Con otra agobiante preocupación en sus vidas, Salomé y Jorge se quedan sentados en la cama. Y buscan una posible solución...
Tres meses después, un funcionario del banco de Occidente llega a la casa de Salomé. Y toca el timbre en repetidas ocasiones. Cuando Félix le dice:
— La casa está sola.
— Gracias.
De inmediato, el funcionario se sube a su vehículo y se va del lugar. Cuando Salomé y Jorge dejan de esconderse y miran varias veces por la ventana.
Salomé mira a su esposo, y le dice:
— Ese funcionario no se va a cansar de venir o de llamar por teléfono, esta tarde yo voy a ir al banco para que nos den más tiempo.
— No, déjame yo hago eso.
— ¿Estás seguro de convencerlos?
— Si.
— Bueno.
Horas más tarde, Salomé sé que en la casa como había a cordado con Jorge. Y ver que Miguel se duerme, va a la sala y enciende la televisión en cualquier canal para no seguir pensando en la deuda de la casa.
Luego de unos minutos, Salomé coge su teléfono y le marca a su esposo. Cuando ve a alguien rondando el frente de la casa, y cuelga el teléfono.
De inmediato, Salomé se levanta del sofá y mira por la ventana que alguien está en el medidor del gas. Y abre la puerta, y le dice:
— Señor, ¿qué hace?
— Pues lo que ve, cortándole el servicio.
— No, espere un momento, mi esposo ya pago la factura.
— No señora, aquí me aparecen dos facturas sin cancelar.
— Espere un momento señor, voy a buscar mis recibos...
En ese instante, Salomé entra a la casa y busca todos los recibos del gas en un nochero de su habitación, diciendo en voz baja:
— Yo no puedo creer que Jorge no haya pagado eso...
Salomé revisa todas las facturas cuidadosamente, y definitivamente se cerciora que faltan dos. Y sale al andén, y le dice al señor:
— Cumpla con su trabajo.
— Bueno.
11:04 am, con un genio terrible, Jorge entra a la casa y cuando ve a su esposa saliendo de la cocina, le dice:
— El banco nos va a dar un plazo.
Salomé apaga la estufa eléctrica, y le responde:
— Qué bueno... te veo de mal genio, ¿te paso algo en la calle?
— Estoy así, porque de solo pensar que el plazo que nos dieron hoy. De nada nos va a servir si no tenemos trabajo.
Salomé se acerca a Jorge y coge todos los recibos del gas en la mesa, y le dice:
— Nos cortaron el gas, ¿qué paso con el dinero de este servicio?
Jorge le da la espalda a Salomé. Y luego la mira, diciendo:
— El dinero se lo di a mi padre...
— ¿Por qué?
Jorge se enfada con Salomé, y le dice:
— ¡LE DI EL DINERO A MI PADRE PORQUE LO NECESITABA!
— No tienes por qué alzar la voz, no soy sorda Jorge yo puedo entender que lo hayas hecho por ayudar, pero modérate, no quiero que despiertes al niño.
— Que vas a entender si tú no tienes padres...
En ese instante, Salomé siente un vacío en su corazón y se va a su habitación.
En seguida, Jorge abre la puerta y se va de la casa. Y camina hasta llegar a una cancha de microfutbol que hay en el barrio.
Jorge se sienta en la gradería a ver a varios muchachos jugar. Y se olvida por unos minutos del alegato que tuvo con su esposa.
En la casa, Salomé coge dos cuadros que tiene en su repisa, los cuales tienen las fotos de sus padres y de su tía. Y se pone a llorar.
Una hora después, Jorge vuelve a la casa y va a la cocina en busca de comida. Cuando ve a Salomé en la habitación boca abajo en la cama. Y decide acercarse a ella, y le dice:
— ¡Lo siento!
Salomé se da vuelta, y le expresa:
— ¿Eres tú en realidad?
— ¿De qué hablas Salomé?... claro que soy yo, me estoy disculpando por lo de ahora.
— Nunca me habías gritado y nunca me habías herido el corazón como lo hiciste hoy, te convertiste en otra persona distinta a la que me case... me aterra pensar que todo esto que estamos viviendo te vuelva peor de lo que estas.
— Salomé, yo solo le hice un favor a mi papá, uno no sabe si el día de mañana tengamos que ir a vivir donde ellos.
— Es que yo no te estoy diciendo que no hagas favores, tu bien sabes que a mí me encanta hacerlos, lo que yo digo es que tenemos que comunicarnos antes de tomar decisiones.
Jorge ve los cuadros de los padres de Salomé y el de Liliana en la cama, y dice:
— Bueno... yo voy a buscar la manera de pagar ese gas.
— ¿Cómo? No tenemos como cubrir ese servicio, porque tenemos el dinero de los otros servicios y no podemos descompletar esos pagos.
— De cualquier manera, pero lo voy hacer, aquí lo importante es que me perdones, nunca debí decirte eso...
— Te perdono, la situación económica que tenemos no debe dañar nuestra relación.
En ese instante, Jorge se acerca aún más a su esposa y la abraza.
En la mañana siguiente, Jorge todavía se sigue sintiendo mal por lo que le dijo a Salomé. Y desde muy temprano se pone a lavar todos los platos y a barrer la casa.
Luego de todo eso, Jorge monta a Miguel en sus hombros, y le dice:
— ¿Me vas ayudar a limpiar el frente?
De inmediato, Miguel se pone alegre y aplaude, diciendo:
— ¡Papá! ¡Papá!
Jorge sienta a su hijo en su silla favorita, la cual tiene dibujos de Disney. Y lo saca al ande de su casa.
Unos minutos más tarde, Salomé se levanta de la cama y al escuchar ruidos afuera, va hacia la sala y se asoma por la ventana y ve a Jorge limpiando el frente de la casa, y luego ve a su hijo ayudándolo.
Salomé se sonríe un poco, pero después ve toda la casa, y piensa:
"Siento que todo esto ya no me pertenece" ...
Editado: 23.03.2023