Grace.
Abrí mis ojos poco a poco, ya estaba en mi habitación pero ¿Por qué me dolía tanto la cabeza? Rebusque en mis recuerdos y sentí como toda aquella tristeza me rodeaba de nuevo, recordé todo lo que había pasado, la manera en que de un día para otro la persona que más amaba se iría de viaje y no solo eso, se casaría con otra persona.
La misma incógnita seguía, ¿Por qué lo hiciste?Aunque ahora la más importante era, ¿Que voy a hacer? ¿Voy a deprimirme? ¿Que todo el mundo vea el daño que me hiciste? ¿Que voy a hacer sin ti Alan? Tú siempre fuiste la estrella guía y ahora ya no estás.
¿Por qué me sentía así de mal? ¿Por qué me enamore de tí?
No tenía ni una puta respuesta para todo eso! Pero si sabía algo, necesitaba un baño, saque fuerzas para meterme a la ducha y sí! Llore de nuevo, me hundí de nuevo, pero si de algo estaba segura es que no quería que todo el mundo me viera triste o llorando por el que de ahora en adelante no debe ser nombrado.
Así que en ese momento tome una decisión la cual también era una promesa... nadie me Hiba a ver llorar por el que no debe ser nombrado.
Después de la ducha, me vestí con lo primero que ví era lo que menos me importaba en éstos precisos momentos y me prepare para salir de mi habitación.
Al salir veo en la cocina a mi changa favorita, Morgan haciendo el desayuno, en cuanto siente mi presencia gira para verme.
Ya debe estar enterada de todo gracias a los estúpidos medios de comunicación, me mira preocupada...¿Tan mal me veo? Digo debo tener unas ojeras impresionantes sin contar lo hinchados que están mis ojos peroooo Hiba a estar bien...creo.
–Hola changa, ¿Cómo te sientes?
¿Cómo me siento? De la mierda.
Pero ya había hecho una promesa...¿Cómo le hacía la gente que no lloraba frente a las personas? ¿Cómo le mentía a Morgan sobre mi estado de ánimo? Ni siquiera podía sonreír sin que una lágrima se saliera!
Me trague el maldito nudo en la garganta y respondí.
–Mal...pero voy a estar bien.
–Su avión aún no sale... necesitas una explicación de parte de el ¿No crees?
Nop.
Mi mente rechazo por completo esa idea, ni siquiera podía mencionar su nombre en mi mente y Morgan quería que yo exigiera una explicación, yo tenía que olvidarlo pero obvio no Hiba a poder si el mundo me lo recordaba a cada rato.
–No...no quiero nada que venga de el Morgan y te voy a pedir por favor que no lo menciones, no toques ese tema, no quiero hablar de eso.–Ella me mira un poco asombrada y triste pero termina asintiendo, vuelve su atención a la estufa mientras que yo me siento en una de las sillas, pongo mi cabeza en la mesa y la cubro con mis brazos.
–El vecino sexy te trajo, ¿Enserio no quieres contarme lo que pasó anoche?
Suspire pesadamente, ¿Que tan difícil era entender que no quería hablar de anoche?
–Pues me enteré de el dichoso evento, fuí, lo ví y me fuí, cuando llegue aquí aventé todo, Will lo escucho tocó la puerta, me vió mal, me llevo a su departamento y me dió un te, me quedé dormida y desperté aquí.–Dije lo más rápido que pude con la cabeza aún pegada a la mesa, así como cuando te tomas la medicina lo más rápido que puedes para no sentir su sabor.
–De acuerdo, ya están tu hotcakes.–Dijo con ánimos, pero la verdad no tenía hambre.
–Te soy sincera...no tengo ni una pizca de hambre.–Levanto mi cabeza.–¿Me los guardas?–Ella me mira con desaprobación, cuando era un poco más adolescente tuve un problema con mi alimentación, pero de verdad que hoy no tenía hambre.–Porfis, te prometo que me los voy a comer después.
Morgan me mira como cuando mi papá se daba cuenta que no me tomaba la medicina.
–De acuerdo Grace, pero recuerda que no estás sola, tienes a tus amigas y amigos, te ayudaremos a superar esto.–Solo eso basto para que yo ha quisiera llorar, pero me contuve.
–Tranquila changa, estoy bien.–Medio sonrío, ella suspira y se sienta a deayunar.
–Tengo que visistar a nuestro veino...
–De acuerdo.–Sonríe y yo le devuelvo la sonrisa, tomo mi chaqueta y camino a la puerta de mi vecino, tenia que agradecerle por toda la ayuda que me dió anoche, no hablamos de nada de lo sucedido pero aun así queria agradecerle por el abrazo y el té.
El cielo era gris, todo lo veia en blanco y negro, todo era tan triste. Toco con con mi mano la puerta y no pasan mas de dos minutos cuando Will sale con un pantalon chandal y una playera blanca, me sonríe.
–Hola Will...–Lo miro con una sonrisa de labios cerrados.
–Hola bonita...¿Quieres pasar?–Asiento moviendo mi cabeza, el se aparta dejándome pasar.
–Queria darte las gracias, por lo que hiciste por mi ayer.–Dije en voz baja, no quería hablar de anoche pero tenía la necesidad de contarle a alguien como me sentía.
–No te preocupes Grace, no fue nada.–Dice sentándose en el sillón, dudosa me siento a su lado.
Nos quedamos callados un instante, no sabía cómo decirle, no sabía ni que decirle. Siento como pone su mano sobre la mía.
–Puedes contarme o decirme lo que quieras.–Su mirada me transmitía confianza, me transmitía la paz y felicidad que el tenía.
–Anoche...mi "novio"–Dibuje las comillas con mis dedos.–Se comprometió con otra chica...y no sólo eso también se fue de viaje.–No pude contenerme, ya estaba llorando.
El me miraba sorprendido como si fuera imposible.
Yo también pensé que era imposible.
–¿Cómo así? ¿Qué fué lo que pasó?–Me pregunto mientras envolvía mi cuerpo en un abrazo reconfortante, solo sacudí mis hombros.
Ni yo sabía la razón.
–Un momento...no sabes el por qué, ¿Verdad?–Negue con la cabeza.–Mereces una explicación Grace.
–No...yo no quiero, no quiero verlo.–Parecia una niña pequeña, pero es que me sentía tan mal, sabía que si lo veía Hiba a correr a sus brazos y exigiría una explicación, pero realmente, ¿De que serviría? Una tonta explicación no cambiaba el hecho de que Hiba a casarse.