Noche mágica, noche encantada
cuando como ladrón entro, en tu tibia morada
Dejando mis sueños, sobre tu almohada
y asaltando los tuyos, mi pequeña hada
Tu mirada invisible, clavada en mis entrañas
creyendo el imposible, de que no me engañas
el sueño increíble, de lograr esta hazaña
es casi posible y mi razón empaña
Con besos furtivos e invasores
me apodero de tus labios, cual demente
esos que saben a música y flores
y aumentan sin piedad, este deseo inclemente
Mis manos se desplazan por tu cuerpo
mientras mis sentidos
se empapan de tu olor
tus uñas se afilan en mi pecho
y dejan surcos en mi espalda, sin dolor
He roto las cadenas de tu deseo
he desatado el huracán de tu placer
cuando audazmente mis inquietos dedos
preceden a mi lengua, dentro de tu ser
Angustia y deseo
sacuden nuestros cuerpos
en un momento intenso
de pasión brutal
cuando con placer inmenso
me perdí muy dentro
de tu cuerpo y tu alma
en la posesión final
A las sombras de mi alma, iluminaste
inopinadamente, tal vez sin querer
pero ahora eres mía
mi pequeño eclipse
aunque solo sea en mis sueños
mi niña mujer
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Editado: 25.07.2022