Laberinto de amor

Capítulo 7: Su historia. Nuestra historia.

Paúl

Después de acogerla entre mis brazos por más de tres minutos me separé de ella y sin poder contenerme deje un pequeño beso en sus labios.

Quise ir despacio para no asustarla. No quería que se alejara de mi.

—¿Cuál es tu historia? -pregunto Rhea en el momento en que nos separamos.

Suspiré y apreté su mano.

Me costaba recordar algunas cosas pero por ella las volvería a revivir.

—Tenia diez años cuando supe por primera vez de ti. Mi abuela fue la encargada de decirme que el amor de mi vida estaba lejos y que tenía que ir por el. No sabes lo contento que me sentí al saber que tendría lo que veía que tenían mis padres, pero lastimosamente la felicidad del momento no había durado mucho porque tan solo unos pocos minutos después le informaron a mis abuelos que el avión en que se transportaban mis padre había colapso. Y justamente hablan pasado solo tres horas de que mis padres de habían casado.

»—Justo en este lugar. En el laberinto del amor. -solte un suspiró cansado al recordar este lamentable hecho y Rhea apretó mi mano con fuerza. —Después de saber estoy me encerré en el trabajo dejando el amor de lado hasta algunos meses, justo cuando mi abuelo murió. Sus últimas palabras ese día fueron estás: La hermosa historia se repetirá, Paúl. El laberinto del amor será lugar donde ambos se encuentren. No la dejes ir... Ábrete al amor, ve por ella.

Rhea hizo una mueca al escuchar estas palabras salir de mi boca y posteriormente con timidez dejo un beso en mi mejilla.

—¿Cuál es tu historia? -inquirí cuando ella se separó de mi.

Rhea soltó un suspiro y desvío la mirada.

—Soy huérfana, no tengo a nadie más que a mi mejor amiga Liliana. Gracias a ella salí de las calles, deje de robar por ella. -ante esta confesión sus ojos se aguaron, y yo la atraje hacia mi pecho. —Que Liliana me ayudará, logró que su familia se pusiera en su contra a tal punto que le quitaron todo. Su dinero, su auto, sus joyas, todo. Perdió todo por escogerme a mi. Por mi culpa ella dejó de ir a la universidad, por mi culpa...

Las lágrimas salieron de los ojos de ella y yo la abrace con fuerza.

De ahora en adelante ella me tenía a mi. Yo sería su soporte cuando todo se derrumbe. Sería una ayuda idónea para ella, porque ella lo merece. Seré ese hombre que ella necesita, y mucho más...

Limpié sus lágrimas y posteriormente deje el camino que ellas habían dejado en su mejilla.

—Desde este momento pasaremos la página de nuestra triste historia, quedará en el olvido. Porque empezaremos a escribir nuestro final feliz. -acaricie su mejilla y ella cerró los ojos —Empezemos a escribir nuestra historia, Rhea.

Ella se alejó de mi y yo acaricié su rostro.

—Empecemos a escribir nuestra historia, Paúl -ella dictaminó con una sonrisa en sus labios y yo sonreí ante esas palabras. —Pero no te dejaré pasar lo que me hiciste, millonario idiota.

Negué con la cabeza y ella entrecerro los ojos.

—No quiero que lo dejes pasar...

 




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