Lara

CAPITULO 1

Escucho como tocan la puerta, cuando la abro me encuentro a la última persona que espera ver.

- Regresé. - Dijo en cuanto me vio

- Eso veo. - Respondí. - ¿Se te ofrece algo? Tengo que ir al instituto.

- ¿No dirás nada?

- No sé qué esperas que diga

- No sé, golpéame, grítame, pero solo no me castigue con su indiferencia, señorita. - Dijo intentando acercarse a mí.

- ¿Qué gano con eso? Sabía que regresarías… Lo recuerdas, prometiste no volver, supuse que lo harías porque siempre rompías cada promesa que me hacías, pero estaba tan idiotizada contigo que dejé pasar tantas cosas, aptitudes que me prometí jamás dejar pasar.

- Sé que te lastimé al irme, aún más de la manera en la que lo hice, las cosas que dije será algo de lo que me arrepentiré el resto de mi vida.

- Bueno, si sirve de algo te perdono, pero el que te perdone no significa que te quiera otra vez en mi vida… Se acabó Jasper, lo que teníamos se acabó. Ahora si eso es todo lo que tenias que decir, tengo que ir a estudiar.

Salí de la casa, cerré las puertas y me subí al carro al estar dentro de el deje escapar un fuerte suspiro, de todas las veces que me imaginé este momento salió mejor de lo que esperaba. No sé qué es lo que él estaba tratando de lograr, o con que se esperaba encontrar, pero después de unos meses de terapia en donde tuve que mentir la mayor parte del tiempo porque no le podía decir a mi terapeuta que mi ex era un vampiro que se fue porque una estúpida chica torpe se cortó con un pedazo de papel y él casi la asesina, sí creo que hubiera terminado en un centro psiquiátrico, pero después de tratar de acortar esa historia la terapia funcionó y me ayudo a superar muchas cosas.

No tenía que aguantar nada de todo lo que me hizo, las cosas que yo consideraba poco importantes como olvidarse citas, o directamente no acudir a estar por ayudar a Alice, o porque tenían que proteger a Isabella de vampiros sádicos que querían beber su sangre, poco común en vampiros claro, siempre he pensado que sería mucho más fácil y se hubiesen evitado tantos problemas si simplemente hubieran dejado que James le insertara el diente.

Al llegar al instituto, me encontré con el resto de la familia Cullen, mi relación con ellos fue diferente, solía llevarme mejor con Emmett que con el resto de la familia, ninguna relación con Rosalie no le agradaba por ser humana y ella no me agradaba porque yo no le agradaba y no seré amable con quién no es amable conmigo.

Alice no sabría definir la relación que tuve con ella, antes no me agradaba por el simple hecho que cuando tenia algún plan con Jasper ella tendría cualquier necesidad en la que él único que podía ayudarla era él, ahora me doy cuenta que ella no tenía la culpa, al menos no toda, él tenía que ponerle límites, era él el que tenía que darme mi lugar como su pareja, de cualquier modo, nunca lo hizo.

Que puedo decir de Edward Cullen, al inicio de mi relación con Jasper teníamos una muy buena relación, hasta podría decir que éramos casi hermanos, pero cuando Isabella Swan apareció en la imagen se convirtió en un idiota, haciendo comentarios totalmente fuera de lugar, hiriendo los sentimientos de Jasper por no poder convivir tanto con Isabella. Ah y por no mencionar que me trataba mal por el simple hecho de que, aunque no fuera una lectora de mentes, sabía que el único motivo por el cual Isabella estaba con él era por la inmortalidad que podía darle. 

      Si sé que estás leyendo mi mente, idiota.

Como sea, al entrar al salón con los Cullen detrás de mí ya que lastimosamente mi yo del pasado era tan estúpida que programó clases con ellos porque quería caerle bien a la familia de mi ex novio. Me senté y esperé a mi compañero de banco, que para variar era mi ex novio, genial que buenas decisiones tomo.

Mientras esperaba que entrara en profesor, tome los auriculares para proceder a poner Rata de dos patas de Paquita, escuchando la risa disimulada de Emmett mientras la canción se reproducía, en cuando se acabó la canción, sonó la siguiente Olvídame y pega la vuelta, otra vez la risa, pero esta vez la risa vino acompañada de un quejido por el golpe de Rosalie supongo.

- Vete, olvida que existo, que me conociste, y no te sorprendas, olvídate todo que tú para eso tienes experiencia. – canté acomodando mis cosas en la mesa, o sea puede que haya superado las cosas con ayuda, pero fui a terapia para aprender a soltar y olvidar, no a dejar de ser rencorosa.  

Me quité los audífonos al escuchar que alguien entraba por la puerta, siendo este el director, quién mencionó que él profesor se enfermó y no vendría pero que nadie tenía permiso para salir del salón. Genial dos horas libres en donde muchas cosas pueden pasar, me volví a colocar los audífonos en donde sonaba esta vez Shout out to my ex.

- ¿Cómo has estado? - Preguntaron después de quitarme un auricular del audífono.

- Viva. – Respondí volviéndomelo a colocar, ahora se escuchaba I Love It recuerdo estar escuchando esta canción en mi casa, con la segunda botella de vino, solo diré que no es una muy buena combinación.

- Se que me merezco que me trates así. – Dijo volviéndome a sacar los audífonos

- Que bien. -  Dije volviéndome a colocar el auricular, sonando esta vez 29 de Demi Lovato… Si mejor lo cambio.




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