Ladybug contra Ghostforce

Capitulo 18: Ladybug Renace

El aire vibraba, cargado de una energía familiar pero hacía tanto tiempo olvidada. Marinette, arrodillada en el suelo del ático de sus padres, sentía el calor de Tikki contra su mejilla. La pequeña kwami, exhausta pero radiante, le sonreía con la certeza de quien ha regresado a casa.

"Marinette," susurró Tikki, su voz apenas audible, "estás lista."

Las palabras resonaron en el corazón de Marinette, disipando la oscuridad que la había consumido. El recuerdo de la akumatización, el dolor, la desesperación, todo se desvanecía como niebla al sol. La culpa persistía, un aguijón punzante, pero la determinación la superaba. Había fallado, sí, pero ahora tenía una segunda oportunidad. Una oportunidad para enmendar sus errores, para proteger a París, para ser la heroína que siempre había estado destinada a ser.

Cerró los ojos, respirando profundamente. El aroma a pan recién horneado, tan característico de la panadería de sus padres, la anclaba a la realidad, a la vida que tanto amaba y que había estado a punto de perder.

"Sí, Tikki," respondió Marinette, su voz firme, "estoy lista."

La pequeña kwami asintió y se elevó en el aire, rodeando a Marinette con un aura de luz roja. La energía mágica la invadió, recorriendo cada célula de su cuerpo, revitalizándola, fortaleciéndola. Era una sensación embriagadora, un torrente de poder que la hacía sentir invencible.

"¡Tikki, motas!"

La transformación fue instantánea, un torbellino de luz y color. El vestido de lunares rojos apareció, ajustándose a su cuerpo como una segunda piel. El antifaz rojo se posó sobre sus ojos, ocultando su identidad y liberando a la heroína que llevaba dentro. El yoyo, su arma y su herramienta, se materializó en su mano.

Ladybug estaba de vuelta.

Se puso de pie, sintiendo la confianza regresar a sus pasos. Miró a su alrededor, al ático desordenado, a los bocetos y telas esparcidos por el suelo. Era un recordatorio de su vida normal, de la vida que debía proteger.

Saltó por la ventana, impulsándose con su yoyo. El viento le azotó el rostro mientras se elevaba sobre los tejados de París. La ciudad, iluminada por las luces de la noche, se extendía a sus pies. Era hermosa, vibrante, y necesitaba su protección.

Sabía que la batalla no había terminado. Hawk Moth seguía ahí, acechando en las sombras, esperando otra oportunidad para sembrar el caos. Y Ghostforce, con sus métodos agresivos y su falta de comprensión, representaba una amenaza tan grande como el propio villano.

Ladybug aterrizó suavemente en la cima de la Torre Eiffel, el símbolo de París. Desde allí, podía ver toda la ciudad, podía sentir su pulso, su esperanza.

"Hawk Moth," murmuró, su voz llena de determinación, "tu reinado de terror ha terminado. Y Ghostforce... aprenderán que la verdadera fuerza reside en la confianza y el trabajo en equipo."

Apretó el yoyo en su mano. La hora de la verdad había llegado. Ladybug había renacido, más fuerte y decidida que nunca. Estaba lista para enfrentarse a cualquier desafío, para proteger a París, para salvar a sus amigos.

Con un grito de guerra, Ladybug se lanzó al vacío, impulsándose con su yoyo hacia la noche. La batalla por París, y por su propia alma, estaba a punto de comenzar.



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En el texto hay: coming in 2025/llegando en 2025.

Editado: 17.04.2025

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