Lágrimas de una mujer desesperada.

CAPITULO X: PRIMEROS MESES EN TOLEDO.

Como en absolutamente todo en esta vida, los primeros meses de adaptación en una nueva vivienda, en una ciudad que no es la tuya y en una familia que tampoco es la tuya, son muy difíciles hasta que finalmente logras adaptarte lloras y sufres como nunca antes.


Nada más bajar del coche en Toledo y colocar sus cosas en la habitación que compartirá con Lucas, Alma ve que en pocos días irá a actuar allí uno de sus artistas favoritos, Miguel Bosé, y ahora que se siente mucho más animada y hasta el día siguiente no tiene que ir a trabajar le comenta a Lucas que le gustaría poder ir a verle ya que nunca lo ha hecho, este por hacerla feliz, se lo comunica a su padre quien sin pensarlo dos veces les lleva en su coche a buscar las entradas al centro de la ciudad, las cuales ya están agotadas en absolutamente todos los sitios.
Decepcionada, vuelven a casa, sabiendo que no podrá ir al concierto, aun así no pierde la alegría de haber estado tan bien junto a su nueva familia, le anima a Lucas a salir un rato a tomar un helado.
Felizmente, tras una tarde agradable y con mucho calor, vuelven a casa después de tomar un helado y pasear, ya está a punto de anochecer y además están cansados.
Van pasando los días y los días en semanas, las cuales se hacen eternas para Alma, que a pesar de estar a gusto allí, el hecho de estar lejos de su familia y del mundo en el que ella se ha criado y crecido se le hace muy duro, aunque le gusta la ciudad todavía no se adapta al cambio, “quizás sea demasiado pronto para acostumbrarse” piensa Alma intentando animarse a sí misma.
Siguen pasando las semanas y Alma aún no se acostumbra al cambio, además para colmo, la actitud de Lucas está comenzando a cambiar drásticamente, prácticamente ni le reconoce de cuando le conoció, comienzan a tener peleas a menudo debido al cambio del muchacho
El cual aprovecha cualquier momento para insultar a la chica, la mayoría de las ocasiones las peleas van más allá, hasta el punto de sacarle de sus casillas a Alma y tirarle lo primero que tiene a mano, no aguanta sus constantes insultos y su dejadez mientras que ella no para de trabajar para llevar dinero a casa, pero no puede evitar el amarle más que a su vida.
Cada dos por tres son más constantes las negativas de Lucas hacia la muchacha para realizar cualquier actividad juntos, lo que antes hacían los dos, ahora lo tiene que hacer ella sola, y el sentimiento de soledad comienza a instalarse en su interior sin que ella se dé apenas cuenta.
Con todo y con eso no puede evitar el desvivirse por él y darle mucho más que todo lo que tiene en su interior, no puede evitarlo, es su carácter.
Además de todo esto, también comienza a tener problemas con el padre de Lucas, quien le recrimina más de una conducta de la chica, las cuales pone todo su empeño en mejorar ya que comprende que por mucho que se sienta agradecida no está en su casa, por lo tanto, con todos estos acontecimientos, en la única que encuentra un apoyo es en la esposa de su suegro, a quien por desgracia tratan prácticamente igual que a ella, siendo la casa suya.
Por otro lado, por suerte comienza a hallar una pequeña escapatoria a todo esta situación en el fútbol, donde encuentra su pequeña familia, sus amigos, sus hermanos como les llama ella, quienes desde el primer día la acogen como una más de su familia y donde encuentra una salida, un apoyo y una distracción a todos sus problemas.
Cada semana, está más unida a ellos, lo que a Lucas no le sienta para nada bien, ella no entiende la actitud del chico con ellos después de todo lo que están haciendo por ellos, la verdad están ahí para los dos en todos los momentos.
Así van pasando los meses y se va acercando las navidades, unas fechas tan especiales como duras para ella, las primeras que va a pasar lejos de su familia, y no puede evitar el sentir pena y angustia por la lejanía y el no tener valor para llamar y felicitar estas bonitas fiestas, ¡Cómo le gustaría en esos momentos poder hablar con su abuelita Paloma! La quiere tantísimo que se muere por oír su voz.
Aun así no le queda de otra que contener sus ganas y no llamar a nadie, de lo contrario sabe que tendría problemas con Lucas, ya que el joven odia desesperadamente a la familia de Alma.
Llega el día de Nochebuena y aunque durante el día se lo pasa en grande ya que allí hacen migas y paella en todos los bares de la ciudad y puede juntarse con sus amigos de allí, al llegar la noche, su bajón es superior a la alegría de todo el día ya que solo sabe acordarse de su familia y de su gente con la que se ha criado y a los cuales tiene lejos.
Pasa la noche lo mejor que puede, entre regalos los unos a los otros, risas y música aun así no puede evitar acordarse constantemente de su familia, “la felicidad al completo no existe” piensa Alma y es que ese tipo de pensamientos le vienen muy a menudo en los últimos dos o tres meses.
Por un lado se siente dichosa de estar al lado de Lucas pero por otro lado, la lejanía de sus seres queridos y el trato que últimamente recibe por parte del muchacho le acarrea también muchísima tristeza.
De nuevo vuelve a sentirse en el medio de la felicidad y la tristeza constantemente, “La felicidad no es para mí” vuelve a pensar la muchacha en uno de sus momentos de bajón durante la noche.
Se ve incapaz de salir de semejante encrucijada, el amor y la felicidad es algo que Alma cree que nunca pueden ir realmente unidas de la mano, o al menos no en su vida.
Finaliza la velada y tras beber bastante todos, van marchando hacia sus habitaciones personales, esa noche al haber bebido en abundancia Lucas quiere relaciones con ella, al ser de las pocas maneras que se siente querida por el joven acepta y acto seguido caen dormido uno al lado del otro.




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