La Vida Que Yo EsperÉ

UN RUMBO DESCONOCIDO

Una hora después, Jorge entra a su casa y cansado se sienta en el sofá. Cuando Salomé sale del pateo, y le dice:

— Hola amor, ¿y ese milagro que saliste temprano?

— Cerraron la fábrica.

— ¿Qué?... pero, pero, ¿cómo?

— No sé, yo solo vi que llego la policía y empezó a revolver todo. Y a pedirles papeles a todos, realmente yo pensé que me iban a devolver a Colombia, pero gracias a Dios los papeles que hizo Julián están bien.

— Jorge, ¿por qué cerraron la fábrica?

— Porque encontraron tres personas que estaban de forma ilegal en el país. Y todo parece indicar que dueño estaba traficando con emigrantes.

— ¿Y ahora que vamos hacer?

— Comunicarnos con Julián, no podemos quedarnos sin trabajo, además, él nos garantizó que siempre íbamos a tener trabajo en ese país como refugiados...

En la jefatura de policía, Emilse entra a la celda donde está su esposo y lo abraza, diciéndole:

— ¿Cómo estás?

— Estoy muy confundido, no sé cómo ha pasado todo esto...

— Vas a salir de aquí.

— ¿Llamaste al abogado?

— Si, él está afuera, él dijo que entrara primero... amor, no te vas a enojar con esto que te voy a decir.

— ¿Qué más paso?

— Encontraron a varias personas ilegales en la fábrica y la cerraron.

Totalmente furioso, Rodolfo le dice a su esposo:

— Has lo que tengas que hacer para que vuelvas abrir la empresa...

Barrio Preston Street, Salomé comienza a preocuparse de nuevo al enterarse del cierre de la fábrica. Y aprovechando que Jorge esta dormido, llama a de nuevo a Emily...

Al irse a buzón de mensajes, Salomé camina de un lado a otro por la sala, y dice:

— Dios, ¿qué hago? Otra vez estoy embotellada en una casa sin hacer gran cosa, muéstrame un camino, porque no quiero seguir así.

Jorge se despierta y abre la nevera, y le dice a su esposa:

— ¿Qué haces?

— Pidiéndole a Dios que abra un camino, necesito trabajar.

Jorge no presta atención a lo que dijo Salomé y saca una gaseosa, y se va de nuevo a la habitación.

Una hora más tarde, Eliza aprovecha que Rodolfo está detenido y llama a Emilse para brindarle apoyo. Haciéndose pasar como si fuera su mejor amiga.

Dos días después, la fábrica vuelve abrir gracias a los abogados de Rodolfo y de Eliza, pero esta engaña a Emilse y la hace firmar unos papeles en una cafetería, los cuales dicen que ella le vende la fábrica a Eliza.

Al ver la firma de Emilse en los papeles, Eliza se levanta de su silla y le dice a Emilse:

— Gracias por venderme tu empresa, en unos minutos recibirás tu dinero.

Estupefacta, Emilse se levanta rápidamente de su silla, y le grita:

— ¡INFELIZ!, ¡ME ENGAÑASTES!

— Tienes que aprender a leer la letra menuda.

De inmediato, Emilse se le tira encima, pero dos guarda espaldas de Eliza la cogen y la alejan de Eliza, quien le dice:

— ¿Te voy a dar más de lo que vale esa empresa y me tratas así?

— No seas descarada Eliza, ahora tengo todo claro, fuiste tu quien encochino a mi esposo porque no te quiso vender.

— Mucho cuidado Emilse, eso es una calumnia.

— ¿Calumnia? Esa es la verdad, prepárate porque esto no se queda así.

— Emilse, ahora recibirás tu dinero y te quedaras tranquila, acéptalo, ese es un buen negocio, es más, podrás ayudar a Rodolfo para que salga de la cárcel...

Decepcionada de sí misma, Emilse se vuelve a sentar y pone sus dos manos en la cabeza, diciendo:

— Ahora que le voy a decir a Rodolfo.

En ese instante, Eliza se va de la cafetería y al montarse a su camioneta, le dice a Fabricio:

— Fue muy fácil.

Fabricio se sonríe, y le expresa:

— No sé qué es peor, tenerte de amiga o de enemiga.

— Las dos cosas...

En la noche, Julián llama a Salomé, y le dice:

— Hola Salomé.

— Hola Julián, ¿cómo sigues?

— Mejor, gracias por preguntar... tu problema está solucionado, la fábrica reabrió y ustedes dos ya pueden trabajar.

— Que buena noticia.

— Todo sigue igual con excepción de que cambiaron de dueño.

— Entiendo.

Jorge deja a Miguel en su cama, y luego le dice a Salomé:

— ¿Con quién hablas?

Salomé se despide de Julián, y luego le responde a su esposo:

— Con Julián, ya abrieron la fábrica.

— Que bien.

— Ya mañana podemos ir los dos a trabajar, ahora me toca llamar a Charlotte para ponernos de acuerdo.

Jorge se queda un poco serio, y luego le expresa:

— "Maravilloso" ...

El día siguiente, Jorge y Salomé se quedan esperando a Charlotte. Cuando Jorge le dice a su esposa:

— Por qué no te quedas esperando a la niñera, mientras yo me adelanto y voy a la empresa.

— Si, tienes razón, no podemos estar los dos esperando.

De inmediato, Salomé le da un beso a Jorge, y le dice:

— Nos vemos en la fábrica.

— Bueno.

Minutos después en la fábrica, Eliza espera que estén todos los trabajadores de la fábrica. Cuando ve llega a Jorge, y dice:

— Muy buenos días a todos, ustedes se preguntarán quien soy yo... una persona que me imagino que me abran visto dos o tres veces... pues yo soy la nueva dueña de Carrasquilla. Que muy pronto estrenaran otro nombre... desde hoy Lorenza va hacer la que lidere la fábrica, mientras yo no estoy.

Todos se quedan viendo las caras. Cuando Eliza ve a Jorge y dice:

— Amablemente, Rodolfo me vendió esta fábrica, pero no se preocupen por sus trabajos, nada va a cambiar, así que no se preocupen todo va a estar bien, vuelvan a trabajar.

En ese momento, Jorge se dispone a trabajar. Cuando Eliza se le acerca, y le dice:

— Lo espero en mi oficina.

— Si señora.

Víctor y Rafael se asustan y le hacen señas a Jorge, de que lo van a echar por llegar tarde.

Jorge entra junto a Eliza a la oficina y se pone un poco nervioso. Cuando esta lo mira fijamente al sentarse en silla.




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