Muchas veces caemos en el desánimo, pensamos que no podremos alcanzar el perdón de Dios, cómo conseguirlo si Dios nos habla en lo secreto de la oración y nos muestra tan solo verdades grandes en la vida diaria, pero en circunstancias personales; muy en el entorno íntimo. Y qué hacer cuando vemos el pecado de otros, el cual muchas veces cometemos o cometimos antes nosotros mismos.
No somos conscientes y nos equivocamos como lo hacen los no creyentes o incluso de forma mayor. Cómo es que el amor de Dios nos puede alcanzar si pareciera no estar cumpliendo sus propósitos.
La vida se nos va terminando y nuestros anhelos se van alejando. Los propósitos de Dios se cumplirán, pero cómo hacer que ocurran porque, aunque tenemos certezas parecieran agotarse nuestras fuerzas; y nos llenamos de dudas ante la mirada de quienes simplemente nos juzgan, en tal sentido llegamos a parecer personas sin fe.
Un propósito firme es suficiente porque Dios nos lo ha demostrado un sinnúmero de ocasiones.
Entonces, si Dios va delante de nosotros; el cumplir nuestros proyectos siempre ha está presente, pero aún nuestros proyectos de vida aún no se logren, podríamos tener fe en que quizás no llegaran a cumplirse con nosotros en vida, pero podrían cumplirse si son del agrado de Dios tras haberse terminado nuestros días en la tierra.
En cuanto sepamos que para Dios nada le es imposible y que su poder trasciende la vida del hombre, esta fe hallará en nosotros tener una dirección del cual Dios coloque nuestros sentidos en la línea de su voluntad y de la gracia del espíritu.
Lucas 21, 17 – 19
Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
El texto que proviene de las sagradas escrituras da cuentas de la forma más cercana que los propósitos de Dios se cumplen aún fuésemos a perecer la muerte en la tierra, la salvación está siempre presente en quienes creen ahora y en la vida venidera.
El primer texto bíblico es un fragmento de uno de los muchos mensajes de Jesús en las buenas nuevas de los evangelios que significan lo mismo; nos lo dice para que no decaigamos al encontrar estas señales de dificultad en nuestro caminar.
No solo se tiene este mensaje en el evangelio tras la venida de Jesús pues ya en el principio, en los primeros hombres de la tierra se tenía la voluntad de Dios de tener la salvación; son los designios de Dios la de dar vida a los que siguen su camino de agrado a la luz de los hombres.
Génesis 4, 10
Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
Estas palabras las dijo Dios Padre a Caín tras haber dado muerte a su hermano Abel, pero Abel murió, él tenía el agrado de Dios, fue una muerte injusta y para Dios, la sangre de los justos no perece ni hoy ni antes ni nunca, recordemos un poco cómo es que se da su asesinato, el primer homicidio en la tierra. Abel era el segundo hijo Adán y Eva los primeros hombres en la creación.
Génesis 4, 1 – 5
El hombre tuvo relaciones sexuales con su mujer Eva, y ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Lo llamó Caín porque dijo: «¡Gracias a Dios he tenido un varoncito!» Después volvió a tener otro hijo, que se llamó Abel. Caín se dedicó a cultivar la tierra, mientras que Abel fue pastor de ovejas. Pasó el tiempo, y un día Caín le presentó a Dios una ofrenda de los frutos que cultivaba. Por su parte Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas, y se las llevó a Dios como ofrenda. Dios recibió con mucho agrado la ofrenda de Abel, pero no recibió con el mismo gusto la ofrenda de Caín. Esto le molestó mucho a Caín, y en su cara se le veía lo enojado que estaba.
Nosotros como humanos podemos pensar “que injusto Dios porque no pudo ver con el mismo agrado la ofrenda del hijo mayor de Adán y Eva, Caín, no le podía haber mostrado agrado como le mostró a Abel”. De la ofrenda de Caín no se muestra mayor detalle; pero si vemos el detalle de la ofrenda de Abel “Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas”.
Hagamos un recorrido por la biblia y encontraremos dos ocasiones claves quizás la primera más exacta que la segunda, aunque se muestran en más ocasiones; solo dos pueden darnos claras luces de porqué el agrado de Dios Padre por la ofrenda de Abel.
Génesis 22, 2
Y Dios dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Es el primer texto, este primer texto nos puede dar claras luces el agrado de Dios Padre la ofrenda de Abel.
Lucas 15, 29 – 30
Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
En este segundo caso parece algo más complicado, pero es de notar nuevamente una cría de entre las demás es el que es gorda. Aquel hijo mayor presa de ira al notar la fiesta por el retorno de su hermano mencionó “Has hecho matar para él el becerro gordo”.