Labios Sangrientos

Capítulo 21

El Barco del Sol, un ágil cúter con velas de cobre, navegaba hacia el oeste. Elara y Kael estaban a salvo, pero la tensión en la cubierta era palpable. La tripulación, leal a la Guardia del Sol, trataba a Kael con una mezcla de reverencia y sospecha, y a Elara con cautela.

​Elara se encontraba en la pequeña enfermería, donde un curandero revisaba a Kael. La Infiltrada estaba exhausta, su piel pálida y sus músculos temblaban, pero no por el frío.

​"Su energía está peligrosamente baja, señorita Kaelen," dictaminó el curandero, con el ceño fruncido. "La magia de Desactivación se ha agotado por completo. Actuó como un escudo de sacrificio, y la reversión de la fuerza de la Alta Sacerdotisa la drenó hasta la última reserva."

​Elara sintió un escalofrío. El Juramento de Kael había sido literal.

​"Ella estará bien, pero tardará semanas en recuperar una fracción de su magia," explicó el curandero a Elara. "Y la magia de Desactivación, su habilidad más especializada, podría no recuperarse nunca. Ese fue el Precio de la Magia que pagó para anclarte, Consagrada."

​Elara se sentó junto a la cama de Kael. La Infiltrada abrió los ojos, sus labios se curvaron en una sonrisa débil.

​"Te dije que no me drenaría," susurró Kael, su voz apenas audible.

​"Te sacrificaste," replicó Elara, sintiendo un dolor agudo. "Me diste tu defensa. Me diste tu arma."

​"Te di mi verdad. Y a cambio, tú obtuviste la vida," dijo Kael. "La magia de Áuryn es la codicia; la nuestra es la Transferencia. Mi Transferencia de sacrificio te dio la fuerza para vencer a Lyra."

​Elara tomó la mano de Kael, sintiendo el frío de su piel. "Pero ahora eres vulnerable. Y aún debemos enfrentarnos al Reino del Sol. ¿Qué les dirás? Les trajiste una Consagrada de Áuryn, y sacrificaste tu mayor habilidad."

​"Les diré la verdad que encontré en la Gran Torre," Kael intentó levantarse, pero Elara la detuvo. "Elara, tú eres la prueba. La Transferencia Revertida no es solo un poder; es una amenaza existencial al sistema mágico de Áuryn. El Reino del Sol no puede ignorar eso."

​Kael miró a Elara con una intensidad desesperada. "Hay algo más. El curandero encontró esto cuando me estaba revisando."

​Kael levantó su cuello de la almohada, revelando la nuca. Allí, donde la piel era clara, Elara vio un tatuaje minúsculo y casi invisible. No era una marca de nacimiento. Era una runa de Seguimiento.

​"Cuando me uní a la misión, el Consejo del Sol me implantó esto. Era mi seguro: si moría, activarían un hechizo de borrado de información. Pero ahora... es una forma de control. Si desobedezco la orden del Consejo de convertirte en un activo político, activarán esta runa y mi vida estará en peligro."

​Elara sintió que el aire abandonaba sus pulmones. Habían escapado de la Prisión de Oro de Lyra, solo para caer en la Prisión de Plata del Reino del Sol.

​"¿Y cuál es su orden?" preguntó Elara.

​"Me ordenaron llevarte a la capital y que tú, la 'Consagrada Redentora', seas presentada como la clave para iniciar la Guerra de la Verdad contra Áuryn," Kael cerró los ojos, el peso de la traición era pesado. "Tendremos que mentir una vez más. Tendremos que jugar a su juego. Pero esta vez, lo haremos juntas."



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En el texto hay: fantasia épica, romantasy

Editado: 03.10.2025

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