Lalo Mateus

CAPITULO 15

Como era de suponerse mi madre no nos preparo nada de comer en estos días así que mi padre nos empezó a preparar el desayuno, el almuerzo lo compramos en la universidad y ahora como todas la noches las cuales ya son costumbre, vamos a comer en la cafetería, mi madre se va a sus terapias así que nunca nos acompaña en la comida.

Estoy aburrido en mi habitación, lo único que puedo hacer es pensar en Milagros si fuera por mi estaría 24/7 con ella pero Peter no me lo permite, me gustaría salir con ella al cine, a comer helado, durar hasta tarde en su departamento. No soy de esos románticos celosos, pero no se que me pasa con ella, no puedo evitar dejar de pensar en ella y me vuelvo loco cuando alguien se le acerca.

Estoy por entrar a la ducha cuando escucho que tocan la puerta, me pongo una toalla alrededor de mi cadera y me dirijo a abrir la puerta, en esta me encuentro a mi padre el cual me mira como sospechoso, así que lo dejo entrar a mi habitación y cierro la puerta.

 

-¿papá?

-hola hijo, ¿Qué haces?

-nada papa, me iba a dar una ducha.

- si eso puedo ver, ¿Quieres hablar?

- de qué tendríamos que hablar papá

- Lalo, no soy ciego me he dado cuenta de lo que te sucede con esa muchachita.

- ¿Con cuál “muchachita”?- recalco el muchachita

- Con tu novia, la hija de Peter.

-¿Cómo te sabes de eso?

- hijo siempre estoy pendiente de ti y vigilo que haces, y en esas te he visto que sales con ella a escondidas, así que decidí averiguar quien es ella

- papá no tienes que hacer eso, por favor no le vayas a decir a mi mamá o a mi hermana que es ella para Peter.

- tranquilo hijo, no dire nada, además eso no es de mi incumbencia meterme en eso.

- gracias papá

- ¿por qué no estás con ella?

- es complicado padre.

- ¿es como las otras?, solo la quieres para pasar el rato y adiós.

- no padre, con ella es distinto, en verdad a ella la quiero demasiado, daría mi vida por ella, se que es raro pero desde el primer momento que la ví me enamore de ella, por ella siento cosas que nunca en mi vida había sentido- dije con una sonrisa en mi cara.

 

-  y ¿por qué no estás con ella?, ¿qué lo hace complicado?

- Peter papá, el lo hace complicado, al igual que tu sabe de mi reputación y no quiere que lastime a su hija y no quiere que este cerca de ella, ni que seamos amigos- le dije cabizbajo.

- no por defenderlo ni nada hijo pero si yo tuviera una hija también la cuidaría a capa y espada no permitiría que nadie le hiciera daño.

- papá

- lo siento hijo es la verdad, pero tampoco quiero estar en contra de ustedes, son jóvenes y se nota que se quieren aunque se hacen daño y tu más que todo le haces daño a ella.

- ´¿por qué lo dices?

- por nada hijo, solo te daré un concejo, ve y lucha por ella no permitas que nadie los separe o les haga daño, luchen por lo que sienten.

- gracias papá.

- de nada hijo, para eso estoy no, para hablar hijo y te desahogues.

- gracias.

- bueno ahora si te dejare bañarte, hueles feo.

- yo no huelo feo.

- claro que si- dijo mi padre saliendo de la habitación.

Inmediatamente me metí a bañarme necesito ir bien presentable, gracias a mi papá que me dio fuerzas iré a enfrentarme con Peter sé que será complicado, pero no quiero estar más tiempo lejos de Milagros y le voy a demostrar de que yo realmente la amo.

Me pongo un jean negro, una camiseta blanca y mi cazadora negra. Bajo las escaleras y veo a mi madre la cual esta tratando de cocinar pero como siempre está hablando por teléfono y dejo quemar la olla, huele a quemado, entro rápido a la cocina y si la olla ya esta negra, la apago y salgo de la casa.

Manejo hasta el departamento de Mila, que Dios me ayude a que todo me salga bien, solo él sabe cuanto amo realmente a mi nena. Llego a aparco el auto, trato de entrar pero como siempre el portero no me deja ingresar, escucho como llama por teléfono preguntando si me dejan entrar y al momento me abre la puerta molesto, paso por el lado de él y me dirijo al elevador, espicho el número del piso, llego y como siempre toco la puerta.

Veo en la entrada a mi nana, me da tanta felicidad de verla y lo primero que hago es abrazarla, la alzo y la vuelvo a dejar en el suelo, a lo que ella me pega con la mano, nunca le ha gustado que le haga eso. Me deja pasar y veo a Milagros con Peter y con Gabriela, la hermana de Peter, están sentados mirando televisión y comiendo palomitas.

- Señor, el joven Lalo se encuentra aquí.

 - Hola hijo, ¿qué te trae por estos lugares?

 - Quiero hablar contigo Peter.

- Uhhh por lo visto es algo importante ya que le dijiste Peter y no padre- dijo Gabriela.



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En el texto hay: amor, sueos, descepcion

Editado: 13.12.2020

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