CAPITULO 10

El fin de semana paso lento, estuve buscando por todos lados a Milagros pero no la encontré, que chica tan complicada, por otro lado también me estuve quitando de encima a Isabel y a la otra chica ellas son muy intensas. El día de hoy tengo clases pero a las 10 am tengo entrenamiento este año vamos a ganar, estoy por entrar a la primera hora y veo a Milagros bajar de un carro, por lo visto Peter ya le compró uno para que ella se movilice, veo que un chico se le está acercando para saludarla y es uno de los de la banda del viernes, ella que tendrá con él, me acerco a donde ellos dos están.

 - Hola Milagros.

 - Hola Lalo

 - No te vi en la fiesta Milagros

 - No pude ir

 - Y eso

 - Estaba consiguiendo trabajo

 - Y ¿Conseguiste?

 - Si

 - A bueno y ¿quién es él?

 - Un amigo, nos vemos Lalo tengo clase

 - Pero Milagros

 - Adios Lalo

La vi irse y me dio malgenio, ella que hace con él no voy a dejar que me la quite fui su primer beso así que seré su primero en todo, no dejare que nadie más este con ella ni que esas sonrisas sea por alguien más. Recojo mi bolso y me dirijo a mi salón en el camino veo a Milagros con la chica que comparte habitación con Isabel esto no podría ser peor. Apenas ella me ve esta que me come con la mirada, la ignoro y sigo caminando, momentos después me encuentro a Isabel como siempre anda pegada a mí, me fastidia eso como puedo me la quito de encima y entro a mi salón.

Todos se quedan mirándome, no se porque pero decido ignorarlos, como siempre las clases son aburridas, termino todas y me dirijo al entrenamiento no veo por ningún lado a Milagros la tendré que buscar a la salida. Entro a los vestidores y me cambio de ropa, estoy por salir  cuando veo al chico al que estaba coqueteando el otro día con Milagros, lo fulmino con la mirada me mira y queda asustado.

Empezamos con la práctica, le voy a enseñar a este chico que yo mando aquí  el entrenador da unas indicaciones y empezamos, miro a la gradería y veo a Milagros con la chica esa me voy a lucir. El entrenador hace sonar el silbato y empezamos, veo como este chico esquiva a varios de los jugadores, me le acerco a Hugo y le digo que lo derribemos a lo que el acepta, vemos que se acerca y hacemos nuestra jugada, cumplimos nuestro propósito lo derribamos, lo miro y me río en la cara de él, se levanta para volver a la posición inicial, lo volvemos a derribar muchas veces y otras también yo lo derribo.

 Termina el entrenamiento y veo a Milagros levantarse de la banca corro para alcanzarla trata de esquivarme pero soy más rápido y la cojo, me importa un comino lo que piense la otra chica. La alzo y la llevo a la azotea, grita y patalea que la baje pero no lo pienso hacer, llego y la bajo.

 - Eres un bruto

 - No, no lo soy

 - Porque me traes aquí.

 - Quiero hablar contigo

 - ¿De qué?

 - Tu sabes de que

 - No sé

 - De lo que pasa entre nosotros – dije acercándome a ella a lo que ella retrocedió y quedo contra la pared, di unos pasos más y la acorralé

 - Entre nosotros no pasa nada Lalo

 - Díselo a tu cuerpo- dije acercando mi cara más a la de ella.

 - Lalo…- calle su voz con mi boca, la bese, estoy disfrutando nuevamente de estos labios que me vuelven loco, la cojo de la cadera y la pego más a mi, la escucho gemir y eso me excita, cuando nos separamos ella mira sorprendida y se tapa los ojos, miro a donde miro y ya lo tengo parado, esta chica me lo levanta muy rápido.

 - Disculpa es algo que no puedo controlar

 - Tienes que taparte

 - Ya me tapé- le dije poniendo mis manos, bajo la mirada y me vio con desaprobación.

 - Porque no podemos ser normales y hablar antes de besarnos.

 - No se, pero también me gusta ese tipo de comunicación

 - Si eso me puedo dar cuenta.

 - Milagros, quiero hacerte una pregunta y por favor dame una respuesta no me gusta esperar

 - ¿Qué quieres?

 - ¿Quieres ser mi novia?

 - Nuestro padre no estaría de acuerdo

 - Me importa un comino si a Peter le guste, yo te quiero a ti

 - Pero..

 - Pero nada, por favor Milagros tu sientes lo mismo que yo

 - Lalo- vi en su mirada que me va a rechazar así que la volví a besar, esta vez la alce es muy ligera pasa sus brazos por  mi cabello, se que esta disfrutando de este beso y me gusta que me lo demuestre con hechos, separamos nuestros labios por busca de aire.

 - ¿Qué piensas? -le pregunte

 - Está bien Lalo, pero una embarrada y hasta aquí llega todo quedo claro.

 - Quedo claro- dije volviendo a besarla