Observé a mi mejor amiga que traía 2 tazas de chocolate y venía sonriendo, me senté y me quedo mirando y me dijo.
—¡¡Traje chocolate caliente!!—exclamo mostrando las tazas y dándome una sonrisa.
—Gracias Ale— le di una sonrisa triste.
—¿Quieres contarme que sucedió? —me pregunto
—La verdad si Ale —baje la cabeza.
—Te escucho Hanna.
—Mi madre se fue de viaje y me dejo una carta—le dije sin tanto rodeo.
—¿Regresará pronto? —me pregunto.
—Realmente no lo sé, solamente sé que se fue—le di una sonrisa triste y sentí su abrazo.
—No te dejaré sola, me quedaré a dormir los viernes, sábados y domingos— me dijo con una sonrisa.
Nos volvimos acostar en mi cama, estaba pensando muchas cosas, pero me sentía menos sola al ver a mi mejor amiga a mi costado, estábamos viendo una película hasta que nos venció el sueño y nos quedamos profundamente dormidas.
*****
Me levante por el sonido de la licuadora, me fije la hora y eran las 6:00 de la mañana y Alexia ya se había levantado y haciendo mucha bulla, gire los ojos y fui a darme una ducha rápida.
Estaba saliendo del baño y escuche una voz varonil me cambie rápidamente para ver quien era, baje las escaleras y vi que era Joshua riéndose y me quedo mirando junto con Ale y empezaron a reírse.
—Te aposté que bajaría malhumorada, me debes 20 dólares—le sonrió malévolamente a Alexia.
—Que pesado eres Joshua —giro los ojos.
—Que pesados ustedes, son las seis de la mañana, ¿Ustedes son normales? —les di una mirada de fastidio.
—Alguien no amaneció de buen humor hoy —sonrió ale.
—Ven humitos, siéntate a desayunar con nosotros —se empezó a reír
—No me llames así que me irritas Joshua— gire los ojos y les saque el dedo corazón y alexia puso los ojos en blanco y nos interrumpió
—Hice jugo de fresa y ensalada de frutas— nos sonrió.
—Eso recompensa lo que me han despertado tan temprano —les di una sonrisa a medias.
—Bueno empecemos a desayunar, que muero de hambre —dijo Joshua.
Empezamos a comer y Ale me quedo mirando y nada más le hice un gesto de que estaba bien, Joshua seguía comiendo su ensalada de fruta y empezó hablar de la fiesta que sería en su casa y empezó a molestar a Alexia.
—Vendrá tu novio, llamitas —le decía así por el color de su cabello- se empezó a reír muy fuerte al ver la cara de Ale.
—¿Tú quieres morir joven, ¿no? —le dio una mirada asesina y le saco el dedo corazón.
—Sería un hermoso muerto— se empezó a reír de ella.
—Claro que no, si destrozo primero tu hermoso rostro—le dio una sonrisa malvada.
-Vale, me rindo- la miro aterrorizado
—Ya cállense que me estresan —puse los ojos en blanco, aunque me parecía graciosa su discusión.
—Me rindo, Humitos —me sonrió
—Ya cállate Joshua, que seré yo quien te malogre el rostro—gire los ojos.
Alexia se empezó a reír muy fuerte y Joshua nos miró y puso los ojos en blanco, empezó a decir que era injusto que éramos dos contra uno, eso me hizo reír un poco, Alexia y yo le sacamos la lengua mientras él dejaba los platos en el lavadero.
Decidí ver la hora y note que ya era tarde enseguida me pare y ellos al notar mi desesperación vieron su móvil y se pusieron su abrigo y nos dirigimos a la puerta.
—¡¡¡JODERRR JOSHUA, MUEVE EL TRASERO¡¡¡—le dijimos las dos al mismo tiempo.
—Que pesadas, ya voy —puso los ojos en blancos.
Ale se sentó en el asiento de atrás del carro y yo iba de copiloto, Joshua manejaba como una bestia y le di un golpe en la cabeza.
—¿Qué te pasa Humitos? —frunció el ceño
—Pasa que manejas como un animal—le di una mirada asesina.
—Eso es cierto Joshua—dijo ale poniendo los ojos en blanco
—Sigo diciendo que es injusto, son dos contra uno —puso un puchero, Ale y yo nos empezamos a reír.
—Si ríanse lo que quieran, sigue siendo injusto igual —nos hizo una mueca que nos dio mucha gracia
Ya llegamos al instituto y llegamos tarde, pero nos dejaron entrar. Corrimos hacia la clase que nos tocaba a cada uno y recordé que era viernes y nos tocaba literatura a primera hora y me fui corriendo.
Toque la puerta y el profesor me quedo mirando y me dio señales de que ingresara, esta vez no le tocaba a Alexia la misma clase así que tuve ingresar sola y sentarme al lado de Noah.
—Hola, depresiva Evans—me sonrió
—Hola, maldito fuckboy —puse los ojos en blanco, mientras noté que se reía.
—Tus ojos están un poco hinchados, ¿todo bien?
—Si todo bien.
—Ya que no quieres contarme lo que te sucede, ¿Vamos a la cafetería después de clases?
Su pregunta me sorprendió mucho, pero no lo hice notar, sé que estaría aburrida quedándome sentada en el salón, ya que hoy Joshua tenía entrenamiento y Alexia tenía otras cosas pendientes, así que acepte su propuesta.
—Está bien, después de clases vamos.
—Gracias por aceptar.
—Concentrémonos en la clase.
—Como digas depresiva Evans.
Ese apodo me irritaba un poco, se que puedo acostumbrarme, nos concentramos en la clase y el profesor nos preguntó a cada uno que le parecía el libro que nos había dicho nuestro compañero, seguía preguntando hasta que solo faltaba nosotros
Editado: 16.01.2023