Uno no nace así, lo que vivimos es lo que nos forma y nos define.
Esas palabras continúan en mi cabeza y seguirán de esa manera sin importar el tiempo que pase. La primera vez que las escuché no las entendí demasiado, fue en un momento fugaz, pero con el tiempo, y mientras más crecía, lo que me dijo se volvieron algo que me acompaño por una parte de mi vida.
Sin embargo, en el camino por saber a lo que se refería, crucé muchos obstáculos, que me costaron saltar y evadir. Fui herido, y varias de esas heridas todavía no sanan sin importar el tiempo. Dudé de mí mismo, cosa que me orilla a terminar dejando lo que quería hacer con mi vida.
Pero sin duda alguna, lo peor fue que me encontré con personas, personas malvadas y egoístas que solo vieron una forma de hacerme daño de una manera que nadie pudo hacerlo. Cuyas consecuencias de lo que tuve que afrontar por poco terminan con mi vida, con mis relaciones y amistades que me importaban demasiado.
¿Cambio mi vida de alguna manera? Por supuesto que lo hizo.
¿Estuve a punto de cometer una locura? Puede que sí o puede que no.
¿Tuve que afrontar la mayor consecuencia de mi vida? Claro, y fue el momento más horrible que he tenido que pasar.
¿Perdí mis amistades? Eso es algo que luego diré.
¿Lo odié por eso? Aún lo hago,
¿Me hizo más fuerte? Debo decir que sí, pero no era la forma en que quería hacerlo.
Pero seamos sinceros, rara vez me ha pasado algo o he hecho algo y eso sucede en las circunstancias adecuadas para mí. La vida puede llegar a ser cruel con personas diferentes o las que tienen un pasado del cual no quieren decir nada.
Es fácil esconderse en un mundo de fantasía donde todo es más fácil y tú puedes escribir las reglas y las condiciones en la que quieres vivir. Pero cuando la realidad te alcanza, lo hace de una forma tan arrolladora que te puede romper, y reconstruirse es la parte más difícil.
¿Lo viví?
***
Algunas veces me siento culpable de no querer ir con Gabo y Helly a los bares. Solo por el hecho de que los quiero acompañar, pero tenía razón y no mentía en algo, la idea de beber como un loco y besar a alguien casi queriéndome atragantar con él (o lo que les solía pasar a mis amigos) no era algo que me llamara la atención.
El acercamiento con las personas se ha vuelto algo muy complicado para mí desde que paso… eso. Ya no he estado interesado en tener algún tipo de relación con otro chico guapo… a pesar de mis sentimientos que tengo hacia Álex, la idea de acercarme sigue siendo aterradora, no he luchado ni para entablar amistad con él. Porque sé perfectamente que, entablando algún tipo de relación con él, seria meterme nuevamente en su camino, y es algo a lo que prefiero mantenerme al margen.
—No puedo quedarme al margen todo el tiempo, Toby— digo mirando a mi perro, quien está sentado a mi lado mirando a la calle—. En algún momento tengo que intervenir. Después de todo, es una situación que solo yo puedo resolver.
Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo.
Eso es algo que me ha acompañado siempre, esa palabra. Es muy fácil hacer planes, es sencillo trazarlos en tu cabeza y comenzarlos, pero hacer que se ejecuten y haya resultados es algo completamente complicado. Hay que estar dispuesto de esforzarnos siempre, estar dispuestos a sacrificar algunas cosas para lograrlo… pero valdrá la pena.
O eso quiero pensar.
Debo decir que mis planes nunca han sido exactamente los más sencillos. Siempre he trazado en mi cabeza lo que quiero hacer con mi vida, a lo que me quiero dedicar, como planeo mi futuro y como quiero que la historia se desarrolle siempre. Pero el destino nunca es algo a lo que pueda predecir.
Camino por mi habitación, esperando que alguna idea fluya en mi cabeza y pueda plasmar en el cuaderno que tengo sobre mi cama, abierto en una hoja que está a medio escribir y que me ha costado demasiado avanzar. Sé lo que dijo la profesora, no me puedo exceder o forzar a que las palabras se tracen, pero estoy tan desesperado en éstos momentos que esa frase se va por el caño y permito que mi cerebro comience a echar humo queriendo tener una idea.
Un dolor de cabeza después y no tengo absolutamente nada que escribir.
Me siento en la silla de mi escritorio y sacó mi laptop que tengo guardada en un cajón, después de encenderla e insertar la USB que siempre guardo en un bote que está en mi escritorio, abro el documento con el título Mis Personajes. Se abre la lista y lo veo.
La descripción de cada personaje que he visualizado para esta historia, sin importar que tan breve sea su rol, aquí lo tengo, tanto descripción física como emocional. A pesar de que he cambiado un par de veces la historia desde que la empecé a escribir, debo decir que éste documento no lo he cambiado para nada.
Siempre he tenido bien fijas cuales serían las características de todos mis personajes, claro que las situaciones pueden ser alteradas, pero el ambiente entre ellos nunca cambia, y eso es algo que agradezco mucho sinceramente.
Tal vez leer un poco de esto, me ayude a poder tener un mejor avance en la historia, tal vez tenga finalmente la inspiración que he estado buscando en éste tiempo.