Labios Sangrientos

Capítulo 26

La reunión estratégica se llevó a cabo en la Sala de Mapas de la Ciudad de Mármol. El ambiente era de tensión y brillo pulido, donde las intenciones eran tan afiladas como las espadas.

​Elara se presentó con Kael a su lado. Elara vestía un sencillo pero elegante atuendo del Reino del Sol, un símbolo forzado de lealtad. Kael, con el uniforme de la Guardia del Sol, parecía frágil por el agotamiento, pero su mirada era de acero. El Beso de la Curación había debilitado la Runa de Seguimiento, pero la vigilancia de su madre la hacía un blanco fácil.

​La Alta Comandante Sorina presidía, flanqueada por el Comandante Varen, primo de Kael. Varen miró a Kael con una mezcla de lástima y desprecio.

​"La Misión de Redención es un riesgo que el Consejo solo acepta por la promesa de la Consagrada," declaró Sorina, sin mirar directamente a su hija. "Si Áuryn se resiste, Kaelen será responsable de la vida de la Consagrada. Sus órdenes son claras: regresan en tres meses con la prueba del desarme de las Torres de Drenaje, o se enfrentarán a la ley."

​Elara tomó la palabra, asumiendo su papel de líder de la misión. "El plan es la infiltración silenciosa. Usaremos mi conexión con los Consagrados para debilitar el sistema de Torres desde dentro. Necesitamos un equipo pequeño de apoyo logístico, no una fuerza militar."

​Varen golpeó el mapa extendido con un bastón. "Una misión de espionaje es una locura. La única opción es una fuerza de asalto. Debemos mostrar poder. Propongo que yo dirija un escuadrón de la Guardia de Élite para asegurar las Torres mientras la Consagrada realiza su... curación."

​Elara sintió la trampa. La presencia de Varen significaba guerra. Más importante aún, Varen sería un espía directo de Sorina, lo que haría imposible que Elara y Kael llevaran a cabo su verdadera misión: desmantelar ambos reinos.

​"La presencia de la Guardia de Élite anularía la misión," argumentó Elara con firmeza. "Si Áuryn detecta su magia militar, huirán. La Redención debe ser vista como un acto de paz, no de invasión. Confío en que la Comandante Kaelen puede asegurar la logística sin comprometer la misión."

​Varen sonrió con malicia, dirigiendo su ataque a Kael. "Con todo respeto, Consagrada, la Comandante Kaelen ha demostrado ser... poco fiable. Su magia de Desactivación es nula. En la incursión, ella será un pasivo."

​El ataque de Varen era directo y cruel. Kael apretó la mandíbula, pero se mantuvo en silencio, respetando la estrategia que habían acordado: Elara lideraría públicamente.

​En ese momento, Elara se dio cuenta de que la corte no era un lugar para la honestidad, sino para la Traición.

​"El Comandante Varen tiene razón," dijo Elara, dando un paso adelante y tomando la mano de Kael, un gesto que escandalizó a Varen.

​"La Comandante Kaelen no tiene su Desactivación. Ella la transfirió a mí. Ahora, su magia es mi ancla y mi fuerza. Kaelen ya no es una soldado de la Desactivación; es la Canalizadora de la Transferencia. Si ella cae, mi poder desaparece. Por lo tanto, si Varen intenta comprometer su seguridad, él estará arriesgando la misión y la vida de la 'arma' que ustedes tanto valoran."

​La audacia de la mentira era asombrosa. Elara acababa de confirmar el Secreto Compartido públicamente, pero dándole un giro estratégico. Había convertido la debilidad de Kael en la mayor amenaza contra Varen.

​Sorina observó la escena, sus ojos azules fijos en el entrelazamiento de las manos. Sabía que Elara estaba mintiendo sobre el propósito, pero la lógica era impecable. Atacar a Kael era atacar la misión.

​"Suficiente," cortó Sorina, golpeando la mesa. "La Misión de Redención procederá según el plan de la Consagrada. El Comandante Varen se quedará aquí. Kaelen, tú te encargarás de la logística. No se tolerará ningún error. La partida será al anochecer."

​Kael y Elara abandonaron la sala. En el pasillo, sus manos se soltaron, pero sus miradas se unieron.

​"Eso fue lo más imprudente que he visto en toda mi carrera," susurró Kael, con una mezcla de horror y fascinación.

​"Les di la verdad, pero les vestí la mentira," replicó Elara, sonriendo. "Ahora, mi debilidad es tu fuerza. La Traición en la Corte fue necesaria, Comandante. Tenemos las órdenes, tenemos el tiempo y tenemos que ir a casa."



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En el texto hay: fantasia épica, romantasy

Editado: 03.10.2025

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