Labios Sangrientos

Capítulo 51

​El regreso a la Ciudad de Mármol fue un viaje de triunfo silencioso. Kael, con Varen encadenado y Elara débil pero viva a su lado, había cumplido su juramento. El Templo del Sol Olvidado y los viejos fantasmas de la guerra se quedaron atrás.

​La Guardia de la Verdad, liderada por el Capitán Darío, había asegurado la ciudad. Kael se dedicó inmediatamente a la política: el juicio a Varen por alta traición y el establecimiento de los pilares del nuevo gobierno.

​Elara se quedó en el Hemiciclo. Su recuperación fue lenta. La absorción de la trampa de drenaje de Sorina la había dejado no solo sin magia, sino al borde del agotamiento físico y espiritual. Kael apenas se separaba de ella, sirviendo no solo como su protectora, sino como su ancla de vida.

​La Última Cadena Rota

​Una semana después de su regreso, Elara intentó usar la Transferencia para curar un pequeño corte en el brazo de Kael. No sintió nada. La conexión con su propio poder era nula.

​"Temo que mi magia se haya ido, Kael," susurró Elara, la frustración nublando sus ojos. "Pagué demasiado caro por el Pacto de la Transferencia."

​Kael la abrazó con ternura. "Tú eres el pacto, Elara. Tu magia es la verdad. Y la verdad no desaparece."

​Kael, recordando la furia y el sacrificio de Elara en el templo, le sugirió: "Concéntrate en la liberación, no en la curación. Cuando absorbiste ese drenaje, fuiste más allá de tu destino de Consagrada. Piensa en el Juramento Roto y en la libertad que ganaste."

​Elara cerró los ojos, meditando. Se enfocó en el dolor del sacrificio. La visión de la Ciudad Flotante, de la Prisionera de Oro y de la carga de la profecía de Áuryn se agolparon en su mente. Ella había pasado toda su vida siendo un recipiente para un poder que pertenecía a otro.

​Pero en la caída, ella había elegido entregar ese poder, y ese acto de elección era la verdadera fuente de la fuerza.

​De repente, la energía regresó. No fue la niebla dorada familiar. Fue un torrente de luz cristalina, más puro, más controlado y, por primera vez, completamente suyo.

​"¡Kael! Siento mi magia, pero es diferente," exclamó Elara. "Ya no es la Transferencia Revertida. Es... Esencia Pura. La absorción de todo ese veneno limpió la vieja atadura de mi destino. Ya no soy la Consagrada; soy la Maestra de la Transferencia."

Elara Liberada era más que un título. Era la liberación de la profecía, la liberación de las expectativas de su propio pueblo. Su magia era totalmente suya, sin costo, sin carga.

​La Consolidación del Pacto

​Elara se levantó, irradiando una calma poderosa. Kael sonrió, aliviada por el regreso de su ancla.

​"Elara Liberada. Es un nombre digno para la Alta Sacerdotisa de esta nueva era," dijo Kael, con admiración.

​Elara caminó hacia el mapa de los reinos unidos. Levantó la mano, y la Esencia Pura fluyó, trazando una nueva línea en el mapa que no separaba, sino que unía.

​"Nuestra lucha no fue solo política, Kael. Fue la lucha por nuestra propia libertad," dijo Elara. "Tú te liberaste de la sangre, yo me liberé de la profecía."

​Elara se acercó a Kael y le devolvió el gesto de su juramento, tocando el lugar donde el Lazo Irrompible era más fuerte.

​"El Pacto de la Transferencia comienza aquí, Kael. Contigo. Como mi igual, mi líder y mi amor. Tú eres la Comandante de la Guardia de la Verdad, y yo soy tu Alta Sacerdotisa. Nuestra historia ha terminado. Nuestra era ha comenzado."



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En el texto hay: fantasia épica, romantasy

Editado: 03.10.2025

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