15 días después de las partida - El plan
Durante esos días André buscó excusas para escribirle a Amelia. Cómo le fue en su primer día de trabajo. Cómo le fue en la primera semana durmiendo en su nueva casa. Si ya había averiguado sobre la escuela a la que iría Tiziano. Si se sentía cómoda con el equipo de trabajo. Ella contestaba demasiado positiva, disfrutaba, por ahora, todo lo que estaba viviendo y el temía que su entusiasmo incluyera un tercero de sexo masculino que le regalaba los oídos. Desde la charla que había mantenido con su cuñado, no dejaba de pensar en que sí se había enamorado. Lo había sabido desde el primer día en que la conoció y había justificado su mal genio con el fin de mantener la distancia, rápidamente había bajado la guardia, el baile juntos cada semana, los mates en el porche y los juegos de playa. Pensó que la distancia iba a ayudar a sacar ese enamoramiento, según creía, se iba a desvanecer. Pero en vez de mantener la distancia, como un bobo le mandaba mensajes diarios, no podía dejar de pensar en ella, había llegado a la conclusión que su amor e interés por Amelia había aumentado con su ausencia, en lugar de disminuir.
Por su parte, Amelia se preocupaba por el “interés” de André, tal vez le escribía porque se sentía solo, culpable, pero lo cierto es que sus mensajes de interés general, los de buenas noches o de buenos días, es decir, el combo completo resultaban muy dulces a su oído y a su esperanzado corazón. Tenía que hacer algo para cortar ese interés. ¿Sería frontal y le diría la verdad? ¿Se ofendería si ella le pedía que dejara de escribirle? Y si él lo hacía, ¿podría soportar su silencio?
Golpearon la puerta trasera en casa de André. Era Tiziano.
— Hola Tizi ¿Qué pasa campeón?
— André ¿Estás ocupado? Tengo un problema.
— Pasá campeón, no tengo mucho tiempo pero sí unos minutos, decime ¿En qué te puedo ayudar? —ambos se sientan en el sillón del living y el niño balanceaba sus piecitos nervioso.
— Desde que nos mudamos a esta ciudad vi tres posibles candidatos para mami y no estoy seguro de cuál es el mejor. Necesito tu ayuda —él escuchaba sorprendido por la forma en que Tiziano hablaba del asunto, a pesar de la cara de André, el niño muy serio continuó explicando—el primero, es un señor que hizo unos papeles con mamá, es de aquí que lo conocimos el otro día. Bueno, mamá ya lo conocía, yo lo conocí el otro día. El segundo, es el vecino de al lado. No sabes, se ofreció a cortarle el pasto, a cambiar unas luces de afuera que estaban quemadas, eso creo que es algo importante para una mujer, que un hombre arregle las cosas de la casa ¿no? Y el tercero sigue siendo mi profesor de fútbol, la mira con una cara a mi mamá cuando me lleva, creo que está enamorado de ella. Hoy hablé con la abuela cuando me fue a buscar y le conté mi problema, me dijo que lo consulte con vos, que sos el experto en parejas.
—Gracias por confiar en mí, pero deberías confiar un poco en tu mamá, creo que ella haría una buena elección.—dijo André tratando de disimular su deseo de que no elija a nadie porque ninguno era para ella. Al mismo tiempo pensaba en que Yancy le entregó la información porque seguro sospechaba que algo pasaba entre ellos y seguramente lo notó el día de la partida— Además, tu abuela tiene razón respecto a mi profesión, pero no creo que pueda ser muy profesional para convencer a tu mamá sobre el mejor candidato… porque eeee yo la conozco — <<eso sin olvidar que el verdaderamente interesado en tu mamá soy yo pero perdí toda chance con ella>> pensaba André mientras, nervioso, pasaba su mano por su pelo.
— Por favor, André necesito tu ayuda. Sinó mamá se va a quedar sola para siempre. Yo estoy creciendo muy rápido, pronto voy a estar en secundaria y cuando me gradúe voy a irme de casa y ella va a quedar sola.
— Wow wow creo que vas demasiado rápido. Además, tu mamá capaz está bien estando sola.
— Eso creía yo, pero desde el día que bailaron en casa antes de irnos la veo llorando y solo la había visto llorar cuando recordaba a papá. Pero le pregunté si era por papá y me dijo que no, pero que no me preocupe que está bien. Por eso, creo que se siente sola.
— Bueno, vos quedate tranquilo. Yo voy a hablar con ella ¿dónde está tu mamá?
— Es un secreto —dijo susurrando en su oído— está en salsa con tu hermana, me dijo que no te dijera nada, pero si la vas a ayudar, cuenta como una emergencia ¿verdad? —Hubo un minuto de silencio y luego agregó —En un rato viene a buscarme y vamos a cenar como cada viernes a casa de tu hermana.
— ¿Cómo cada viernes? —dijo sintiéndose traicionado por ella y por su hermana, pero corrigiendo su pensamiento al darse cuenta que su hermana lo haría para proteger a su amiga y Amelia para protegerse de él.
— Sí desde que nos fuimos de aquí.
— Bueno, no te preocupes, que ellas no van a saber lo que vos me dijiste. Campeón, tengo que irme, disfruta de tus abuelos y esta noche de tus amigos. — se dieron un abrazo, chocaron puños y acompañó a Tiziano hasta la puerta trasera. Vió como Tiziano iba hacia la casa de sus abuelos y una vez que entró cerró la puerta.
<<¡Hay que hago! Debo pensar un buen plan y tiene que ser rápido>>
—Leandro, tiene tres candidatos o al menos eso piensa Tiziano, ¿qué hago? quiero ir despacio porque yo la alejé, pero al mismo tiempo tengo miedo de perderla.
Editado: 03.02.2024