La vida sucede (lih #1)

Capítulo 7: Aún hay algo.

—¡Alexia! —gritó Nicolás desde la otra habitación.

El grito la sorprendió ya que él nunca la llamaba por su nombre y además, parecía desesperado, por lo que salió corriendo hasta donde estaba él. Solo podía significar que algo le había ocurrido a Cielo. 

La situación incomoda había pasado un rato antes, cuando Tyler supo inventar una buena respuesta para que su mejor amigo no sospechara nada de lo que había pasado, pero Nick no se lo había creído del todo. Solo lo dejó pasar porque en ese momento más le interesaba la salud de su hija. 

—¿Qué pasa? —preguntó entrando en la habitación pero no fue necesario que él contestara, vio con sus propios ojos a su hija, que aparte de estar bañada en sudor, comenzaba a botar sangre por su pequeña nariz.

—Hay que llevarla a Urgencias —Nicolás tomó a la pequeña en sus brazos y la cubrió con una manta antes de salir corriendo. No estaba dispuesto a esperar ni un minuto más. 

Lexie salió detrás de él con los zapatos de la pequeña en la mano y le pidió a Tyler si podía quedarse con Adán hasta que regresaran, a lo que claramente accedió sin pensarlo.

Camino a la clínica nadie dijo nada, Nicolás estaba muy concentrado conduciendo lo más rápido que podía, mientras Alexia intentaba calmar a la pequeña que lloraba de dolor en sus brazos. Cuando llegaron Nick detuvo el auto en la entrada de Urgencias para que ellas pudieran ir rápido y luego él fue a estacionarlo.

*** 

Dos horas y media estuvieron esperando a que los atendieran hasta que al fin, la enfermera llamó a Cielo. Solo podía entrar un acompañante y fue Lexie quien lo hizo. 

Luego de examinar a Cielo, la doctora le dijo que solo era un resfriado mal cuidado y que con un par de medicamentos estaría bien, le pidió que saliera para dejar descansar a la pequeña ya que no se la podrían llevar hasta que bajara la fiebre. Le habían puesto una vía venosa en el brazo por la cual le estaban pasando suero y paracetamol. 

—¿Y? —Nick se puso de pie como si fuera un resorte al ver salir a Lexie sola por la puerta—. ¿Qué tiene?

—Dicen que es un resfriado mal cuidado pero no me convence del todo. Apenas la revisó y ahora hay que esperar a que le baje la fiebre para llevarla a casa.

No dijeron nada más, solo se sentaron uno al lado del otro. Era tal el cansancio que sentía Lexie por toda la situación que acaba de pasar que apoyó su cabeza sin pensarlo en el hombro de Nick ante su mirada sorprendida. Él sin dudarlo un segundo pasó su brazo por los hombros de ella y la estrechó más hacia él. Lexie no hizo nada por tomar distancia como hacía cada vez que podía, en esos momentos necesitaba esa sensación de protección por parte del hombre que a pesar de todo, seguía amando.

—¿Qué hay entre Tyler y tú? —Nicolás llevaba dándole vueltas a eso toda la noche desde que los encontró en su departamento pero no se había atrevido a preguntar. No sabía si quería saber la respuesta aunque después le terminó ganando la curiosidad. 

—Nada, somos solo amigos. Deberías tenerlo claro después de tantos años —respondió Lexie tranquilamente sin despegar su cabeza de él. No tenía ganas de discutir. Si las cosas hubiesen sido distintas y no estuvieran en la clínica, eso claramente hubiese acabado en pelea. 

—Lo sé, pero antes ustedes tuvieron una historia y yo pensé...

—Eso fue antes de conocerte —lo interrumpió tajante, ya no le importaba guardarse nada—. Después de ti, no sé si podré estar con alguien más.

Antes de que Nicolás pudiera reaccionar ante semejante confesión, una enfermera salió por la gran puerta con Cielo en sus brazos, quien se veía bastante mejor.

Ambos se pusieron de pie con rapidez y caminaron hacia ella. Nick la recibió en sus brazos y la abrazó con fuerza.

—El susto ha pasado, papás —anunció la enfermera con una sonrisa radiante en el rostro, no debía ser mucho mayor que ellos—. Ahora todo está en orden, aunque es recomendable que mañana se quede en casa por cualquier complicación o efecto adverso de los medicamentos pero después ya podrá volver al colegio y seguir con normalidad.

Nick le dio las gracias, antes de acomodar a Cielo en sus brazos para marcharse y se dirigieron nuevamente al departamento mientras Cielo les hablaba de muchas cosas a la vez, definitivamente la pequeña había vuelto a la normalidad y no había ni rastro de cómo había estado hacía unas horas. Lexie agradeció en silencio a su hija haber distraído el ambiente ya que no sabía cómo enfrentar lo que acababa de confesar, no se dio cuenta cuando esas palabras salieron de su boca hasta que escuchó su propia voz. 

Por otro lado, Nick lo único que quería era hablar de eso pero no iba a interrumpir a Cielo por nada del mundo. 
Antes de que pudieran decir algo, Nicolás ya se había estacionado frente al edificio. Él corrió a abrir la puerta de Lexie y tomó otra vez a Cielo en sus brazos para subirla, Lexie sonrió ante el gesto ya que realmente estaba muy cansada para cargarla ella. En el ascensor reinaba el silencio y ninguno de los dos se atrevió a romperlo. 

Entraron al departamento y se sorprendieron al no escuchar ningún ruido, luego entendieron el porqué. Encima de la mesa había un papel escrito con la letra de Tyler, Alexia sonrió al ver que la letra de su amigo seguía siendo igual de desastrosa que en el pasado. Hasta Cielo escribía más bonito que él y eso que estaba recién aprendiendo a hacerlo. 




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