Me estiro y arqueo en mi cama antes de levantarme renuentemente y dirigirme al baño. Me ducho rápidamente y salgo en busca de algo que ponerme para ir al instituto. Un par de minutos más tarde, me decido por una sencilla blusa violeta y un saco negro, junto con mis desgastados pantalones de mezclilla.
Peino mi cabello y los mechones se ondulan enmarcando mi rostro. Aplico un poco de rímel y examino mi reflejo.
—Es la primera vez que le prestas atención a cómo luces —opina una voz que conozco muy bien a mi espalda. Me giro con el corazón bombeando desenfrenadamente por el miedo reptando por mis venas como una serpiente lamiendo mi piel con su lengua viperina. —¡Tranquila, Samantha!
¡Elizabeth Walker está en mi baño!
"Samantha, tengo miedo. No logré sentir su presencia"
El susurro espantado de Charlotte se abre paso en mi mente.
—Todo esto es por mi hermano —dice ella observando su alrededor. Suspira pesadamente y cruza los brazos sobre su pecho. —Lamento la forma en que te he tratado desde que llegaste... Me he comportado inapropiadamente contigo y lo siento.
La sinceridad destila de sus palabras y cuando voy a decir algo ella me interrumpe alzando su delicada mano.
—Tengo que advertirte, Samantha. Cuando el sacrificio se cumpla, sólo una de ustedes quedará con vida y... Eso destruirá a mi hermano... No te pediré que te alejes de él, sólo has que disfrute el tiempo que le queda contigo... —su mandíbula se aprieta y escucho el rechinar de sus dientes mientras sus rasgos se retuercen en una mueca de odio —Jane tiene un secreto. Puedo sentirlo. Hará todo lo que éste a su alcance para conseguir su humanidad de vuelta.
Con esas últimas palabras dejando sus labios, camina atravesando mi habitación y dándome una mirada de desconsuelo, la veo desaparecer. No logro decir nada, ya que sus palabras me han dejado petrificada.
Sacudo mi cabeza saliendo de mi estupor y tomo mis pertenencias. Corro escaleras abajo y me detengo estupefacta ante los dos hombres en la cocina. Veo a Steven acribillar con preguntas a William quien responde a todas con una sonrisa, habla con tal claridad, que nadie dudaría en creerle.
—¿Qué haces aquí, Will? —pregunto acercándome lentamente mientras observo la mirada desdeñosa que Steven le lanza a William.
—El joven aquí presente dice querer llevarte al instituto, sólo le estaba preguntando unas cuantas cosas— dice Steven mientras toma su portafolio y se acerca a donde estoy, doy un paso atrás por su cercania.
El toma una respiracion profunda y el dolor se muestra en sus ojos verdes.
—Buena suerte hoy, Sam— dice y sale de la casa, a los pocos segundo, escucho el sonido del motor y luego un auto alejándose.
Le doy una mirada mordaz a William quien parece seguro de si mismo mientras se acerca y planta un beso en mi frente. El hielo que protege mi corazón se descongela un poco.
—¿Cómo se te ocurre venir a mi casa?—le reprendo mientras tomo una manzana y la muerdo, saboreándola.
El sacude la cabeza y veo una sonrisa asomándose en la comisura de sus labios.
—Tu padre tiene que saber que estaré mucho tiempo a tu alrededor — contesta descaradamente.
"El William que conocía, jamás hubiera dicho algo así. Obviamente este siglo lo ha afectado"
Charlotte se ríe y arqueo una ceja mientras William toma mi mochila y abre la puerta, haciendo un ademán para que pase.
Ruedo los ojos y salgo de la casa, bajamos los escalones del porche.
Veo el auto de William estacionado en mi entrada y él caballerosamente abre la puerta para mi, luego se sube por el lado del conductor. Observo su mochila en la parte de atrás y deja la mía junto a la suya.
Momentáneamente recuerdo nuestra conversación de ayer.
—¿Qué pasó con Hana?—inquiero mientras la preocupación abruma mi mente.
El sopesa la repuesta mientras enciende el vehículo y acelera por la vía.
—La encontré en el bosque, cerca del lugar donde hallaron el cuerpo sin vida de Ryan, la llevé a su casa, ella no recuerda nada... Nosotros podemos jugar con la mente de los humanos, podemos confundirlos. Cuando le pregunte en dónde había estado ella me respondió que había ayudado al comité del pueblo junto con su madre para organizar el baile de máscaras que habrá mañana en la noche. Pero su madre no sabía en dónde estaba... Tengo la certeza de que fue Jane.
El miedo se enrolla en mi corazón y acelera mi respiración.
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almas destinadas a estar juntas, misterio y drama, demonios y romance
Editado: 24.06.2018