El aire crepitaba con energía oscura. Lady Misfortune, con su traje carmesí ondeando como una llama furiosa, lanzó una ráfaga de energía corrupta hacia Chat Noir. Él, ágil como siempre, esquivó el ataque, el cual pulverizó un hidrante cercano, enviando un géiser de agua al cielo nocturno.
"¡Marinette, por favor, escúchame!" gritó Chat Noir, su voz luchando por superar el estruendo de la batalla. "¡Sé que estás ahí dentro! ¡No dejes que Hawk Moth te controle!"
Lady Misfortune soltó una carcajada cruel, un sonido que heló la sangre de Chat Noir. "Marinette ya no existe. Solo queda Lady Misfortune, la portadora de la mala suerte. Y tú, gatito, serás mi primer juguete roto."
La batalla continuó, un torbellino de golpes, esquives y explosiones de energía. Chat Noir, aunque luchaba con todas sus fuerzas, se contenía. No quería lastimar a Marinette. Cada golpe que conectaba era un puñal en su propio corazón.
Observando los movimientos de Lady Misfortune, Chat Noir comenzó a notar un patrón. Cada vez que ella invocaba su poder, una leve vacilación, casi imperceptible, la recorría. Era como si una fuerza invisible tirara de ella en direcciones opuestas.
"¿Qué estás tramando, gatito?" siseó Lady Misfortune, notando la mirada analítica de Chat Noir.
"Estoy aprendiendo, Marinette," respondió él, con una determinación que brillaba en sus ojos esmeralda. "Estoy aprendiendo cómo salvarte."
Chat Noir recordó las palabras de Tikki, la kwami de la creación, antes de desaparecer. “El akuma se alimenta de la desesperación, pero también de la duda. Busca la fuente de su inseguridad, Chat Noir. Ahí encontrarás la llave para liberarla.”
¿Cuál era la mayor inseguridad de Marinette? La respuesta lo golpeó como un rayo: su miedo al fracaso. Su constante preocupación por no estar a la altura, por decepcionar a sus amigos, a sus padres y a él
Chat Noir respiró hondo. Sabía que lo que iba a hacer era arriesgado, pero no tenía otra opción. Se lanzó hacia Lady Misfortune, esquivando sus ataques con una agilidad desesperada. Se acercó lo suficiente para susurrarle al oído, a pesar del peligro.
"Siempre te has preocupado por no ser lo suficientemente buena, ¿verdad, Marinette?" le susurró. "Por no ser una buena Ladybug, por no ser una buena amiga, por no ser… suficiente para mí."
Lady Misfortune se detuvo en seco, su rostro contorsionado por una mezcla de furia y dolor. La vacilación que Chat Noir había notado antes se intensificó, sacudiéndola de pies a cabeza.
"¡Cállate!" gritó, tapándose los oídos con las manos. "¡No es cierto! ¡Soy poderosa! ¡Soy perfecta!"
Pero la duda ya estaba sembrada. Chat Noir vio una grieta en la armadura de Lady Misfortune, una fisura en la oscuridad que la consumía.
Aprovechando su vulnerabilidad, Chat Noir activó su Cataclismo, la energía destructiva que podía desintegrar cualquier cosa que tocara. No podía usarlo directamente sobre Lady Misfortune, la destruiría. En cambio, apuntó a una farola cercana, reduciéndola a polvo. La repentina oscuridad envolvió la zona, sumiendo a Lady Misfortune en un estado de confusión.
"¡No puedes esconderme de la verdad!" gritó Chat Noir, su voz resonando en la oscuridad. "¡Eres Marinette Dupain-Cheng, la chica más valiente, amable y talentosa
Lady Misfortune se tambaleó, agarrándose la cabeza con fuerza. La lucha interna era palpable, una batalla épica entre la oscuridad de Hawk Moth y la luz de Marinette.
De repente, una voz resonó en la mente de Chat Noir, una voz fría y calculadora que lo hizo estremecer.
"¡Qué ingenuo eres, Chat Noir!" la voz de Hawk Moth se burló en su cabeza. "Creías que la debilidad de Marinette era la duda. ¡Pero te equivocas! La duda es solo una herramienta. Su verdadera debilidad… es su amor por ti."
Chat Noir sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. ¿Qué estaba tramando Hawk Moth?
"He hecho más que simplemente akumatizarla," continuó la voz de Hawk Moth, ahora con un tono triunfal. "Estoy transformándola. Estoy moldeando a Marinette en mi arma definitiva. Una villana para siempre, leal solo a mí. Y tú, Chat Noir, serás el catalizador de su transformación."
La oscuridad se disipó, revelando a Lady Misfortune. Pero algo había cambiado. Sus ojos, antes inyectados de furia, ahora brillaban con una determinación fría y calculadora. Una sonrisa cruel se extendió por sus labios.
"Gracias, Chat Noir," dijo Lady Misfortune, su voz ahora carente de toda emoción. "Me has mostrado mi verdadero propósito. Servir a Hawk Moth y destruir todo lo que amas."
Chat Noir retrocedió, horrorizado. Había cometido un error terrible. Al intentar salvar a Marinette, la había empujado aún más hacia la oscuridad. Hawk Moth no solo la había akumatizado, sino que estaba intentando convertirla en algo mucho peor: una villana permanente. La batalla por el alma de Marinette acababa de volverse mucho más desesperada. Y Chat Noir temía que ya la estuviera perdiendo.