La situación en la que me encontraba merecía una gran explicación ¿No podía haber renacido sin recordar mi vida anterior? Gracias a ese acontecimiento me resultaba inquietante permanecer en un cuerpo de bebé sin tener demasiada movilidad, pero eso no era lo más difícil, lo verdaderamente difícil era no poder hablar, no poder pronunciar una palabra sin que saliera un solo chillido. Mi día a día era comer y dormir, Hasta que cumplí la edad suficiente para poderme mover por mi cuenta.
🔮
Habían pasado diez años y mi cuerpo había crecido lo suficiente. Los días eran mucho más agradables gracias a que podia divertirme recorriendo los alrededores de de dónde vivía.
El lugar era hermoso, rodeado de un bosque con árboles frondosos, hermosos campos de flores y un hermoso lago con un pequeño muelle, dónde todos los fines de semana llegaba un bote para dejar algunas provisiones, pero nunca descubrí de quién se trataba aquella persona ya que siempre utiliza una capucha de color negro que le cubría todo el rostro, aunque supongo que esta persona debe de ser buena, pues siempre nos provee de alimentos y me trae hermosos vestidos.
Estaba sentada en el jardín cuando escuché el llamado de Sam. Hora del almuerzo. Cuando entré en la pequeña cabaña se persivia el exquisito olor de la comida. Me senté en el comedor y esperé a que Sam hiciera lo mismo para comer juntas...
II
A medida que pasaba el tiempo había experimentado cambios inevitables. El color de mis ojos cambió de un día para otro obteniendo un intenso rojo como la sangre y un gran malestar invadió mi cuerpo, ante tales irregularidades Sam escribió una carta y antes de finalizar la semana, el misterioso caballero del bote llegó apurado a casa.
Debido a la fiebre no pude prestar mucha atención a lo que hablaban entre ellos, solo sentí como Sam me daba de beber una medicina amarga que de acuerdo con la novela me haría dormir durante tres meses y al despertar, el caos comenzaría.
Dos meses después...
El tiempo que permanecería dormida finalizó, según mis cálculos desperté un poco antes de lo previsto pero eso no arruinaba mis planes. Sam no estaba en el lugar y eso me favorecía.
Según la novela en estos momentos Sam se encuentra en la capital en busca del mago de la torre y en su ausencia los caballeros imperiales toman posesión de la cabaña llevándose a la niña dormida que se encontraba dentro de ella. Así que comencé a empacar todo lo necesario para poder escapar antes de que llegaran.
Salí corriendo de la casa y me adentré en el bosque, habían dos formas para salir de este lugar, el primero y más rápido consistía en utilizar el bote para huir por el lago y así llegar a la capital más rápido, pero según la novela los caballeros llegarían por ese lugar, así que la única opción que quedaba era huir por el espeso bosque aunque ese tomaría más tiempo.
Una vez dentro del bosque encendí la lámpara y saqué el mapa que había traído conmigo para ubicarme una vez dentro y así poder encontrar un escondite donde pasar la noche.
Por lo que se describía en la novela sabía con certeza que el bosque no tenía criaturas peligrosas pero aveces se podía contar con la mala suerte de perderse y no poder encontrar el camino de regreso, por esta razón nunca me adentré a explorar hasta el día de hoy. Si lograba salir sin retrasos mi plan sería un éxito.