Alice y Bella hablaban sobre los últimos arreglos para la boda que se celebraría al día siguiente. Bella estaba ansiosa, faltaban pocas horas para sellar por fin su destino, sería una hermosa vampiresa, tendría belleza, dinero, y a Edward.
***
- ¿Lista? – Pregunto Charlie mirando a su hija.
- No dejes que me caiga. – Susurró Bella
- Jamás. – Sentencio su padre
La marcha nupcial empezó a sonar, y con eso la entrada de Bella, cada vez más cerca de lo que tanto anhelaba, a lo lejos vio a Edward, quién ella creía era el amor de su vida. Mientras que, por otro lado, tres vampiros corrían para llegar justo a tiempo.
- Señoras y Señores, estamos reunidos para celebrar la unión de Edward Cullen y Bella Swan, repitan después de mí. – Habló el que oficiaba aquella absurda boda. Los tres vampiros llegaron a la casa, escondiéndose para no ser vistos, de lo profundo de su armario Lara sacó un hermoso vestido color hueso, comprado especialmente a Samatha.
- Yo Edward Cullen, te tomo a ti Bella Swan para amarte siempre. – Empezó Edward.
- En las buenas y en las malas. – Continuo Bella Swan
- En la riqueza y en la pobreza. – Edward habló.
- En la salud y en el dolor. – Prometió Isabella
- Amarte
- Atesorarte… Por el resto de nuestros días. – Finalizó Isabella
- Acepto. – Dijo Edward sentenciando así sus días infelices a lado de alguien que no era su verdadera compañera.
- Acepto. – Habló Isabella, dejando ir a la vez su verdadera felicidad.
- Es hora. – Dijo Lara desde lo alto del balcón, cerrando los ojos dejo fluir su poder cambiando completamente su apariencia para no ser reconocida delante de todas las personas que estaban presentes en la boda.
En el momento que el padre los declaró marido y mujer, Samantha, Lara y Jasper se unieron al festejo justo cuando los casados terminaban de besarse y daban su caminata por el pasillo, Edward Cullen se quedó paralizado al ver a las dos mujeres al lado de su hermano Jasper.
A la primera mujer no la conocía, no sabia quién era y que hacía en la boda, pero cuando vio a la segunda mujer quedó petrificado, ella era todo lo que había estado esperando, su compañera de vida, su alma gemela estaba frente a él… Y él ahora era un hombre casado que no amaba a su esposa.
***
La fiesta estaba en todo su apogeo, las parejas felices bailando, celebrando era unión que tanto Isabella y Edward habían estado esperando, pero uno de ellos no parecía tan feliz.
- Edward ¿estas bien? – Pregunto en un susurro su ahora esposa, molesta por la expresión del vampiro.
- Sí, no pasa nada. – Respondió el aludido, buscando entre los invitados a aquella mujer.
- Bueno comunícaselo a tu cara. – Atacó la Swan, Edward solo respondió poniendo una sonrisa fingida en su rostro. Isabella ahora entendía cuando Lara decía que Edward sonriendo parecía estar estreñido.
Por otro lado, se encontraban los tres vampiros sonriendo por la travesura que acaban de cometer, arruinar la boda de Isabella Swan era una de las metas de Samantha, era muchacha no le había agradado nada de tan solo verla.
- Ya quiero que sea momento de partir la torta, y se deán con la penosa sorpresa que esta echada a perder. - La peculiaridad del don de Samantha era que no tenía limites, podía tener y desear lo que quisiera para que esto fuera concedido. Cualquier cosa que deseara, así sea malograr un pastel y que este se viera tan bien por fuera.
- Sera un gran regalo de bodas. – Lara le regaló una sonrisa. – Es ahora de nuestro regalo Jasper. – Dijo mirando al rubio, el cual sonrió ante la próxima travesura de su mujer. – Samantha, creo que es hora de presentarnos ante los recién casados. – Pero antes incluso de llegar a ellos, una pequeña vampiresa se acercó a ellas.
- Hola, soy Alice Cullen… Disculpen, ¿puedo ver sus invitaciones? – Preguntó con una dulce voz y hermosa sonrisa.
- Son amigas mías y de Lara. – Intervino Jasper. – Ella no pudo venir, pero me encontré con ellas estaban de paso y las invite, espero que no sea un inconveniente. – Finalizó él con una sonrisa
- No, no, no hay ningún problema. – Dijo Alice sonriendo más al no ver a Lara. – No las conocía. – Acusó la vampiresa.
- Lara tenía que informar de los últimos acontecimientos a los Vulturis. – Agregó Jasper ignorando lo último dicho por su hermana – Pero vendrá mañana a mas tardar. – Al decir eso la sonrisa de Alice titubeo
- Que bien, espero que tenga un viaje agradable. – Sin saber que decir Alice solo pudo despedirse nerviosamente después de eso.
- Ella quiere algo contigo. – Sentencio Samantha
- Te lo dije. – Exclamó Lara acusando con el dedo a Jasper.
- Tenemos que ir con Edward. – Dijo Jasper cambiando de tema, queriendo zafarse de una posible discusión.
Lara no pasó por alto el momento, pero sería tema para después ahora tenia un episodio digno de telenovela. Estaban acercándose cada vez mas cerca de donde se encontraba la pareja, ellos no están solo, delante de la pareja estaban 3 personas rubias y una pareja de castaños hablando con los recién casados.
- ¿Quiénes son ellos? – Cuestionó Lara a Jasper
- La familia de Denali, son vampiros amigos de Carlisle también llevan una dieta vegetariana.
- ¿Tienen dones? – Preguntó curiosa
- Solo Kate y Eleazar, la primera tiene un don poderoso, genera una fuerte descarga eléctrica en su adversario, y Eleazar puede saber que don es el que posees. – Finalizó Jasper, al mismo tiempo que la familia Denali ponían su atención a ellos. Eso significaba problemas para Lara, podía leer en la mente de Eleazar la confusión del porque aquella mujer trataba de bloquearlo para que no pudiera leer su don, al mismo tiempo que a Edward esta información tampoco le pasaba desapercibida sumando ello que no podía leer la mente de aquella desconocida que estaba junto a su compañera y hermano.