AALTO TEATHER BALLET – ESSEN
Gina Alicia se encontraba con sus alumnos en horas de ensayo para una obra, y durante uno de sus descansos, se percató en su móvil numerosas llamadas perdidas. Al ver qué se trataba de su hermano, alarmada decidió marcar.
— Por fin, diabla…
— Oye, prometiste que ya no ibas a tratarme de esa manera.
— Creo que dejé de ser bueno con las promesas hace mucho tiempo.
— Mmm… pues eso deberías dejárselo muy en claro a Aurorita que ha estado esperando tu regreso desde hace días, porque le prometiste que antes del fin de semana regresarías.
— Me temo que eso no será posible, pero no le digas nada. Sé de que manera contentar a mi angelito cuando regrese.
— ¿Puedo saber dónde estás, Akins?
— En Turquía, diabla. Específicamente en Taşucu, Mersin. Te hablo porque necesito que envíes un helicóptero privado aquí para mí.
— ¿Hermanito, tu que haces en Turquía?
— Créeme que tampoco sé qué hago aquí. Quizás sea cosa del destino, y debía enterarme en este lugar que el bastardo de Dabir Kazım está muerto.
— ¿De qué hablas?
— Me dirás que no te has enterado.
— Por supuesto que no. Nadie habló de eso aquí, Akins —decía palidecida al teléfono—
— Pues supuse que tu socio pudo habértelo contado.
— ¿Mi socio? No sé de que socio hablas. Estoy enterándome por ti ahora.
— En su tan anhelado operativo, Louis Wieber acabó con Dabir Kazım. Le tenía ganas desde hace mucho tiempo y finalmente ese cobarde lo logró. Si bien los resultados no fueron del todo como lo había esperado, acabar con Dabir Kazım supongo que le sabe a un consuelo.
— Hermanito, te juro que no tenía idea de lo que estás contándome. Si todo eso es verdad. ¿Sabes lo que significa, cierto? ¿El hecho de que Dabir Kazım esté muerto?
— Sé muy bien todo lo que significa el hecho de que ese inútil esté muerto, pero lo tomaré con mucha calma y cautela, hermanita. ¿Podrás enviarme hasta aquí el helicóptero privado que acabo de pedirte?
— ¿Para qué necesitas un helicóptero privado?
— Lo necesito, y necesito que me ayudes con eso. No me hagas más preguntas.
— Veré qué puedo hacer al respecto.
— Gina…
— Lo haré, cariño. Lo haré. Debo gestionar algunas cosas para ello. Saber si hay alguna pista de aterrizaje cerca, por ejemplo. Son muchos detalles por si no lo sabías.
— Supongo que sí hay una pista de aterrizaje aquí, pero te lo haré saber de inmediato si precisas de esa información.
— Hazlo y vuélveme a marcar luego.
— Está bien, pero no me dejes esperando mucho tiempo —dijo despidiéndose y colgando la llamada—
El corazón de Gina Alicia no pudo evitar oprimirse luego de aquella conversación con su hermano. Intentando asimilar la noticia acerca de la muerte de Dabir Kazım y que a partir de ese momento, como segundo accionista mayoritario de Bahar Malak, absolutamente todo el poder pasaría a poder de Akins. Otorgó un receso de 10 minutos a sus alumnos antes de dirigirse hasta su camerino dónde permaneció pensativa y en absoluto silencio.
— ¿Wieber mató a Dabir Kazım? ¿En verdad ese miserable está muerto? —se preguntaba a sí misma con las manos puestas en el pecho—
Aturdida, intentó componerse antes de marcar a su esposo, pues era la única persona con la que podía conversar acerca de todo y desahogarse con esos asuntos. No obstante, prefirió no contarle nada a través del teléfono. Le pidió que viniera a buscarla al Aalto Teather porque necesitaba volver a la mansión cuánto antes.
— Quedamos en qué pasaría a buscarte cuando acabaran tus clases. ¿Sucedió alguna cosa, mi amor? Te encuentras bien.
— Estoy bien, Michael. Necesito retornar a la mansión para resolver un asunto. Pospondré en estos momentos la última hora que queda de ensayo con mis alumnos.
Michael quien la conocía como la palma de su mano, no le creyó en absoluto, sin embargo, decidió no hacerle más preguntas e ir por ella de inmediato hasta el Aalto Teather.
— ¿Vas a contarme que te sucede?
— Wieber lo hizo a propósito.
— ¿De qué hablas?
— Mató a Dabir Kazım sabiendo perfectamente que mi hermano quedaría a cargo de toda Bahar Malak. Ahora andará tras sus pasos con la única intención de hundirlo y acabar con las organizaciones clandestinas que han sido su único objetivo siempre. Y verá una muy buena manera de vengarse de él por las últimas desavenencias que han tenido.
— ¿Dabir Kazım está muerto? —preguntó Michael Bruchhagen igualmente sorprendido—
— Michael, yo necesito ir a dónde se encuentra mi hermano. Acaba de llamarme para pedirme un helicóptero privado, y necesito saber para que lo quiere —proseguía visiblemente afectada—
— Oye… Cálmate, Gina. ¿A dónde se supone que irás? Donde sea que se encuentre el demente de Karîm, quítate esa idea de la cabeza.
— No hables de ese modo. Sabes que no me gusta que lo ofendas en mi presencia. Akins dijo que se encuentra en Taşucu y necesita un helicóptero privado.
— Lo que sea que te haya dicho, tu no vas a inmiscuirte en sus asuntos.
— No voy a darle la espalda a mi hermano. Ve quitándote tu esa idea de la cabeza, Michael.
— Me cuentas que Wieber mató al miserable de Dabir Kazım. Que a partir de ahora irá tras tu hermano, ¿Y a pesar de todo pretendes que yo deje que te involucres en esos asuntos tan turbios?
— No voy a seguir discutiendo contigo en el coche. Es más, ni siquiera lo discutiremos en la mansión, por lo tanto espero que respetes mi decisión.
— Por supuesto que no lo discutiremos más porque no irás a ninguna parte.
Enfurecido y contundente en sus palabras, Michael Bruchhagen aceleró el coche rumbo a la mansión de Byfang.
PUERTO NUEVO – LIMASSOL
Bojdan se había pasado el resto de la madrugada trabajando no solo en el desbloqueo de los radares y rastreadores del gran barco de cargas, sino también en el desbloqueo de todos los contenedores que posteriormente debían atravesar por un proceso de verificación que le tomaría a todo el equipo como mínimo dos días.
Con rehenes capturados y apoderados del barco con todas sus cargas, vestidos de inspectores portuarios, parte del equipo de Einar Steen dispuso del grúa pórtico para contenedores, de modo a proceder con la descarga de cada uno, pasándolo al muelle para su revisión.
— Lo hemos documentado todo, pero a su vez no tenemos nada. Absolutamente nada de cargamentos ilegales en los contenedores —decía el ex agente Steen, preso de la ira, derribando todo a su paso— ¿Cómo demonios es posible? Necesito saber que fue lo que sucedió.
— Pues muy probablemente lo que mencionó uno de los rehenes, señor.
— Otro barco. En verdad existió otro barco y se lo robaron —pensaba en voz elevada recordando las palabras de uno de los cuervos—
— Si eso en verdad fue así —habló Bojdan— quien se encuentre detrás del robo de ese barco, ha de tener tecnologías muy avanzadas y un muy experimentado hacker trabajando de su lado.
Steen permaneció en silencio pensando.
— Un muy experimentado hacker —repitió las palabras de Bojdan en su mente— Sacudió la cabeza de solo pensar en la idea descabellada que se le acababa de atravesar.
— Eso no podría ser posible —acabó pensando en voz elevada—
— ¿Qué cosa? —preguntó Hoffmann—
Steen, con los ojos encendidos de furia, lo observó fijamente, volteando luego a ver a Bojdan.
— El hijo de Yasâr no podría estar detrás de todo esto. Ese demente vive en las nubes. Simplemente jamás se atrevería —decía intentando engañarse a sí mismo con sus propias palabras—
Hoffmann y Bojdan se observaron mutuamente mientras el ex agente quién ya no podía escapar de los pensamientos de aquella posibilidad, se daba golpes en la cabeza.
— Akins tenía absoluto acceso a toda la información que mis ex oficiales y yo habíamos recopilado durante años. Un día simplemente ya no nos permitió el ingreso a la mansión de Byfang, y durante semanas perdimos todo acceso a las computadoras, sistemas operativos, radares y rastreadores que se encontraban en la sala de monitoreos dentro de la mansión.
— Agregaré un detalle para ti que quizás lo has dejado pasar. El hijo delincuente de Najib Majewski qué ha estado desaparecido durante más de un año huyendo de las autoridades. Un legítimo Hasnan con sangre delincuencial y a su vez de astucia e inteligencia. Nieto de un ex agente encubierto Bielorruso. Imagino que conoces de sobra la historia —decía Bojdan—
— Ihsân…. Ihsân Majewski
— Su padre ha intentado entregarlo a las autoridades en numerosas ocasiones, sin embargo nunca pudieron atraparlo. A sus 17 años posee encima tres cargos graves por vulnerar los accesos transaccionales de tres importantes bancos internacionales.
— ¿Qué demonios acabo de hacer? Si es verdad que Akins se ha confabulado con ese primo delincuente y se robaron el barco con cargas de contrabando atracado en Puerto viejo, y yo maté a Dabir Kazım, significa que acabo de poner todo el poder en sus manos. Absolutamente todo.
— Pues si todo eso es verdad y el jefe se entera, terminará por estallarle ese corazón artificial que lleva —acotó Hoffmann haciendo referencia a Said Majewski—
— Yo se lo he dicho y sostenido siempre a Yasâr. Su hijo no es solo diez veces más astuto e inteligente que él. Es diez veces más peligroso, cruel y sanguinario. Ese chico tiene la cabeza dañada y si se encuentra lejos de la única persona que logra mantenerlo centrado, es capaz de lo que sea con tal de salirse con la suya.
Culminando aquellas palabras dio media vuelta y con raudos pasos se dirigió hasta una de las casetas donde se encontraban todos los detenidos. Al ingresar de inmediato se acercó hacia ellos.
— Escúchenme muy bien todos. Haré la misma pregunta dirigida para cada uno y tendrán una sola opción. Responder. Quien no lo haga, sepa que morirá aquí mismo y su cuerpo será arrojado al mar donde ni siquiera las alimañas les querrá de alimentos. ¿Quienes asaltaron el barco encallado en puerto viejo? ¿Fueron los propios cuervos?
Nadie contestó, entonces el ex agente quien apenas lograba contenerse, ordenó a sus hombres colocar a todos los rehenes juntos en medio del espacio, mientras él, con un arma en mano giraba en torno a ellos como una ruleta.
— ¿Qué tipo de cargamentos había en el barco que atracó en Puerto viejo? ¿Quienes asaltaron ese barco?
— Todos los tripulantes de este barco le responderemos lo mismo que ya hemos dicho antes. No sabemos nada de otro barco —habló uno de los capitanes de cubierta del barco de gran porte— y no tenemos conocimiento de lo que guardan los contenedores. Nos encargamos de seguir la ruta trazada que nos han entregado y al llegar al puerto establecido, firmamos el ingreso con presencia del jefe de inspectores portuarios quien debe encargarse de confirmar el desembarque no solo a las autoridades del puerto donde acabamos de encallar sino también al puerto del cual zarpamos, y por último, como paso más importante, se le comunica a cada una de las empresas a las cuales pertenecen los cargamentos que acaban de llegar.
Sin una aparente gota de confianza en las palabras del capitán de cubierta, observó por unos instantes al resto de los tripulantes y posteriormente volteó de nuevo hacia uno de los cuervos. Específicamente en el que le había mencionado sobre el barco de menor porte encallado en Puerto viejo.
— ¿Aparte de Voronyi Klych que otros grupos de piratas operan en la zona?
El cuervo no contestó
— Dijiste que han atacado este barco tomando represalias por la mala jugada que les ha hecho Dabir Kazım y Bahar Malak. ¿Aparte de esos niños que secuestraron, qué otro cargamento debía recibir Voronyi Klych?
En vista que no recibía respuesta alguna, Einar Steen activó el martillo de su arma apuntando al cuervo en la cabeza.
El cuervo, mirando al ex agente fijamente a los ojos dibujó una sonrisa sarcástica en su rostro.
— Diga o no lo que quieres escuchar, de todos modos vas a matarme. Te desquitarás contra todos nosotros por causa de un desconocido que te ha visto la cara de imbécil. Somos los únicos piratas operamos en los principales puertos de Chipre, por lo tanto te digo que Voronyi Klych no tuvo nada que ver con el robo de esos cargamentos de contrabando.
— ¿Qué tipo de cargamentos eran?
— Armas de todo tipo, y joyas con valores inimaginables. Quien haya estado detrás del robo de ese barco, acabará forrándose en dinero si es que no lo ha hecho ya —contestó el cuervo dejando convencido al ex agente de que Voronyi Klych nada tenía que ver con aquel suceso y que posiblemente sus descabelladas sospechas acerca de que Gregg Akins estuviera detrás de todo, no las eran del todo.
— Señor —irrumpió Hoffmann— el helicóptero está en camino y llegará por nosotros pronto. Es necesario abandonar cuanto antes este lugar pues no habría manera de zafar de las autoridades un día más.
Sin decir nada, Steen observó a Hoffmann y simplemente asentó.
— Las autoridades portuarias podrían intervenir pronto este lugar. Incluso las empresas que contrataron a Bahar Malak empezarán a hacer presencia aquí a falta de noticias.
— Si… Nos iremos y llevaremos a Kozloi y a este cuervo con nosotros.
— ¿Está seguro? ¿Qué haríamos nosotros con ellos?
— Hay niños desaparecidos, Hoffmann, y no me quedaré de brazos cruzados con respecto a ese tema. Sé que en algún momento estos individuos nos servirán de mucho. El resto se quedará aquí acompañado de este alimento de gusanos —decía mientras arrastraba la bolsa negra en la que habían introducido y envuelto el cadáver de Dabir Kazim— No se preocupen que no permanecerán por mucho tiempo junto a este cadáver maloliente porque las autoridades no tardarán en intervenir el muelle.
Todos amontonados y amarrados dentro de una sola caseta para que no escapen, los rehenes fueron trasladados. Posteriormente, reunidos en grupos todos los miembros del equipo, se alistaron para abandonar Limassol y retornar a Alemania.
MANSIÓN DE TAŞUCU – MERSIN
— ¿Lograste averiguar alguna cosa?
— Nada… no entiendo ni media palabra de lo que dicen esas niñas y tampoco los niños.
— ¿Qué haremos entonces?
— Esperar…
— ¿Esperar qué?
— A que tu hijo encuentre una manera de poder comunicarnos con los niños.
— Si yo fuera tu, no confiaría nada en ese chico, Akins. Te recomiendo que tengas mucho cuidado y procures estar al pendiente de cada paso que de.
— Mmm… Sé muy bien cómo tener en la mira a ese pequeño delincuente, por lo tanto no te preocupes. ¿Sabes? Hablé con Gina y enviará para nosotros un helicóptero privado.
— ¿Aquí? ¿Le dijiste dónde estamos?
— Exactamente aún no, pero tendré que hacerlo. Es hora de que volvamos a Alemania, pero antes, necesito en verdad solucionar lo de esos niños, de lo contrario no podré estar tranquilo.
— ¿Qué harás si en verdad resultan ser hijos de personas involucradas con La Mafia?
— Tío, son niños inocentes. ¿Qué podría hacer más que devolvérselos a sus padres sin importar lo que sean.
— Suena enternecedor, pero oye lo que voy a decirte. Estás personas pueden resultar tan vengativas como leales, dependiendo de la posición que pises si te atraviesas en sus caminos. Si todos estos niños resultan ser lo que sospecho, el clan tendrá una gratitud y lealtad muy grande hacia ti por devolverles sanos y salvos. En pocas palabras, te convertirás en parte importante de ellos y estarán siempre allí para lo que necesites.
— No espero ni necesito ningún tipo de gratitud. ¿Pero si así fuera, eso te parece muy malo en verdad?
— Nunca será nada bueno tener vínculos con la mafia por muy buenas que hayan sido las razones.
— No tendré vínculo alguno con ningún miembro de la mafia. Deja esa paranoia y mejor contéstame una cosa. ¿Sabes si esta mansión posee una pista para el aterrizaje de helicóptero?
— Creo que si lo tiene.
— Necesito que me lo confirmes para poder informárselo a Gina. Háblale a la dueña de esta mansión y coméntale, por favor.
— Lo haré porque en verdad también ya deseo volver a Alemania. Mi esposa podría parir en cualquier momento y no me perdonará jamás si no estoy allí acompañándola.
Mientras tanto en la habitación de las niñas, retornó el joven Ihsân, pues el mismo había quedado en un acuerdo con la mayor de las hermanas que no dirían ni una sola palabra que pudiera dar indicios de comprensión a cualquier persona de esa mansión y por sobre todo al persistente de Akins.
Ihsân contaba ya para ese entonces con sus propios planes, y para ello le resultaba más que conveniente que la joven Vasilisa confiara ciegamente solo en él.
— Сегодня же я свяжусь с твоим дедушкой. Очень скоро ты, твои сестры и твои двоюродные братья вернетесь домой. (Hoy mismo me pondré en contacto con tu abuelo. Muy pronto tú, tus hermanas y tus primos regresarán a casa)
Feliz, emocionada y sonriente, la joven Vasilisa en verdad había depositado toda su confianza en Ihsân, ciegamente.
— Я обещаю, что с тобой ничего плохого не случится. (Prometo que nada malo va a sucederte)
Ihsân con ambas manos sostuvo suavemente las mejillas de la joven y besó sus labios. Sonrojada, ella volvió a sonreír correspondiéndole con un abrazo. Se puso de pie y hasta la puerta se dirigió con raudos pasos.
— Я буду с детьми в саду. Ты придешь позже? (Estaré con los niños en el jardín. ¿Vendrás luego?)
— Я приду. Жди меня там. (Iré. Espérame allí)
#16015 en Novela romántica
#3588 en Thriller
#1403 en Suspenso
intriga. suspenso, drama -romance, mentira traicion y secretos del pasado
Editado: 10.01.2025