La Viuda Alegre Elige Marido

22. Preparativos para la fiesta

22. Preparativos para la fiesta

Me quedé boquiabierta. La abuela llevaba años ahorrando en una cuenta especial que llamaba “cuenta mortal”, supuestamente para su entierro y un funeral de lujo cuando muriera. Ya había varias decenas de miles allí, y sospechaba que incluso pasaban de cien, porque a veces trabajaba como tutora online, preparando a estudiantes para los exámenes de ingreso. Pero esa cuenta era intocable. ¡Y ahora pensaba usarla!

—¡Abu! ¡Estás loca! —me alarmé—. ¡No hace falta! Usaré fondos de mi empresa y luego los devolveré. Si todo sale bien y consigo esa herencia de Roman, ¡cubriremos todos los gastos!

—¡Silencio! ¿Cuándo más voy a disfrutar de fiestas lujosas, con camareros y hombres guapos? —me cortó la abuela—. ¡Quiero sentirme una reina! Bien, ¿qué más hay por aquí?

La abuela salió volando a la habitación contigua. Mikytivna y yo cruzamos miradas. Ella se encogió de hombros y fue tras su amiga. Yo la seguí. Sabíamos que discutir con Olisava era inútil: si algo se le metía en la cabeza, no había quien la detuviera…

En aquella habitación había menos muebles: un escritorio antiguo, una butaca de cuero envejecido, el suelo cubierto por un parquet apagado y algo gastado. Tal vez era una biblioteca o despacho, porque las estanterías y vitrinas acristaladas estaban llenas de libros, tanto antiguos como modernos.

¿Vivió Roman aquí? No parecía su estilo. Más bien parecía una inversión. A menudo los ricos compran propiedades solo como inversión a futuro. Esta mansión parecía haber pertenecido a alguna familia aristocrática. ¿O tal vez Roman grababa aquí sus directos? Le gustaban los escenarios extravagantes.

También encontramos la cocina y el comedor, donde había vitrinas altas con vajilla. Como era de esperarse, la mansión tenía chimenea, alfombras desgastadas, cuadros raros colgados en las paredes y cortinas cubiertas de polvo…

Una escalera ancha, de madera oscura, con pasamanos pulidos y finas balaustradas* subía al segundo piso. Allí había varios dormitorios, o mejor dicho, habitaciones de invitados, algunas con balcones. En uno de los cuartos, el más grande, había una cama enorme con dosel.

—¡Guau! —exclamó Mikytivna—. Seguro esta era la habitación principal. Debe ser muy cómodo dormir en pareja aquí. ¡Mira qué cama!

—¡Ay, lo que dices, Zhenia! ¿Quién duerme en una cama así? —le guiñó la abuela—. ¡En una cama así no se duerme! ¡Se hacen cosas indecentes, muchas! ¡Como en las películas! ¡Es tan romántico! En esa serie victoriana sobre la duquesa Lucrecia Barrinas, “Si amas, olvida”, ¡hay unas escenas subidas de tono justo en una cama igual! ¡Fro! Cuando elijas pretendiente, ven aquí. ¡Esta será la primera habitación que limpiemos!

—¡Abu! ¡Qué cosas dices! —me indigné—. Si este proyecto llega a buen puerto, mi matrimonio será puramente formal. ¡Nada de intimidades ni indecencias!

—¡Ya veremos! —murmuró Mikytivna, mientras corría las cortinas—. ¡Nunca digas nunca!

—¿Y qué pasa? —preguntó inocente la abuela—. ¡Somos adultas! Y esa cama… ¡es un crimen no probarla!

De pronto, me vino a la mente mi sueño de esta mañana y ese beso con Mykhailenko. Miré la cama y me puse colorada. ¡Ay, Fro, este no es momento para pensar en eso!

Después de revisar toda la mansión, quedamos satisfechas. El lugar realmente era perfecto para fiestas. Así que podíamos invitar gente para mañana.

La tarea de Olisava y Mikytivna era organizar el trabajo de la empresa de limpieza y supervisarla. Además, junto con una tercera amiga, Gabriela, también se encargarían de dejar decente el exterior de la casa, ya que Gabriela conocía a un jardinero.

Yo me ocupé de llamar a todos los invitados y de buscar una empresa de catering**, con buen menú, que además colaboraba con una agencia de eventos especializada en fiestas temáticas, bodas, excursiones y juegos para niños.

En resumen, los preparativos para la fiesta de mañana estaban en marcha…

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*Balaustrada — elemento vertical de una barandilla, pequeño pilar decorativo que sostiene el pasamanos de escaleras, balcones o terrazas.

**Catering — servicio de provisión de alimentos fuera del establecimiento, incluyendo comida, servicio de camareros, montaje de mesas y bebidas.




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