La Villana del Cuento

CAPÍTULO 11

Había salido hasta el balcón. Miraba tranquilamente como los rayos del sol iban iluminado cada vez más cada rincón. La vibración de mi celular me sobresaltó, era una llamada de mi padre. Contesté y puse el móvil cerca de mi oído.

— Buenos días princesa, te dejé varios mensajes ayer pero no contestaste ninguno.

— Lo siento papá, estuve muy ocupada.

Le conté lo sucedido con los hombres y el hijo de Di Marco. También le mencioné algo sobre lo que me contó Leo, sentí que en cierto momento su voz se quebró, aún extraña a mamá, se pone triste cada vez que la mencionamos. Ya mañana podremos volver a casa, mi padre ya estaba enterado de lo sucedido por lo tanto la agencia resolvió todo y ya la señorita Lucía ni su padre corren peligro.

  — Deberías ponerte un poco de maquillaje aquí – Leo me abrazó por detrás y señaló mi cuello.

— ¿ Que tengo? – puse la camara frontal de mi móvil para mirarme ¡ No puede ser ! Tenía una marca de una pequeña mordida y succión de mi noche con Leo. Mis mejillas no tardaron en enrojecerse al recordar.

— ¿ Cómo está mi pequeña además de hermosa? – hizo que me volteara para míralo.

— No soy tú pequeña – Intente no reír y comérmelo a besos.

— Eso dolido Rubí Harrison, has hecho añicos mi corazón – puso su mano en su pecho justo en el corazón y fingió dolor.
Solo me encogí mis hombros pero en pocos segundos mis ojos se posaron en sus labios.

— Entonces después de haberte dicho que te amo más que a nada en este mundo y – se acercó aún más a mi oído – haberte hecho correrte más de 3 veces ayer no eres mí pequeña – mis mejillas ardían y para empeorar rozo su legua contra mi labio inferior. – ¿ Cómo lo haces Rubí?

— ¿ El qué? ¿ Lograr meterme en la boca tus 24 cm ?

Si anoche lo medimos.

— Eso no – sus mejillas se enrojecieron un poco, se ve tan tierno así – me refería a que como puedo estar enamorado de tí en tan poco tiempo de volver a estar juntos y lo más sorprendente es que puedo estar contigo sin barreras. – Me dió un beso en la frente, un acto que parece tan simple se puede sentir tan íntimo. — ¿ Lista para enfrentar el mundo junto a mí? – me tendió una mano.

— Que arda este mundo chico de ojos grises – le di la mano y nuestros dedos se entrelazaron encajando perfectamente.

Bajamos hasta la planta de abajo aún cogido de manos, se sentía tan bien, la cocina estaba vacía. Solo estábamos nosotros y una pequeña bola de pelos correteando entre nuestros pies moviendo su colita. Leo empezó a preparar el desayuno para todos, colocó las rodajas de pan dentro de la tostadora mientras que yo picaba los tomates recién lavados. Leo apreció a mi espalda y me quitó el cuchillo de las manos como delicadeza.

— Solo ha pasado una hora desde que sentí el calor de tus labios y ya lo extraño – hablo por lo bajo acariciando mi nariz con la suya.

— Eso se puede solucionar – ya sentía los colores subiendo por mi rostro. No sé que me pasa con Leonardo pero tengo la nesecidad de estar cerca de él todo el tiempo y él logra sacar un lado pervertido del que no tenía idea de que existía en mi. No tardamos mucho en presionar nuestros labios uno contra otros, encajaban a la perfección, era como si estuvieran diseñados uno para el otro. Leo me tomo de la cintura y alzó mi cuerpo hasta encima de la isla de mármol que está en medio de la cocina, enrollé mis piernas al rededor de su torso y lo atraje aún más hacia mi eliminado toda distancia posible entre nuestros cuerpos.

El beso seguía. Una de sus manos se enredo entre mi cabello mientras la otra jugaba con el borde de mi camiseta, las mías viajaron hasta al rededor de su cuello. Su mano que jugaba con el borde de mi camiseta se deslizó por dentro de ella rozando mi abdomen hasta llegar al borde de mi sujetador, sus dedos delineaban su forma rozando a propósito la piel de mis senos.    

— And if we make love ? – preguntó Leo.

— Ammm... Yes my love – respondí también en inglés.

— Aunque estén hablando en inglés se entendió perfectamente y créanme no era mi intención oír a Leo preguntar si querías follar con el – río Damián entrando en la cocina. Enseguida nos separamos y bajé de la isla con mi rostro ardiendo por la vergüenza.

— Buenos días a ti también Damián – un olor a pan quemado inundó mis fosas nasales – ¡ Leonardo las tostadas! – grite señalando la tostadora.

— Oh mierda – Leo corrió hasta la máquina y sacó los trozos de pan negros. Sin duda se habían tostado bien.

— ¡ Buenos días chicos! – gritó Kira emocionada como siempre. Le dió un beso a Damián en la mejilla teniendo que dar un pequeño saltito para alcanzarlo, Damián sonrió con las mejillas algo rojas. – Amore mío – me abrazó – ¡ Cuñado! – se dirigió a Leo, la fulmine con la mirada, el chico soltó una risa colocando nuevamente rebajadas de pan en la tostadora.

— ¡ Aaaah ! Algo me está mordiendo mis calcetines – chilló Damián.

— Tranquilo es Hades – corrí para tomar al cachorro en brazos. – Es mi regalo de cumpleaños por parte de Leonardo. – Me acerqué a Damián que había caminando lejos de la pequeña máquina destructora de calcetines – Muchas gracias, me encantó tu regalo.

— De nada hermosa – me guiño un ojo y se sentó en una de las sillas que rodeaba la isla de mármol. Kira hizo lo mismo seguida por mí.

— Llegó por quién lloraban – entró Aless dándome un beso en la cabeza al igual que a Kira para después chocar puños con Damián y con Leo que acaba de poner un plato con nuevas tostadas frente a nosotros.

— Bien, ahora que estamos todos – hablé firme – , mi padre llamó y me dijo que ya mañana podemos regresar a Italia. La agencia resolvió todo y ya la señorita Lucía ni su padre corren peligro.

— Así es, Alessandro y Kira den la información necesaria a los trabajadores y recojan el armamento que se les entregó. Damián ocúpate de revisar el armamento mientras que Rubí pasa la lista de los mismos. Yo me pondré en contacto con la agencia para revisar algunos detalles, en cuanto terminen sus tareas recojan su equipaje. – Habló Leonardo como responsable de la misión. – Rubí, hablá con Lucia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.