Lament Of a Demon - El legado

Capítulo 8 Una decisión insegura

Tras el incidente en el que Dante sucumbió ante su propio poder, Kronos comprendió que ya no podía seguir esperando. Debía revelar las inscripciones que Sparta había dejado para su hijo. El temor que más lo inquietaba era que la legión, de alguna forma, lograra explotar los sentimientos del muchacho —su rabia, su dolor, sus dudas— y con ellos, desatar un poder capaz de destruir la humanidad. No podía permitirlo.

—¿Qué ha sucedido...? —pregunté al despertar, con la voz aún quebrada.

—¿No es obvio? —respondió el anciano, con tono seco—. Perdiste el conocimiento durante una Overhell de primer grado. Y no solo eso… tu cuerpo ya rozaba la segunda fase. En tu caso, cada nivel será más brutal que el anterior… hasta consumirte por completo. Un sello no bastará si sigues perdiendo el control. A partir de ahora, aprenderás a dominar tus emociones, muchacho… ¿lo entiendes?

La seriedad en su voz me dejó en silencio. Por primera vez, notaba en él un verdadero temor.

—Ha llegado la hora de entrenar —dijo, arrojando un libro a mis pies.

Me incliné con curiosidad. La portada estaba desgastada, como si hubiese viajado siglos. Al abrirlo, todas sus páginas estaban en blanco. Fruncí el ceño y miré a Kronos, sospechando una burla.

—¿En serio? ¿Un libro en blanco? ¿Ese es tu método? Muy divertido, viejo...

Pero entonces el libro comenzó a brillar. Una luz blanca lo cubrió y las letras surgieron como tinta viviente, escribiéndose solas ante mis ojos.

Si estás leyendo esto, supongo que estás con Kronos… Eso significa que has crecido. Que estás fuerte. Que has llegado hasta aquí, a pesar de todo.
Y eso, hijo… eso ya me enorgullece más de lo que podrías imaginar.

Me cuesta escribirte… porque aún no te conozco. Porque no estuve ahí cuando diste tus primeros pasos. Porque no te sostuve cuando lloraste por primera vez… ni pude enseñarte a sostener una espada cuando tus manos la necesitaron.
Me duele el alma por eso. Me duele más de lo que las palabras alcanzan a decir.

Dante…
Este mundo está lleno de oscuridad. A veces, incluso la luz más brillante se apaga en medio del deber. Y yo… yo hice lo que creí correcto.
Tal vez algún día lo entiendas. O tal vez me odies por ello.
Ambas son reacciones justas.

Solo quiero que sepas esto: te soñé. Cada noche, cuando me preparaba para la guerra… te soñé corriendo entre campos de ceniza que ya no dolían, con tu madre sonriendo a lo lejos. Te soñé libre. Te soñé feliz.
Ojalá hubiera sido más que un sueño…

Tú eres la última esperanza, hijo. No porque seas perfecto, sino porque tienes algo que pocos tienen: elección.
Te tocará caer. Y levantarte. Y perder. Y seguir.
Pero por favor, cuando llegue el momento… elige amar este mundo, como yo aprendí a hacerlo al conocer a tu madre. Protégelo, incluso si sangras por él.

Y sobre todo…
Vive, Dante. Vive de verdad.
Hazlo por ti.
Hazlo por ella.
Hazlo por todo aquello que aún vale la pena.

Te quiero, hijo.
Ojalá este libro te sea útil…
Y ojalá, en algún rincón de tu alma… puedas perdonarme."

Leí cada palabra con el corazón acelerado. Era la primera vez que leia algo directo de él. De mi padre. Me costaba contener las lágrimas. No era una carta… era una despedida. Y, al mismo tiempo, una bienvenida a mi destino.

—Ya basta de sentimentalismos —dijo Kronos, rompiendo el momento—. Aprende a usar tu espectral y corta la línea de este mundo. Iremos al Tártaro.

—¿¡QUÉ!? ¿Y qué se supone que me ayudará eso, viejo lunático?

—Obedece primero. Pregunta después.

Con una ceja alzada y el alma aún agitada, acepté su locura. Abrí el libro de nuevo. Las páginas seguían escribiéndose por sí solas, guiadas por una voluntad dormida.

Dante… esta parte es crucial. Aprenderás sobre tu arma espectral. Por derecho de linaje, cada demonio posee un arma única, ligada a su alma. La nuestra se llama Necrosow.
Forjada con los materiales más escasos de los cuatro mundos, tan poderosa como quien la empuña, esta hoja se fortalece con lo que corta. Absorbe la vitalidad del enemigo, conectando directamente con los planos del Tártaro, el mundo mortal, el mundo espectral… y Palacios, el reino de los demonios.
La Necrosow te permite cortar el mismo tiempo y espacio. Pero cuidado: ningún mortal debe cruzar al Tártaro sin protección, pues su alma sería devorada. Sin embargo… tú no eres un simple mortal. Tu sangre, tu origen… te hacen inmune.

El texto ardía con una sabiduría antigua. Mientras las palabras se grababan en mi mente, supe que mi historia recién comenzaba.

Y que no habría marcha atrás.

Aprenderás un movimiento llamado Corte Dimensional que consta en enfocar un punto paralelo con un mundo, cediendo una barrera espacio tiempo que brinda paso al mundo deseado, es decir donde hay más conexión con aquel mundo que desees, para ello debes tomar la espada en forma horizontal y busca aquel punto de contacto. Sentirás una pulsación de Necrosow, allí debes blandirla cortando el espacio, ¡éxito!




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