Lalo Mateus

CAPITULO 5

Han pasado 20 días y no he vuelto a saber nada de Milagros, pero sé que habla con Peter porque ahora no se despega del celular y sé que no es una moza porque él no es de esos, siempre lo he admirado por ser un excelente padre, mi madre encontró una mina de oro con él.  Estoy pensando en robarme un poco el celular de Peter mientras que él se baña, entro a la habitación de ellos y cojo el celular, estoy por encontrar el número cuando entra mi madre.

 - ¿Qué haces aquí?

 - Nada.

- Bueno, salte de la habitación.

 - Ya me voy a salir

 

Bloquee el celular para que mi madre no viera el celular de Peter, salgo de la habitación fastidiado ya que no pude obtener el número de Milagros, me encierro nuevamente en mi habitación, me da malgenio porque no sé nada de ella, quiero ser el primero en que la reciba, pero dudo que mi padre me lo permita.

Estoy acostado en la cama cuando escucho a Peter hablar por teléfono, “bueno ya voy a recogerte, te va a encantar tu departamento, bueno chao”, está hablando con Milagros, decido seguirlo para saber dónde será el departamento de Milagros.

Llego al aeropuerto y observo de lejos como se abrazan Peter y Milagros, cogen las cosas y se suben al auto, arranco mi auto despacio para que Peter no me vea. Después de una hora por fin estacionan en un edificio, tiene portero y todo, me estaciono cerca. Puedo ver como sacan las cosas del auto y entran, como ya no tengo nada más que hacer decido irme a mi casa, aunque algo frustrado porque la quiero ver y hablar, bueno voy a ser sincero, quiero volverla a besarla, me estreso rápido así que voy a buscar a Isabel al campus, pero no la encuentro, en cambio me encuentro a su compañera.

La encuentro envuelta en una toalla, me disculpa con ella ,pero me sorprende lo que hace, deja caer la toalla al piso y se me acerca, no puedo evitar quitar mi vista de su cuerpo, así que no puedo desaprovechar la oportunidad, cierro la puerta con seguro y la tiro a la cama saco de mi pantalón un condón y empiezo con la acción, ella es muy estrecha, trata de besarme pero no la dejo, quiero imaginarme que ella es Milagros, no me demoro mucho en venirme ya que a la que deseo es a Mila, termino y cambio rápido antes de que llegue Isabel.

 - Esto tiene que repetirse- escucho decir

 - Claro nena cuando quieras.

Salgo de la habitación algo satisfecho, decido ir a la cafetería a comer algo, me encuentro con mi grupo de futbol así que me siento con ellos, pido unas papas fritas y hamburguesa, estoy a la espera cuando escucho a los chicos hablar de una nueva mesera, dirijo mi mirada a donde ellos están mirando y veo a Milagros, no puedo creer que ella este trabajando aquí y menos que esté usando un traje de policía algo corto, bueno algo no, mucho. Me molesta como ellos hablan de ella y la miran, veo como coge nuestro pedido para traérnoslo. Apenas llega nuestras miradas se encuentran, quiero volver a besarla, pero le prometí a Peter que no me enredaría con ella.

 - Hola Lalo.

 - Hola Mila, ¿Cuándo llegaste?

 - Hoy.

 - Y ¿Dónde te quedas?

 - En un departamento que mi padre me dio.

 - A bueno me alegro, ¿cuando salimos a comer un helado?

 - Tengo libre el miércoles

 - Bueno entonces el miércoles te buscare

 - Vale

Todos los chicos se quedaron en silencio escuchando nuestra conversación, ya se dieron cuenta que ella no es para ellos, solo para mí, bueno para nadie siempre se me olvida la promesa que le hice a mi padrastro. Terminamos de hablar y la veo irse a atender otras mesas.

 - Y ¿dónde la conoces?, pregunto Hugo mi mejor amigo

 - De mis vacaciones matutinas con mi familia

 - No es que sin muy aburridas

 - Pues ya no chicos-dije alegre.

 

Estamos todos sentados comiendo tranquilos cuando ven algo que les sorprende también miro que es y me encuentro con Peter molesto, esta rojo de la ira y con justa razón, se sienta a unas mesas de la mía, me ve y me sonríe. Veo como Milagros se acerca a la mesa y empiezan a hablar, se ve que hay tensión en esa mesa así que decido levantarme y unírmeles a la charla.

 - Hola Peter, ¿Qué haces aquí?

- Nada, vine a ver a….

 - Bueno si ya viniste a verme te puedes ir, le dijo Milagros molesta

 - Cálmense porque todos están mirando para acá- les dije,

Los se callaron y miraron para todos los lados y efectivamente todos nos estaban mirando y más porque Peter nunca viene a un lugar como estos sino que preciso el día en que llega Milagros el empieza a venir, más obvio para donde.

 - Peter no te puedes ir,  tienes que comer algo o sino sospecharan más

 - Bueno entonces ¿qué vas a comer?- pregunto Milagros

 - Dame un perro y unas papas fritas

 - Ya te las traigo- dijo Milagros retirándose.



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En el texto hay: amor, sueos, descepcion

Editado: 13.12.2020

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