La viuda y el psicólogo

Capitulo siete

André

     Se fue sintiendo una confusión en su cabeza y necesitaba analizar la situación, analizarse a sí mismo. Sabía que ella se iría en unos días y extrañaría mucho sus conversaciones en el porche, sus risas. No volverían a bailar juntos, no la vería y mucho menos volvería a abrazarla. Abrazarla era algo que no había hecho más que solo tres o cuatro veces bailando o al menos intentándolo, riéndose de si mismos totalmente descontracturados. 

     Pensaba que seguramente tendría que salir con sus amigos esa noche para aclarar la mente y el corazón. Toma el teléfono y decide que es buena idea.

— Hola grupo, ¿salimos a cenar y tomar algo después de jugar al fútbol?

    Todos se anotaron a la propuesta ya que André tenía mil cosas para hacer y con suerte se prendía a un partido dos veces al mes, de los cuatro que realizan mensualmente. Luego del partido se bañaron y cambiaron en el vestuario del club y comieron juntos en un bar. 

— Gracias chicos, por este partido. Les prometo que a partir de ahora voy a asistir al menos a dos semanales.

— No será que andas bajón porque se va Amelia ¿no? —dijo Julián y André levantó la cabeza con rapidez— no me mires con esa cara, es un pueblo y mí vieja se comunicó con Yancy. Pasó por unos problemas con el hijo, pero por suerte parece que está solucionado y ya vuelven.

— Si lo sé —dijo André con una media sonrisa.

— Es obvio que lo sabés, tu cara lo dice todo —dijo Matías palmeandole la espalda.

— ¡Te enamoraste! — dijo Leandro con sorpresa —tu hermana es una bruja—todos reían— che, no se rían ni de mí mujer ni de mí cuñado—dijo muy serio Leandro y todos callaron aguantando la risa. 

—Hablando de que las mujeres son brujas, no saben lo que hizo mi vieja con mi ex —dijo Julián para cambiar de tema— mi ex le pidió que le haga un vestido corto y ceñido para la entrega de diplomas de maestra jardinera y mi vieja de dijo “Te vas a subir al escenario y te van a ver todo nena, ¿que clase de maestra jardinera hace semejante imprudencia?, andá a pedirle a Juanita porque yo no te hago nada indecente “ y mi ex se fue re ofendida. Encima venía yo del trabajo y me la cruzo en la puerta y me dije “cerrá la boca que vos sos igual que ella” —todos reían y luego empezaron a contar anécdotas graciosas con ex de amigos o compañeros de trabajo. Cuando se estaban yendo Leandro le pidió que lo alcanzara a la casa.

— Nos besamos—dijo sin pensar y Leandro quedó con la boca abierta, en cuanto volvió en sí le dijo con entusiasmo, poniendo una mano en su hombro.

— Te felicito diste el primer paso porque esa cara ¿Cuál es el problema? ¿Ambos son libres?

—Es que con Macarena —mientras esperan en un semáforo continúa— ella también era mi empleada y resultó ser una trepadora.

—Tu hermana tiene razón, ella dice que te sabes todo el librito para aplicarlo a relaciones ajenas pero para las tuyas estás totalmente ciego. Pensalo, varias personas te dijeron que tengas cuidado con Macarena y vos hacías oídos sordos. Pero, decime quién te habla mal de ella.

— Es que ella no nació acá. Nadie la conoce a profundidad.

— Su suegra si, y te dió muy buenas referencias de ella. Sinó no hubiera sugerido que ella la reemplace y te acordás que me dijiste que tenías cámaras en la casa por seguridad y así descubriste el accionar de Macarena ¿Porque no miras los vídeos y ves que hacía en tu casa cuando no estabas. Ahí te vas sacando dudas.

— De todas maneras se va en un par de días y con trabajo en un banco y vivienda a 30km de acá.

— Dos puntos más a favor

— ¡Que decís no te entiendo!

— Primero: deja de ser tu empleada, así que un “impedimento” menos.—señalaba las comillas con los dedos — Segundo: está claro que es una mujer capaz, porque en un banco no entra cualquiera, además queda a 15 o 20 minutos de acá. Ahora quiero saber ¿Hubo chispas de colores cuando la besaste? Porque eso también es importante. ¿Ella te correspondió al beso?

—Si y si pero yo le pedí disculpas y le dije que fue un error —Leandro se tapó los ojos con las manos 🙈—pero sigo creyendo que es lo mejor, ella se va y cada uno va a hacer su vida por separado — dijo finalizando la conversación mientras estacionaba el auto en la casa de su cuñado.

—Claro, es que seguramente ella va a encontrar a alguien que la valore y vos a otra mujer con la que congenies tan bien, sea buena persona, alegre, atenta, trabajadora y sientas chispas, fuegos artificiales y para completarla te corresponda. ¿Te das cuenta que hay personas que lo buscan toda su vida y no lo hallan? No me mires con esa cara, se que no es hay una persona destinada para vos y que hay muchos peces en el mar, pero te pregunto: ¿es fácil encontrar todos esas cualidades en una persona? No, yo lo sé, por eso me casé con tu hermana y la cuido, le correspondía y hacemos lo posible para mantener nuestro amor. No te quiero sermonear más creo que necesitas tiempo para pensar.

—No le cuentes a Mariana, por favor. 

—Tranquilo que ella lo adivina solita —y ambos rieron.

  André volvió camino a casa pensando en todo lo que había hablado con su cuñado. Sobre todo esas palabras que le dijo y ya va a encontrar a alguien que la valore ¿Es que era eso él no la valoraba? ¿Tal vez era miedo? Sabía muy bien que lo suyo con Macarena había sido una mentira esto se sentía diferente Pero ¿y si se equivoca otra vez? Tenía miedo de sufrir, de hacerla sufrir y ella tenía un hijo que por consecuencia también iba a sufrir la decisión de los adultos. Debía estar muy seguro de lo que hacer, seguro de sus sentimientos, seguro de los sentimientos de ella. Debía ir tranquilo y de a poco. Al menos eso pensaba, aunque no sabía si lo podría hacer.




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