CAPITULO 19

Han pasado dos semanas desde que me estoy quedando con Peter y Milagros, es un poco complicado poder estar un momento a solas  ya que Peter nunca nos deja solos, excepto en las noches como siempre él toma pastillas para dormir, siempre ha tenido problemas así que cae como una roca, a lo que nosotros aprovechamos y dormimos los dos, bueno no exactamente dormir ya creo que saben a lo que me refiero que hacemos en las noches, mi nana una vez nos descubrió pero no dijo nada, si nos dio un sermón por tres días pero después se le paso.

Estos días la llevo y la traigo de la universidad, Carla ha tratado de hablar conmigo, pero no pienso cambiar de opinión, no me voy casar por conveniencia según eso le dijo mi madre a mi padre, pero realmente sabemos cuáles son sus intenciones, quiere que siempre haga lo que ella quiere y por lo visto no pasa a Milagros aunque ni siquiera la conoce, pero yo si la conozco y la amo.

Esta tarde me veré con mi padre hace días que no hablamos como antes, mi hermana se la paso es con nosotros todos los días, se la lleva bien con Milagros y eso me alegra mucho. Estoy saliendo de la universidad para dirigirme a mi casa por lo visto nuestro encuentro va a ser junto a mi madre, apenas llego veo a mi padre con unas maletas en la entrada.

 - ¿Qué pasa?

 - Nada hijo, solo que ya me di cuenta que tu madre no ha cambiado.

 - ¿Cómo así papá?

 - Tu sabes a que me refiero

Veo como mi papá sube las maletas al carro, me abraza y se sube al auto, subo a mi habitación, pero antes de entrar escucho a mi madre hablar por teléfono por lo que alcanzo a escuchar está hablando con Peter, sale de su habitación sin decir nada, solo me mira y se va. Después de un rato bajo a la cocina a buscar algo de comer, me hace mucha falta mi nana, cojo una manzana y subo nuevamente a mi habitación, no se que carajos estoy haciendo aquí si debería estar hablando con mi padre o con Peter.

Manejo hasta el apartamento, pongo música para ser mas tranquilo el viaje. Entro al apartamento y veo a Milagros con Daniela. - ¿Qué hacen chicas? - les pregunto – Vamos a ver una película – me dicen muy alegres, esto si es tranquilo aquí si parece que fuéramos una familia, se siente en el ambiente. -por cierto, Lalo mi nana salió- dijo mi hermana – a salió mi nana, entonces quien va a preparar los maíz pira – las dos se quedan mirándome ya con solo la mirada me lo dijeron me toca a mí. Les saco la lengua y me dirijo a la cocina busco el maíz pira y empiezo a preparar después de cinco minutos estoy devuelta a la sala con el maíz y unas sodas. Me siento al lado de Milagros me parece aburrida está película así que empiezo a molestar a Mila dándole besos en la mejilla, a lo que ella se rie y trata de quitarme.

 - Tranquilos chicos ya entendí- dijo mi hermana levantándose.

 - No es necesario que te vayas- le dijo mi hermana

 - Claro que si no me voy a quedar a escuchar sus gemidos- dijo mi hermana divertida saliendo del apartamento. Apenas veo salir a mi hermano me lanzo a comerme los labios de Milagros, Dios siento como si no los hubiera probado hace tiempo, siento como Mila se sienta a horacadas sobre mi a lo que aprovecho y le aprieto su cola, es tan redondo y suave, escucho como ella gime y eso me enloquece, la alzo y la llevo a la habitación sin despegarnos. Le saco la blusa y me detengo a jugar con sus pechos, veo como echa la cabeza hacia atrás, lo que mas me gusta que ella este en casa es que asiste sin sostén.

Me saca mi camisa y se queda mirándome, me encanta como me mira, la sigo besando y como podemos terminamos botando la ropa por toda la habitación, paso mi mano por sus pechos disfrutando de ellos, escucho como me pide que lo haga, me introduzco dentro de ella, me gusta como reacciona su cuerpo con cada embestida, sigo así hasta que llegamos al clímax, me salgo de ella para poderme acostar al lado de ella.

-Eso fue fascinante –

- sí que lo fue mi amor – le dije dándole un beso en la cabeza

- ¿oye que crees que ocurrirá con nosotros dentro de cinco años?

- Te aseguro que seguiremos juntos, tendremos una casa y gastos, ¿qué te parece? – le dije feliz

- tonto, ¿no quieres tener hijos? - dijo divertida

- no lo veo en mis planes- dije mirándolo seriamente, la verdad no quiero por no se igual que mi padre o mi madre que ellos siempre están para todos menos para sus hijos.

- Esta bien- me contesto Milagros algo triste.

- ¿Qué quieres de comer? – dije, levantándome de la cama y buscando mi ropa

- unas salchipapas-

- Bueno te preparare unas ricas salchipapas- salí de la habitación rápido el ambiente se volvió extraño por la pregunta de Milagros. Pico rápido las papas y hago pulpos con las salchichas, estoy fritando las papas cuando llega Milagros y se sienta en la silla.

- tan raro que mi padre no ha vuelto- dijo Milagros

- así debe estar con mi madre, ella lo llamo. - dije sacando las papas antes de que se me quemen

- eso significa que ellos volverán cierto-

- parece que sí, pero no te preocupes Peter te ama y te adora – dije dándole un beso en la frente, escuchamos un ruido en la sala, pero no hay nadie, nos dirigimos a esta y encontramos el jarrón de flores en el suelo, pero no hay nadie, eso es muy extraño. Buscamos por todo el apartamento si hay alguien, pero no encontramos a nadie.