camisa blanca, y dice:

— Antes de ir a Jonny cay, vamos a comer algo.

Salomé se pone de acuerdo con Jorge y sigue enseñándole a caminar a Miguel.

Liliana se sonríe al ver al niño intentando dar unos pasos, y le expresa a su sobrina:

— Ahora que los veo así, me acuerdo cuando eras pequeña y tus padres estaban en la misma... caminaste al año y medio.

Salomé se queda callada y ve a Miguel, y se acuerda de una foto que tiene de sus padres. Cuando Liliana toca su hombro derecho, y le dice:

— Perdona hija.

Mientras Jorge paga la camisa que escogió, Salomé le responde a Liliana:

— No te preocupes tía, yo hace tiempo supere la ausencia de mis padres.

En ese instante, Jorge les dice a las dos:

— Fue tanto el afán de venir a comprar algo, que se nos olvidó comer en un buen restaurante.

Liliana le dice a Jorge:

— Cualquier restaurante es bueno para mí.

Salomé se sonríe y les dice:

— Entonces vayamos a comer y luego a divertirnos.

Restaurante Olas del Mar, entre un menú de pargo, caracoles, langosta, camarones, cangrejo, truchas y pulpo, Salomé y los demás escogen comer langosta.

Todos disfrutan de uno de los platos típicos de San Andrés. Cuando Jorge ve como un turista italiano no le quita la mirada a su esposa.

Jorge se incomoda un poco, y le expresa a Salomé:

— ¿Conoces a ese sujeto?

Salomé deja de comer su langosta y mira a Jorge, le dice:

— ¿A quién te refieres?

— A ese que esta allá, no para de mirarte.

Liliana y Salomé lo miran y después se ríen de Jorge, quien les dice:

— No encuentro la gracia.

Salomé coge las manos de su esposo, y le expresa:

— Amor, como yo voy a conocer a esa persona, a simple vista se ve que no es colombiano.

— Es que no te quita la mirada de encima.

Liliana le dice a Jorge:

— Pues déjalo y sigamos comiendo, siéntete orgulloso de tener una esposa tan linda como lo es Salomé, y deja los celos.

Salomé le dice a Liliana:

— Gracias tía, pero yo me creo una mujer común y corriente, la cual espera que su esposo confié ella.

Jorge le da un beso a Salomé, y luego le expresa:

— Bueno, terminemos con esto. Para que vayamos al acuario...

Minutos más tarde, Salomé experimenta nadar junto a los peces en el acuario. Y se asombra de ver tanta belleza junta.

Liliana sostiene una raya en sus manos y luego la suelta, y se sumerge para ver el mismo paraíso que está viendo Salomé.

Liliana sale del agua y cuida del niño, diciéndole a Jorge:

— Eso allá bajo es un verdadero paraíso.

— Ya lo creo.

De inmediato, Jorge se arregla sus gafas para buceo y se tira con todo al acuario.

Salomé sale a la superficie, y al ver a Jorge le dice:

— Ven a este lado.

Jorge nada a donde esta Salomé, y le dice:




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