LA VIRGEN DE LA TIRANA. LEYENDA Y FIESTA ACTUAL
Está historia comenzó en 1535, cuando Diego de Almagro salió del Cuzco a conquistar los territorios al sur, que corresponden actualmente a Chile. Entre los españoles iban indios peruanos, un príncipe de la familia Inca, y un Sumo Sacerdote del culto al dios Sol, quien iba con su hija, la "Ñusta" (Princesa del Imperio Inca), de nombre Huillac.
En camino al sur, por la región de Pica, huyó la Ñusta que tenía aproximadamente 23 años, con un centenar de guerreros y servidores, escondiéndose en un bosque de Tamarugos y Acacias silvestres, que en esa época eran muy comunes en la Pampa del Tamarugal.
Por cuatro años la Princesa y sus tropas mantuvieron a raya a los españoles, a la Ñusta comenzaron a llamarla "La Tirana del Tamarugal", por la forma como comandaba las tropas y el territorio, ya que español o indio bautizado que era atrapado, moría inmediatamente. Muchos indígenas de otras tribus, empezaron a unirse a ella para apoyarla contra los invasores, ya que también era sacerdotisa del dios Sol, y muchos que odiaban el cristianismo que era impuesto por los españoles, aumentaron sus tropas.
Pero un día apresaron a un joven llamado Vasco de Almeida, que fue llevado a la presencia de la Tirana para que fuera decretada su muerte. Al verlo, el corazón de la Ñusta que había sido duro con todo extranjero, fue inmediatamente conquistado por la gallardía, y belleza de él. Para evitar la pena de muerte, la Princesa simuló preguntar a los dioses sobre la ejecución del extranjero, y dijo que estos habían dicho que debía aplazarse por 4 meses, que sería el momento propicio para su muerte.
Desde ese momento pasó todo su tiempo al lado del prisionero, no volvió a salir de escaramuzas, diciendo que sus hombres necesitaban un descanso. Al principio sólo fueron miradas las que intercambiaron la Tirana y el joven, hasta que empezaron a conversar, un día ella le preguntó: "Si soy cristiana y muero como tal ¿Renaceré en la vida del más allá y nuestras almas vivirán juntas para siempre?", él le responde que sí, que eso mandaba el credo de la religión, y que Dios era la fuente de toda verdad.
La Princesa quería aprender más sobre esta religión, porque quería ser de Almeida en está y en la otra vida, desde ese momento, comenzó a vivir su amor junto al joven, olvidando las prácticas al dios Sol Inca, lo que fue notado por los guerreros y sacerdotes, quienes empezaron a tratarla con frialdad, ya que ella no escondía su amor por el extranjero.
Una tarde cuando ambos estaban cerca de una fuente, empezaron los besos, los juramentos de que nunca nadie los separaría. En ese momento la Princesa le preguntó al extranjero que debía hacer para estar juntos eternamente. Él le respondió que debía bautizarse. La Tirana inmediatamente se puso de rodillas, con los brazos cruzados en el pecho, solicitó recibir el bautismo, él tomó agua de la fuente y la dejó caer en la cabeza de su amada, diciendo: "Te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíri...", no pudo terminar la frase, los guerreros los estaban vigilando, y aunque no aceptaban la relación, no habían hecho nada contra su Caudilla, por los éxitos que en el pasado había tenido contra los españoles, pero al ver que iba contra su religión, no pudieron soportarlo, los amantes recibieron una lluvia de flechas matando inmediatamente al joven Almeida, y dejando moribunda a la Ñusta.
Con su último aliento, la Princesa dijo: "Muero contenta, muero feliz, segura como estoy, como creyente en Jesucristo, de que mi alma inmortal ascenderá a la Gloria y llegaré al trono de Dios, junto al cual estará mi amado, con quien estaré toda una eternidad. Sólo les pido que después de mi muerte, coloquen una cruz en mi sepultura, que estará al lado de la de mi amado".
Aproximadamente el año 1550, Fray Antonio Rondón, llegó al Tamarugal, y encontró una cruz en un bosque, al preguntar por ella a los indígenas, estos le contaron la leyenda, sintió que era una señal de Dios, y decidió edificar una Ermita, que con el correr de los años se convirtió en una Iglesia llamada Nuestra Señora del Carmen de la Tirana.
En la actualidad la celebración de la Fiesta de la Tirana se desarrolla del 10 al 22 de julio, siendo la fiesta central el 16 de julio, esos días se turnan los bailes religiosos, llamados Diabladas (divididos en Gitanos, Chunchos, Pieles Rojas, Morenos, Indios, etc.), con ropas muy llamativas, lentejuelas, y colores fuertes, para pasar bailando frente a la Virgen.