-A veces siento que mis luchas 
no sirven para nada. 
-Serán útiles 
el día en que sus recompensas 
logren darle 
tranquilidad a tu alma. 
***
Aunque estés lejos,
intento convencerme
de que todo sigue igual.
No sé muy bien por qué lo hago,
quizás sea 
para pretender
que ya no siento
ganas de llorar.