Desde cero

Las noches pasan y todo me huele a tí, las brisas se pasean con tu aroma y las gotas de lluvia me recuerdan tu sentir, las nubes juegan a transformarse en tu hermoso rostro y el sol me quema como tú al mirarme con esos ojos que me teletrasportan al apocalipsis de un mundo que se derrumba para que solo tú y yo comencemos a construir un nuevo amanecer y un nuevo ayer y hoy que nadie entenderá.

Mientras me sumergía en su regazo ella suspiraba, me cubría con sus manos mientras yo navegaba en la tormenta, solo ella y yo somos testigos de lo que estaba sucediendo en aquel mar lleno de feroces olas que nos golpeaban en la proa de nuestro barco.
Todo comenzó a calmarse, el barco resistió.
Pero ella seguía sosteniendo mi mano con el mismo terror de perdernos en aquel huracán que nos golpeaba en todo ese largo viaje hacia una isla en donde hay paz y tranquilidad