La Voz De Un Sendero Entre Las Hojas

MACABRA ESCENA

MANSIÓN DE ICKTENER SIEDLUNG

— Ni un solo hombre quedó de pie. Ni uno solo cuando les he ordenado una sola cosa —vociferó Dabir Kazım— Todo lo que les he pedido fue traer ante mí a un insignificante ex policía.

Sentado sobre su silla, Dabir Kazım intentaba comprender lo que sucedía.

— ¿Y si Milo tiene razón y en verdad se trata de ese bastardo que intenta declararme la guerra? ¿Si es él quien se ha confabulado con el ex agente? Necesito un infiltrado dentro de aquella mansión. Debo saber sobre los movimientos de aquel engendro y de todo su entorno. Por sobre todo los de aquella pequeña que tanto adora. Si lo que pretende es tomar el lugar que alguna vez tuvo su padre. Me encargaré personalmente de repetir la historia. Aurora Majewski sufrirá el mismo destino que sufrió su madre y ese heredero miserable acabará llorando lágrimas de sangre.

 

CHEFS & BUTCHERS (RESTAURANTE)

No se trataba de ninguna gala, pero ahí se encontraba ella. Caída del cielo como la más hermosa de las estrellas.

Y allí se encontraba él, observándola, pues era todo lo que le quedaba mientras en la siguiente manera de hacerla feliz, pensaba, y sus malos actos lentamente lo desplomaban.

A su corazón ya lo daba por perdido. Amarla estaba prohibido. ¿Pero cómo enterraba todo aquel amor en el olvido?

— Es más fácil que yo me entierre vivo —pensó sin darse cuenta en voz elevada mientras bebia una copa de vino—

— Ah… ah… ¿Qué has dicho mi luz nocturna?

— No he dicho nada.

— Si lo has dicho… ¡Oh, mi bello príncipe de los viñedos! ¿Desde cuándo bebes vino?

— Desde ahora, Aurora. Estamos en un restaurante elegante por lo tanto pedir agua sería ridículo.

— ¿Por qué luces tan molesto?

— No estoy molesto.

— ¿Es por causa de toda esta gente?

— La gente ya me da igual, Aurora.

— Cómo digas. Karîm…?

— Mmm…

— Debo aprovechar esta ocasión para comentarte algo.

Sin replicar, Akins le hizo un gesto a Aurora para que hable.

— Iré de gira próximamente. Estaré fuera dos semanas.

— No me diga, señorita.

— Sí te digo.

— ¿De que gira hablas? ¿Una gira con el elenco de ballet?

— Karîm, te recuerdo que ya no hago ballet. Al menos no momentáneamente. Tendré una gira de dos semanas con NDM en los EEUU. Me ha vuelto a invitar y no puedo rechazarlo. Siento mucha emoción —decía mientras su bello semblante aún más le relucía—

El joven no hizo más que guardar silencio y esa actitud definitivamente no era normal para Aurora.

— ¿No dirás nada?

— No tengo nada que decir.

— Mientes

— ¿Cuándo será eso?

— Dentro de un par de semanas. Niall ya se comunicó con mi hermanita Gina Alicia, pero ella debe hablarlo contigo. Yo estoy adelantándote la información. ¿No te atreverías a prohibírmelo, cierto?

— Prohibirte solo si tengo motivos para hacerlo, Aurora.

— ¿Porque habría motivos? No los habrá.

— Eso ya lo veré yo, pequeña —dijo Akins mientras el mesero le servía otra copa de vino—

— ¿Se le ofrece alguna otra cosa, señor? ¿A las señorita, quizás?

— Nada más

— A mi me trae más champagne, por favor.

— Enseguida.

— ¿Quién te dijo a ti que puedes abusar del champagne, Aurora? Es más… ¿Quién te dijo que podías beberla?

— Estamos en un restaurante elegante, y pedir agua sería ridículo, Karîm. Además es un champagne muy ligero.

— Jefe, disculpe la interrupción —dijo Waldo acercándose para hablar entre susurros a Akins—

— ¿Qué dices, Waldo? ¿Te das cuenta de lo que me dices?  ¿Cómo es posible? —interrogó al Guardia visiblemente alterado poniéndose de pie—

— ¿Qué haré, señor? ¿Llamo a los refuerzos?

— No me has contestado. ¿Cómo fue posible que se hayan enterado que me encuentro en este lugar?

— No lo sé, jefe. El joven Ihsân acaba de comunicarse conmigo y me dio esa información.

— Llámalos. Llámalos entonces de inmediato y pídele a los guardias de Aurora que la saquen de aquí.

Waldo dio la orden de manera inmediata.

— ¿Karîm, qué sucede?

Con el corazón acelerado Aurora se puso de pie. Akins la tomó de una mano y rodeados de los guardias de la pequeña la condujo hacia un escondite. La bodega del restaurante ubicada en un subsuelo que sus guardias se habían encargado de averiguar.

— Necesito que te quedes aquí, mi ángel. Será por poco tiempo.

— ¿Por qué? ¿Qué sucede?




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