Capítulo 9

La Centinela Estelar

—Cuando el firmamento depende del último latido de una guerrera olvidada—

En un rincón del cosmos, más allá de constelaciones nacidas y galaxias extintas, existe una torre suspendida en el vacío. No flota.

Vigila.

Allí vive Lyrenelle Stardrop,

la Centinela Estelar.

No envejece.

No sueña.

No ama.

Desde hace milenios, su existencia se resume a una única misión:

vigilar la Puerta del Umbral.

un portal sellado con el poder de mil soles, que esconde el caos primordial: el Vacío Eterno.

Su cuerpo es energía pura encapsulada en forma humana:

—Cabello hecho de nebulosas, reflejando tonalidades lilas, plateadas y azules.

—Ojos que contienen mapas estelares vivos.

—Su piel brilla bajo la oscuridad, como si cada célula fuera una estrella latente.

Durante siglos ha estado sola.

Observando.

Hasta que algo cambia.

Una estrella cae.

No una cualquiera.

Un ser cae con ella.

Su nombre es Caelum, un viajero interdimensional herido por la colisión de mundos.

Él no debía estar allí.

Nadie puede llegar hasta la torre.

Pero lo hace.

Y con su llegada, el equilibrio del universo comienza a temblar.

———

—¿Quién eres? —pregunta Lyrenelle, apuntándole con una lanza forjada en supernovas.

—Una advertencia —responde Caelum, débil pero sereno—. El Vacío… está despierto. Y viene por ti.

Lyrenelle no teme.

Ha combatido cometas furiosos, dragones solares, incluso el olvido.

Pero hay algo en su voz que la sacude.

Algo... familiar.

Y cuando toca su mano por accidente, un destello ocurre.

Recuerda.

Él no es un extraño.

Fue su hermano en una vida.

Su rival en otra.

Su amor en la siguiente.

Y su asesino en una más.

Caelum siempre ha estado allí.

Una constante entre galaxias y vidas.

—¿Por qué siempre vuelves? —pregunta ella, con un susurro cargado de siglos.

—Porque tú eres el faro. Y yo… la oscuridad que siempre quiere aprender a brillar.

———

Cuando el Vacío rompe el primer sello, Lyrenelle deberá decidir:

¿Romper su juramento y abandonar la torre para enfrentarlo?

¿Confiar en Caelum, quien ha sido todo y nada?

¿O fundirse con las estrellas y desaparecer… para evitar que el universo caiga con ella?

———

Porque ser Centinela no es solo proteger el universo.

Es proteger su propia alma del peso de la eternidad.

Y cuando el cielo empiece a caer...

todos mirarán hacia ella.

Porque cuando los héroes mueren…

solo queda la Centinela Estelar.