CAPITULO 13

Ambos estaban en casa otra vez, en ella Bree los esperaba al verla llegar después de dos días se acercó a ella para abrazarla y agradecerle otra vez haberle dado otra oportunidad.

- Lara tenemos que hablar acerca de tu alimentación. – Dijo Carlisle Cullen acercándose a ellos. – Si quieres formar parte de la familia, no puedes alimentarte de humanos.

- Con todo respeto Carlisle, formo parte del clan de los Vulturis y no cambiaré mi alimentación, Aro me permitió volver solo por un tiempo para vigilar que se cumpla la ley con respecto a Isabella y reencontrarme con Jasper. – Dijo Lara dirigiéndose al rubio. – Cuando eso suceda me iré con Jasper si eso es lo que él desea.

- No pueden irse, no puedes llevártelo. – Alice se acercó a la conversación que mantenían en la sala.

- No es tu decisión, es la de Jasper. – Dijo mirándola enojada.

- Él es parte de la familia, tiene que estar aquí conm… con la familia. – Cambió la frase totalmente. Lara siempre supo dentro suyo que Alice no solo veía a Jasper como su hermano o su mejor amigo, no podía culparla Jasper es precioso, pero eso no quita quiera asesinarla ahora mismo por los pensamientos que la hadita tenia.

- Yo quiero irme, agradezco todo lo que hicieron por mí, pero mi lugar es con mi compañera y si ella se va yo me iré con ella. – Sentenció el Mayor mirando a su familia que se había reunido después de escuchada la conversación.

- Bueno, tenemos pendientes que hacer. – Dijo Lara jalando a Jasper y Bree para poder salir de la casa. – No te preocupes Carlisle no cazaré en la zona, sé del tratado además de que tengo un gusto preferencial al alimentarme. – Dijo sonriendo para alejarse del lugar

Los tres salieron corriendo alejándose del lugar, tanto Bree como Jasper perseguían a la mujer que iba delante de ellos, al llegar al lugar a donde ella los guio Jasper no entendía que es lo que hacían en esa pequeña casa, pero Bree reconoció ese hogar después de todo ahí comenzó su sufrimiento como humana.

- Hoy aprenderás algo Bree. Puedes perdonar a las personas, pero eso no quiere decir que dejes que se salgan con la suya. – Dijo mirando a la pequeña niña que tenia a lado. – Lo dejo a tu elección, puedes vivir el resto de tu vida hasta que ese hombre muera de viejo o puedes acabar con su vida ahora mismo. – le dio la opción de elegir, ella siempre daba la opción de que cada persona haga su elección y después viva con las consecuencias. – ¿Y bien? ¿Qué eliges? – Bree estaba en duda, pero en cuento vi a aquel hombre arrastrar a una niña que no pasaba de los 16 años dentro de la casa, su elección estuvo tomada.    

- Lo quiero muerto. – Ante esto Lara solo pudo sonreír. Jasper quién hasta ese momento se había mantenido al margen observo la sonrisa de su novia, nunca había visto esa sonrisa en ella, pero no pudo evitar sentir excitación y estar más enamorado de ella por cada cosa que estaba sintiendo Lara. Ella quería a ese hombre muerto, que suplicara por su vida, que sufriera, así como lo hizo todas aquellas niñas a las cuales forzó.

- Jasper, amor. – Llamó ella, él sin que ella dijera más asintió, sabía lo que Lara quería y él se lo daría, le daría lo que ella le pidiera si eso la hacía feliz.

Se acercaron caminando a la casa tratando de no ser vistos, Bree abrió la puerta de la casa con la llave de repuesto que estaba escondida en un masetero afuera, escuchando los gritos de esa pobre niña se acercaron con velocidad.

Jasper alejó a ese asqueroso hombre de la muchacha, para sujetarlo por el cuello mientras que Lara ayudaba a la niña que se encontraba muy asustada por lo que estuvo a punto de pasar y que gracias a esos extraños no sucedió. La ayudó a vestirse y después de advertirle que no dijera nada ella se marchó.

- ¿Y bien ahora que haremos contigo? – Pregunto Lara acercándose a ese intento de hombre.

- ¿Quién eres? – Preguntó tratando se zafarse del agarre Jasper, pero no podía lo que lo dejó muy confundido, él era apenas un adolescente no podía tener demasiada fuerza. – ¿Qué quieres? – Preguntó mirando asustado a aquella mujer, ella tenía los ojos rojos, no sabía que clase de truco era ese.  

- Siempre las mismas preguntas… ¿Quién eres? – Dijo ella sonriendo

- ¿Qué quieres? – Preguntó esta vez Jasper sonriendo.

- Hola papá. – Dijo Bree sonriendo mientras entraba por la puerta, después de destruir toda la sala pareciendo que fue un ajustes de cuentas. El hombre al ver a su hija pelideció, aquella niña era su hija pero ahora tenía los ojos rojos igaules a la mujer que tenía delante, en ese momento supo que era su final. 

- Tenemos solo 10 minutos antes de que llegue la policía. – Avisó el Mayor a las dos muchachas.

- Quería alargar tu sufrimiento, pero parece que no se va a poder. – Dijo suspirando con pena mirando al hombre que acababa de orinar en sus pantalones. – Que valiente. – Hablo mirando con asco la escena. – Bree, ¿crees poder hacerlo? – Preguntó Lara, pero esta mencionada negó. Ella no podría hacer, pero si quería verlo muerto.

- Jasper porque no le muestras lo que hacían en tus tiempos a esta escoria. – Dijo mirándolo fijamente.

- Sera un placer. – Respondió para proceder a darle una de los castigos que se empleaba en sus tiempos cuando se demostraban este tipo de casos. El acusado no la pasaba nada bien, uno de los castigos más leves era recibir 100 latigazos de la persona que fue afectada y si después de eso aún vivía, seguían los castigos hasta que el resultado fuera la muerte.  

***                       

Cuando regresaron a casa de los Cullen en donde se quedarían hasta que Bella fuera convertida nadie estaba especialmente contento con la llegada y estadía de Lara, sabían que ella avisaría si al llegar el plazo no cumplían con lo prometido. Edward estaba asustado, no quería que Isabella fuera una vampira, porque al convertirse ella querría compartir sus vidas para siempre, pero él ya no tendría a su droga favorita cerca de él.