Anoche no pude descansar muy bien, estoy mirando el techo cuando escucho a mi hermana tocar la puerta y decir que me necesitan en la entrada, de inmediato bajo a ver quien es y no puedo creer lo que veo es Milagros.
- Gracias por querer escucharme
- No vine a escuchar, vine por las llaves de mi auto.
- Mila por favor
- Lalo, entrégame ya las llaves.
- Esta bien- dije entrando a buscar las llaves, ella se quedo en la entrada, no quiso entrar, apenas las encontré se las entregué.
- Milagros por favor espera, déjame explicarte
- No tienes nada que explicarme Lalo, déjame en paz no vuelvas a buscarme
- Mila….
- Lalo, te dije que te alejaras de mi hija.
- Papá por favor no formemos un problema aquí, no quiero que tu esposa se entere.
- Enterarme de que- pregunto mi madre parándose al lado mío-
- Mamá ve a dentro, le ordene
- No, de que no debo enterarme
-De que esta bastarda es la hija de mi padre, respondió mi hermana
-¿Qué?- pregunto mi madre
- lo que escuchaste madre
- Daniela no te metas en esto y ve a dentro- le dijo mi padrastro
Daniela al igual que todos estaba molesta, furiosa. No quiere entrar, pero al ver la mirada de Peter asiente con la cabeza y empieza a entrar seguida de mi madre, estamos todos por entrar cuando alguien nos interrumpe.
- Por lo visto esta familia está llena de secretos
- ¿Qué quieres Scott?
- Tranquilo Peter, también vine a decir la verdad
- ¿De qué verdad estás hablando?
- Primero entremos todos a la casa- dijo mirándonos
- Peter vamos a dentro – le dije a mi padrastro para poder entrar, este llevaba abrazada a Milagros, al entrar a la casa mi madre fulminaba con la mirada a Milagros al igual que Daniela, el ultimo entrar fue Scott y cerrando la puerta. Entramos todos a la sala y nos sentamos, hay mucha tensión en estos momentos nadie quiere decir algo, cuando Peter rompe con él silencio.
- Bueno empezare yo, esta joven que ven aquí se llama Milagros, es mi hija hace siete años me entere de su existencia y desde ese momento estoy al pendiente de ella.
- ¿y hasta ahora se te ocurre abrir la boca?
- Como quiere que te diga si tú nunca has querido a nadie ni a las novias de tu hijo, nunca has hecho el deber de conocerlas.
- Lalo está muy grandecito para que lo esté niñeando
- Mamá nunca me has preguntado ni como me ha ido en un partido ni nada- le dije algo molesto porque Peter tiene razón.
- Bueno ahora la mala del paseo es mi madre- dijo Daniela irritada.
- Hija, no es que sea la mala, solo que ella nunca nos escucha y eso tu lo sabes, tu y Milagros son mis hijas, tengo dos hijas de las cuales estoy orgulloso.
- Pues ciertamente solo tienes una Peter- dijo Scott
- ¿Cómo así?
- Scott, por favor no.. – hablo mi madre, está nerviosa.
- No, Camila hasta aquí llegaron tus mentiras.
- Dime de una vez Scott a que te refieres.
- Daniela no es tu hija Peter- dijo mi padre
- ¿Cómo?, es eso cierto Camila
- Yo.. yo …
- Di la verdad Camila- ordeno mi padre.
- Bueno pues es que, bueno si Daniela no es tu hija, feliz Scott.
- No la verdad no Camila, estaré feliz cuando me los lleve
- ¿Cómo es eso posible?
- Peter, yo.. yo.. te engañe, quería un futuro distinto para mi hija, no quería que corriera la misma suerte que Lalo, quería que ella tuviera un padre que la adorara y no que sus negocios fueron lo primordial.
- Camila me mentiste, y ¿qué ese hijo que viene en camino es mío o de él?.
- Pues mío no es, Lalo y Daniela recojan sus cosas que nos vamos- dijo mi padre
- Nosotros no iremos contigo- conteste molesto.
- No es que quieran, les toca, ustedes dos recogen sus cosas que nos vamos ya mismo de esta casa.
- Papá- dijo mi hermana a Peter a lo que no obtuvo repuesta de él
- Papá tu hija te está llamando- le hablo Milagros y lo saco de sus pensamientos aún seguía asimilándolo.
- Ellos no se irán contigo Scott.
- Si lo harán
- Claro que no- dije
- Mira Lalo a mí no me alces la voz- dijo mi padre irritado
- Me importa un comino, nosotros nos quedaremos con nuestro papá que es Peter.