El eco de sus propios pasos resonaba en el cavernoso escondite de Hawk Moth. Chat Noir avanzaba con cautela, el metal frío de su bastón entre las manos, cada sentido en alerta máxima. El aire olía a polvo y a una energía oscura que le erizaba el pelaje. Había rastreado la señal del Miraculous perdido de Ladybug hasta este lugar, un antiguo teatro abandonado en las afueras de París, un lugar que parecía respirar desesperación.
Sabía que esto era una trampa, una emboscada tejida con la paciencia y la crueldad características de Hawk Moth. Pero no tenía otra opción. Marinette, su Marinette, estaba atrapada bajo el yugo de la akumatización, convertida en la destructiva Lady Misfortune. Cada segundo que pasaba, la oscuridad la consumía más, y él era el único que podía salvarla.
Finalmente, llegó al centro del escenario. Las cortinas, raídas y cubiertas de telarañas, colgaban como sudarios. Una única luz, proveniente de un foco roto, iluminaba una figura imponente de pie en la penumbra.
"Hawk Moth," gruñó Chat Noir, su voz tensa. "Sé que tienes el Miraculous de Ladybug. Devuélvelo."
Una risa fría y resonante llenó el espacio. "Chat Noir, siempre tan predecible. ¿Crees realmente que te dejaría simplemente arrebatarme mi premio? Ladybug es mía ahora, su poder será mío."
Hawk Moth salió de las sombras. Su traje púrpura brillaba bajo la luz mortecina, y el Miraculous de la Mariposa, ahora imbuido de una energía siniestra, palpitaba en su pecho.
"No tienes que hacer esto, Hawk Moth," suplicó Chat Noir, intentando razonar. "Esta obsesión te está consumiendo. Libera a Marinette, libera a París."
"¿Liberar? ¡Yo estoy liberando a París de la mediocridad! Con el poder de Ladybug, crearé un mundo donde mis deseos sean la única ley."
La paciencia de Chat Noir se agotó. "¡Suficiente!"
Se lanzó al ataque, su bastón extendido, listo para golpear. Hawk Moth se movió con una agilidad sorprendente, esquivando el golpe con facilidad. Una ráfaga de energía púrpura salió disparada del Miraculous de la Mariposa, obligando a Chat Noir a retroceder.
"Eres fuerte, Chat Noir, lo admito," dijo Hawk Moth, con una sonrisa cruel. "Pero no eres rival para el poder combinado de la creación y la destrucción."
La batalla fue feroz. Chat Noir luchaba con la desesperación de un hombre que lo ha perdido todo. Esquivaba los ataques de energía, contraatacaba con su bastón, intentando acercarse lo suficiente para arrebatarle el Miraculous. Pero Hawk Moth era un oponente formidable, su poder amplificado por la desesperación de Marinette.
Cada golpe que recibía, cada esquiva por poco, le recordaba lo que estaba en juego. La imagen de Marinette, sonriendo, riendo, siendo ella misma, lo impulsaba a seguir luchando.
De repente, Hawk Moth lanzó un ataque particularmente poderoso. Chat Noir se vio obligado a saltar hacia atrás, perdiendo el equilibrio. Cayó al suelo, aturdido.
Hawk Moth se acercó lentamente, con una mirada triunfal en sus ojos. "Es el fin, Chat Noir. Tu resistencia es inútil."
Chat Noir intentó levantarse, pero sus extremidades no respondían. La energía oscura de Hawk Moth lo había debilitado.
"Pero antes de acabar contigo," continuó Hawk Moth, extendiendo una mano hacia él, "tengo una oferta que no podrás rechazar. Únete a mí, Chat Noir. Juntos, podemos gobernar París, el mundo entero. Imagina el poder que podríamos tener."
Chat Noir escupió en el suelo. "Nunca."
La ira brilló en los ojos de Hawk Moth. "Entonces, morirás."
Pero en lugar de lanzar un ataque final, Hawk Moth sonrió. "O quizás... te conviertas en algo más útil."
Una mariposa oscura, un akuma, salió volando del Miraculous de la Mariposa y se dirigió hacia Chat Noir. Él intentó apartarse, pero era demasiado débil. El akuma lo alcanzó, sumergiéndolo en una oscuridad sofocante.
La voz de Hawk Moth resonó en su mente. "Chat Noir, te ofrezco el poder de proteger a París, de salvar a Ladybug. A cambio, solo debes obedecerme."
La resistencia de Chat Noir se desvaneció. La desesperación, la culpa, el miedo... todo se combinó en un torbellino de emociones que lo dejó vulnerable.
"Sí," susurró, su voz apenas audible. "Sí, te obedeceré."
La transformación fue instantánea. Un aura oscura envolvió a Chat Noir, retorciendo su traje, oscureciendo su corazón. Sus ojos brillaron con una luz púrpura, reflejando la voluntad de Hawk Moth.
Hawk Moth rió con satisfacción. "Excelente. Ahora, mi leal servidor, levántate. Y muéstrame tu poder."
Chat Noir, ya no era Chat Noir, se levantó. Su mirada estaba vacía, su voluntad subyugada. Era una marioneta en manos de Hawk Moth, un arma poderosa lista para ser desatada contra la ciudad que juró proteger.
Hawk Moth había ganado. Por ahora.