La Voz De Mi Mejor Amiga...

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Me enliste para irme y Jack me ayudo, le dije que iba a visitar a mi madre cuando en realidad no era así, se asustó un poco porque no sabía en donde era y ya estaba sospechando sobre nuestro plan y eso era… un poco alarmante.

-Cariño, no te quedes por allá mucho tiempo- me dijo abrazándome –No te preocupes baby, estaré bien-

Estaba nerviosa, me dijo que tomara un bus, tres horas de viaje y bueno… estaba preparada para todo, el mundo estaba normal, yo estaba nerviosa y mi amiga parecía que… se le estaba saliendo el alma del enojo que tenia ya que… ella estaba gritando en su interior, por venganza y justicia.

AL LLEGAR…

Pensaba que se le estaba saliendo los ojos por su ceño fruncido, era una entrada muy bonita, no era como en esos pueblos fantasmas de miedo con rumores de asesinato, estaba… como un pueblito normal.

Entre y la gente me empezó a mirar, parecía de una ciudad y alguien se me acerco…

-Tú no eres de aquí, no te habíamos visto antes-

 

 

 

“No te dejes engañar… esta gente busca hipnotizarte, aunque parezcan buenas personas no les creas, sigue mis órdenes como te las diga…

No respondas eso, pregúntale en donde queda la casa de Charlie y ve directo hacia allá, no dejes que te acompañen, ve tu sola, si te pierdes vuelve a preguntar y si te dan otra dirección, tratare de guiarte, si volteas te mataran, sospecharían, ya que… hay una flecha a tu izquierda y te está señalando o mejor dicho… me está señalando a mí, esa flecha está diseñada para señalar a los fantasmas, no preguntes porque… solo habla”

Me susurro en el oído con un poco de odio en su acento, no podía voltear, sospecharían de mi… tengo que actuar rápido, tengo que…

-Necesito ir a la casa de Charlie- dije sin titubear, directa…

-Está en el fondo… solo eso-

Seguí mi camino como me dijo, y volteé discretamente para ver aquella flecha y… si la estaba apuntando… que raro… quería irme, pero… no podía, tenía que ayudar a mi amiga.

(No pregunten)

Bien… a tu izquierda, alguien va a ponerte juego, sigue tu camino, no hables con nadie, tampoco me respondas porque sino… te mataran”

- ¡Hey!, niña! ¡Ven a jugar! -

“Sigue tu camino…”

Dios… en ese momento… sentí en mi pecho algo como si… tuviera en mi pecho una roca gigante y pesada… esa sensación… es una de las que… jamás olvidare.

- ¡No gracias! –

TE DIJE QUE NO RESPONDIERAS!”




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