El sábado por la tarde Tiziano comenzó fútbol. Ella fue a la escuela de Salsa, fue solo a observar, todos estaban con sus parejas. Se sintió extraña, así que volvió a fútbol y se entretuvo viendo entrenar a su hijo. André se sentó a su lado, ella lo miró y sonrió.
—¿Qué haces acá?
—Es que un pajarito me dijo que te inscribiste a salsa y yo fui, llegué 20 minutos tarde pero llegué y resultó que no estabas. — Mientras hablaba pensaba que sonaba a reclamo y de hecho era un reclamo.Ella abrió bien grandes sus ojos marrones con sorpresa. Luego pestañeo varías veces pensando que responder.
— Perdón, no sabía que necesitabas una compañera de salsa. Hoy fui solo a observar — dijo agachando la cabeza sintiendo vergüenza — cuando hablé ayer no entendí que era solo con una pareja. — volvió a mirarlo y con una media sonrisa dijo — tampoco sabía que tenías espías que andaban viendo qué hago o dejo de hacer.
André se puso colorado de pies a cabeza
— Eee, no… es que… mi hermana, Mariana, es la dueña del lugar entonces ella me dijo… es que siempre me dice que soy muy patadura y bueno me vendría bien aprender. — y cuando dijo esto miró a Amelia a los ojos y vio su sonrisa en ellos, su comprensión, ternura y se sumergió en ellos… algo dentro de él se movió, algo similar pero, más fuerte a lo que había sentido el día que la vió. Entonces ella puso la mano en la rodilla de él.
— Perdón André, no quise hacerte sentir incómodo con mi pregunta, a veces olvido que es una ciudad pequeña y todos se conocen. Si no te molesta aprender con otra patadura a bailar, comenzamos cuando quieras — él solo atinó a mover su cabeza asintiendo, todavía no se podía recuperar del sentimiento — creo que si queremos podemos aprender otros bailes como bachata y tango.
— Si, pero empezamos con salsa ¿si? —
Luego de respirar profundo y recomponer su seguridad añadió — no debías pedir perdón por todo, no hiciste nada malo, no sabías que quería aprender salsa y no sabías que mi hermana era la dueña del lugar. Lo más gracioso es que por años quiso enseñarme y nunca quise, pero ahora lo veo absolutamente necesario.
—Absolutamente necesario… mmmm —dijo Amelia poniendo su mano en la barbilla— yo lo hago simplemente para cumplir con un objetivo… pero vos lo ves como una necesidad… ¿Es por tu último reel?
André había hecho un reel en el que mencionaba la importancia de que el hombre supiera bailar ya que a la mayoría les gusta bailar y puede ser una buena herramienta para conocer, conectar y compartir un momento divertido.
— Seeee —André otra vez nervioso y dubitativo añadió — ¿Vos miras mí contenido?
— Obvio, la curiosidad mata al gato jajaja si vos supieras que hago algún tipo de contenido ¿no mirarlas en internet solo por curiosidad?—Amelia se dio cuenta que estaba justificando su accionar suponiendo que él actuaría de igual forma que ella, lo cual era muy improbable, por lo tanto sintió la necesidad de aclarar — Ojo no me refiero a que vos actuarías igual solo que la mayoría de las mujeres haríamos lo que hice.
— ¿Tengo apariencia de mujer? — André levanto sus manos y se señaló a si mismo, ahora le tocó a ella ponerse colorada de pies a cabeza.
—Bueno, es obvio que no… eeee gracias por tenerme en cuenta en tu próximo desafío —dijo ella contenta pero sintiéndose rara, era su empleada debía tomarlo como dos amigos ayudándose, nada más, sentía que esa conversación desde que inició había sido incómoda para ambos.
Las próximas tres semanas fueron ajetreadas para ambos. André invito a varios amigos en los fines de semana lo que hacía que ella tuviera más trabajo los lunes. Las clases de salsa fueron divertidas ya que se pisaban y si toda la clase iba a la derecha ellos iban a la izquierda. Mariana hacía conjeturas con Esteban, su esposo y maestro de Tango, sobre Amelia y André. En realidad las conjeturas las hacía ella y él opinaba. Un día se animaron y los invitaron a cenar.
—Hola hermanito
—¿Que tal? ¿A qué se deben tus insistentes mensajes y llamadas?
—¿Y vos porque no me atendés? Si insisto será porque es importante.
—¿Es por la cena de mañana? ¿se suspendió?
— ¡Te acordabas! ¡No lo puedo creer! No sé suspendió solo era para recordarte que traigan el postre y la bebida porque nosotros apenas terminamos de dar las clases, venimos a bañarnos y a cocinar. Decime ¿porque no escuchabas mis mensajes y atendías mis llamadas?
— Estoy muy complicado, por el contenido on line que también edito, le pongo emojis para hacerlo más interactivo y vistoso y también tengo que trabajar en el consultorio y tengo pacientes que atiendo online. Bueno mejor hablamos mañana tengo un paciente que atender. Beso.
— ¡No te olvides lo que te pedí! ¡Te amo, hasta mañana!
En la cena…
Tiziano jugó con Juan Ignacio el sobrino de André, descubrieron que les gustaba el fútbol, el mar y pescar. Los adultos rieron mucho recordando las primeras clases de baile de André y Amelia. Luego de comer el postre, los niños se durmieron mirando la tele y los adultos tomaron café mientras conversaban.
— Te quería dar las gracias —dijo Mariana a Amelia delante de André y Leandro, su esposo — porque gracias a vos André al menos me ve una vez por semana.
En cuanto termino de decirlo se dio cuenta que no sonaba tan bien como parecía en su cabeza. Su esposo la pateó por debajo de la mesa, André abrió la boca de par en par, mientras Amelia se ponía roja. Si había metido la pata.
— ¿Nos vamos?—preguntaron al unisono André y Amelia.
Editado: 03.02.2024