La Voluntad de la Estrella Hermética (libro 1: La sala 9)

Episodio 4: Escena Séptima y Octava

Bahía Boato, Nodo Lingote, Sector Gnóstica

 

Bahía Boato, Nodo Lingote, Sector Gnóstica.

Las estructuras crisoelefantinas se desplazan lentamente por el cielo proyectado acoplándose y desacoplándose a criterio de los inquilinos. La profusión de detalles en su arquitectura es tal que no existen ni un solo ángulo recto en estos edificios trashumantes que recorren el área central del Nodo. Son grandes peonzas barrocas habitables y diseñadas para no llegar nunca tarde a una reunión de negocios o a una firma de contrato. Pues en esa ciudad no es la gente la que se traslada a las reuniones sino sus oficinas y masías, haciendo de las calles, parques y avenidas espacios peatonales solo aptos para el ocio y el paseo, donde abundan los jardines verticales puentes colgantes y los cursos de agua antigravedad.

EIDER nunca ha visitado el Nodo, pero, por lo que sabe de él, esa mezcla entre fastuosidad y pragmatismo no le sorprende. El edificio al que se acerca está, sin embargo, a nivel de suelo, flotando en el centro de una plazuela sobre una laguna artificial. El deslizador le ha dejado justo en la puerta. Dos de los hombres del Ministro Hammond le abren la puerta y se sitúan a ambos lados, a modo de escolta.

HAMMOND da unos golpecitos a la copa de champán que tiene entre sus orondas manos. Es como ver a un orangután coger una pajita. Desde la penumbra del interior del vehículo se dirige a EIDER con sarcasmo.

 

HAMMOND

Como ves soy un hombre de palabra, querida.

Espero, que aprendas mucho en esta suerte de "vanagloriado" museo. He dado aviso al Rector de tu visita y me ha dicho que uno de los Archivistas te guiará por el complejo. No me ha sido fácil, he tenido que mover unos hilos. Las Cámaras de la Erudición no están abiertas al público, exceptuando un ala que dedican a exposiciones divulgativas.

(señala a sus hombres)

Mis hombres te esperarán en la puerta de las cámaras. No intentes nada estúpido o lo sabré.

(señala al medallón que lleva en la pechera)

Y si te quitas ese precioso localizador también lo sabré.

 

EIDER

Tenemos un trato, Ministro. Mi intención no ha sido nunca otra que cumplir todos y cada uno de los puntos de nuestro acuerdo.

 

HAMMOND

Más te vale. Creo que ya sabes, querida, como me pongo cuando me enfado.

(da un sorbo al champán)

Menudo genio gasto. No puedo ser así.

 

EIDER

(piensa)

"Sí sé muy bien cómo te las gastas."

EIDER recuerda como días atrás había tenido que ver partir a los Falsarios, a su familia putativa en un transbordador hacia unos satélites al Nodo Mazorca o quizás el Nodo Filigrana. EIDER no quería saberlo. Si "elle" mismo no lo sabía nadie podría sonsacárselo.

 

MAMA FALSARIA

(en sus recuerdos)

No cedas, no olvides tu objetivo. Sé lo que estás haciendo. Nunca te pude disuadir, así que es hora de que te anime a ello. Y no te preocupes por nosotros, estaremos bien...

(MAMA le había dado un beso)

Y nos volveremos a ver, no te libras de nosotros tan fácilmente.

MAMA FALSARIA sabe una cosa o dos de empezar de cero. ¡Vaya que sí! ¿Verdad, cachorros míos?

Los FALSARIOS que se encontraban en la plataforma de despegue al escuchar esto alzaron las manos y gritaron con voz chillona y festiva.

 

FALSARIOS

¡Uh, uh!

 

EIDER aprieta los dientes recordando la escena y esperando de corazón que estuvieran a salvo.

Sin mediar palabra se da la vuelta, sabe que si habla con él el desprecio de su voz sería patente.

 

HAMMOND

Mientras tanto, yo he de ir a una importante reunión. Una inesperada, a la que nadie espera que asista. ¡Les encantará la sorpresa!




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