La vida rebelde de Jacob.

Capítulo 4.

/Narrado por Jacob/

Como un acto monótono despierto gracias a la alarma (nuevamente) y hago lo mismo que los días anteriores.

Bajo para tomar el desayuno, pero ni mis padres, mi mi tediosa hermana están en la casa. No le tomo mucha importancia a ese pequeño detalle. Camino hacia la cocina para hacer mi propio desayuno, cuando termino de cocinar me sirvo mi comida y tomo mi confiable laptop.

La enciendo y me voy directo al buscador en internet, entro a mis redes sociales y me encuentro de nuevo con la misma solicitud de esa tediosa chica, decido negarle nuevamente la solicitud, me pongo a pensar por que esa chica esta tan pendiente a mi, pero esos pensamientos los olvido rápidamente, apago mi laptop y me dirijo directamente a la universidad.

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Cuando ya estoy de camino mi casa, voy pensando en un reporte que nos dejaron sobre psicología

Llego a mi casa y veo que aun no han llegado a casa ni mis padres, ni mi hermana; cosa que me parece un poco raro por que ellos no desaparecen tanto tiempo.

Al empezar a preocuparme por ellos, tomo mi laptop de la mesa de sala y me dispongo a rastrear él teléfono celular de mi hermana o mi padre (ya que mi madre nunca le han gustado), busco alguna rastro del teléfono y encuentro un indicio que dice que esta... en la sala?... vaya niña, nunca le hace caso a lo que mi madre le dice de cargar siempre el teléfono celular. Luego busco el de mi padre, pero no me da ninguna señal, empiezo a preocuparme de una forma que nunca lo hice. Dejo mi laptop en el sofá, salgo a rondar el vecindario, y es ahí donde se me ocurre preguntarle a sus grandes amistades.

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Llego rápido a una casa color limón, de dos pisos, con unos bellos escalones de caoba por el exterior que le daba un toque rustico. Aquí vive Lilian Bates, una de las amigas de la infancia de mi madre, y es una inseparable compañera de compras de mi madre.

Toco la puerta y una sonriente Lilian responde a mi llamado a la puerta. Se asoma a la puerta y se sorprende al verme en frente de su puerta.

¡Jacob!, que sorpresa verte por acá, ¿Deseas pasar? - me dice Lilian con su típica cordialidad

No gracias Lilian- le digo con un notable tono de preocupación- es que...- alcanzo a decir antes de ser interrumpido por Lilian con una cara de preocupación por mi

¿Que paso Jacob?- me dice ya preocupada

Es que desde la mañana no encuentro a mis padres y cuando llegue de la universidad ellos y Charlotte tampoco estaban, y pensaba que podría estar en donde una de sus amistades- le digo a Lilian ya con una cara de terror

Eso esta muy raro, ¿ya fuiste a ver donde Jeremy Hilcon? - me dice ella con el placer de ayudarme

No, aquí es el único lugar al que he ido- le digo ya con la intensión de ir

Ve cuanto antes, yo haré lo posible por ayudarte Jacob- me dice Lilian ya con la agenda de sus contactos en la mano

Ok Lilian te dejo, iré rápidamente hacia donde él- le digo ya dándole la espalda

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Después de ir a casa de Jeremy y no dar con ningún resultado positivo e ir a varias casas más, regreso a la casa.

Cuando llego veo la puerta semi abierta, me asusto al ver eso y camino con cautela hacia la puerta, tomo un jarrón de cerámica que hay en el patio de enfrente, entro con cautela y encuentro todo tirado, mi laptop destruida, el sofá en ruinas y sin duda alguna se robaron algo

Veo algo raro cerca de la cocina, entro y lo que encuentro me parte totalmente el alma

Oh diablos...



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En el texto hay: drogas, pandillas, enemistad

Editado: 31.10.2018

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