La Vida Que Yo EsperÉ

LA GRAN DECEPCIÓN

Completamente destrozada, Salomé se baja rápidamente del taxi y corre con todas sus fuerzas a donde esta Eliza y Jorge.

En ese instante, Salomé le pega un golpe en la espalda a Jorge. Que de inmediato suelta a Eliza. Y se da vuelta y mira a Salomé, quien le dice llorando:

— ¿A esto es a lo que te dedicas? ¿Cómo fuiste capaz de engañarme?

Eliza mira a sus escoltas, mientras Jorge trata de calmar a Salomé, diciéndole:

— Estas confundida, esto no es lo que parece.

— ¿Entonces que fue lo que yo vi?

— Un saludo de amistad.

Eliza se enfada con Jorge, y le dice:

— ¿Por qué no le dices la verdad a esta mujer? Así salimos de una vez de este problema.

Jorge le dice a Eliza:

— No te metas en esto.

Salomé le dice a Jorge:

— Se hombre y dime la verdad.

Jorge se queda callado. Cuando Eliza le dice a Salomé:

— Este hombre y yo. Somos amantes apasionados.

De inmediato, Salomé se le tira encima a Eliza, pero Jorge y los escoltas de Eliza las desapartan.

Muy decepcionada, Salomé le expresa a Jorge:

— No puedo creer que me hicieras esto, dañaste el bonito hogar que teníamos.

— Amor, perdóname.

Salomé se pone histérica, y le grita a un escolta que la tiene sujetada:

— ¡SUELTAME!

En ese momento, el escolta suelta a Salomé. Cuando esta sale corriendo de ese lugar.

Jorge intenta seguir a su esposa. Cuando Eliza lo coge de la mano derecha, y le dice:

— Si te vas detrás de ella lo pierdes todo.

Jorge se suelta de Eliza, pero esta lo vuelve a coger, pero ahora de la camisa, diciéndole:

— ¡No la busques! ¡Quédate conmigo!

Jorge forcejea por unos segundos con Eliza, y vuelve a soltarse y luego se sube a la camioneta. Y sale a buscar a Salomé, pero en su afán de hacerlo, se estrella con un vehículo que limpia la nieve...

En ese instante, Salomé se cansa de correr y de llorar, y se detiene cerca de un semáforo. Cuando ve parada a Liliana al otro lado de la carretera, y dice:

— ¡Tía!

En ese instante, Salomé se saca sus lágrimas. Y cuando vuelve a ver hacia la otra calle, ella no está...

Minutos después, un taxi deja a Salomé en su casa, quien de inmediato saca su teléfono y llama a Julián, y le dice:

— Hola Julián.

— Hola Salomé, ¿paso algo?

— Si, quiero hablar contigo personalmente.

— Bueno, entonces ya voy para allá.

— No, yo no voy a estar en esta casa, tenemos que vernos en la tuya.

— Bueno, ya te mando la dirección por el WhatsApp.

— Yo sé dónde es, no te acuerdas que estuvimos en tu casa antes de pasarnos acá.

— Si, claro, tengo la cabeza con un montón de cosas, bueno, te espero.

— Bueno.

Charlotte ve a Salomé afuera de la casa hablando por teléfono, y abre la puerta.

En ese momento, Salomé guarda su teléfono y vuelve a secarse sus lágrimas, y le dice a Charlotte:

— Necesito tu ayuda.

— Dígame.

Salomé entra a la casa, y le dice a Charlotte:

— Quiero que te quedes cuidando la casa hasta que Jorge aparezca.

— ¿Se encuentra bien?

— No, estoy destrozada, no quiero saber nada de Jorge. Por eso me voy de esta casa y de este país.

De inmediato, Salomé va a su habitación y recoge toda su ropa y la de su hijo. Cuando Charlotte le expresa:

— Los voy a extraña.

— Yo a ti también, pero no tengo nada que hacer en este lugar...

Luego de unos minutos, Salomé termina de recoger sus cosas y carga a Miguel, y le dice a Charlotte:

— Jorge te paga, por favor, espéralo.

— Si señora, se cuida.

— Gracias.

Salomé se despide de sus vecinos, quienes la miran desde lejos. Y se sube a taxi y se va a casa de Julián...

Hospital Civic Campus, Jorge se despierta con un fuerte dolor de cabeza y ve a Eliza, y trata de levantarse, pero esta le dice:

— Ni se te ocurra, ya hiciste demasiado el día de hoy... quisiste abandonarme después de todo lo que te he dado.

— Ella es la madre de mi hijo y tengo que buscarla.

— Lo que tienes es que recupérate, ¡mírate! Estas todo golpeado.

Jorge comienza a quejarse. Cuando el médico entra, y le dice a Eliza:

— Señora, le dije que no fuera alterar al paciente, usted llego aquí haciendo mucho escándalo. Salga de la habitación para poder atender bien al señor.

Eliza le dice a Jorge:

— No te preocupes amor, yo voy a esta afuera.

Jorge pone su mano derecha en su cabeza y piensa en Salomé, mientras Eliza sale de la habitación.

Barrio Le Villaje, Julián sale de la casa y espera pacientemente a que aparezca Salomé. Cuando la ve bajarse de un taxi.

De inmediato, Julián ayuda a cargarle a Miguel, y le pregunta:

— ¿Y esa maleta?

Salomé vuelve a llorar con gran sentimiento, y le responde a Julián:

— Me fui de la casa porque Jorge me fue infiel.

— Lo siento... entremos a la casa, este frio le puede caer mal al niño.

— Si...

En ese momento, Salomé y Miguel entra a la casa. Cuando Julián cierra la puerta, y le dice:

— Hoy va hacer el día más friolento que los días anterior, que bueno que pensaste en venir acá.

Salomé se sienta cerca de una chimenea, y le expresa a Julián:

— Yo vine porque me quiero ir del país. Y quiero que me ayudes con eso.

— Entiendo por lo que estas pasando, debes de sentirte muy decepcionada por Jorge. Pero no tomes esa decisión sin antes pensar bien.

— No tengo nada que pensar, ya he decidido irme de Canadá, ¿me ayudas o no?

— Claro que sí, pero vas a tener que esperar unos días para poder solucionar tu problema. Y poder sacarte del país.

— Si, yo espero.

— Bueno, entonces voy a ponerme a trabajar...

El día siguiente en el hospital, el médico le da de alta a Jorge. Y este aprovecha y se va del hospital sin que Eliza lo vea...




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