Las 100 rosas azules

Rosa 6: Construyendo la rosa azul

Amanece, un día más tranquilo, tan soleado, qué parece que todo se ha salido de las fantasías, pero no, tiene su propio toque.

Aric, siempre travieso, se despertó más temprano que Aeris.

silenciosamente sale de su casa, desde su cueva, a solo unos pasos, y llega a traspasar la pared de Aeris.
( "el muro" de piedra que cubría su territorio.)

Pronto haría una puerta, no quiero parecer tonto traspasando la pared,
—pensó Aric.

Se acerca a las escaleras, color lila, echa de madera, del segundo piso, en el cuarto de Aeris, sube unos 8 escalones, se recarga entre el tejado para subir.
Mira la ventana, se asoma y ve a Aeris dormida profundamente.

seguro se cansa cada día, porque estoy con ella la mayoría del tiempo y siempre tenemos algo nuevo que hacer—piensa Aric.

Aric mira por la ventana
con una mirada pícara, toca la ventana tres veces y dice
—Aeris.despierta.ya.

Mientras tanto Aeris soñaba ya casi despertando en su sueño escuchaba una voz, familiar y que no parecía ser de este mundo.
Aric hace un fuerte ruido se resbala un poco sobre dónde estaba apoyando pero tenía, un tejado un poco ladeado, no para estar allí seguramente, y Aric se golpeó contra la ventana, y cayó sobre sus pies.

Aeris se despierta, impulsivamente,
Grito: —Quien?¿

Aric:—Auch, fui yo me pegué.

Aeris: —Eh qué haces allí, bajate de mi techo, ahora mismo, te permitirá vivir al lado mío, pero no encima de mi tejado.

—Que, yo no estoy viviendo aquí, solo subí a ver si ya habías despertado.
—si—suelta una sonrisa.

Avienta la cobija, se para de la cama , y va afuera, para ver a Aric.

Aric baja las escaleras de madera, Aeris lo ve desde arriba.
El sol le pega en la cara a aeris, apenas puede ver.
Aric bajo la última escalera y vio a Aeris
Aric:—Ya te peinaste.
—mirada burlona..
Aeris: —!Ey!, —Tu te despertaste antes que yo, no seas malo, a la otra me despierto antes que tú.
Aric: —A ver si es cierto mónada.

Aeris se alejó caminando, hacia la puerta de su casa, ya no aguanta el sol, Aric igual va detrás de ella y entra con ella a su hogar.

Aeris se arregla el cabello, y se ponen su vestido, morado, en especial hoy para el cuidado del jardín.
Se trenza el cabello, coloca su gorrito.

Aric se pone, un sombrero para el sol, botas
Y un traje de mezclilla.

Los dos parecen todos unos camperos.

Ellos ya están en el jardín de la rosa azulada, se encuentra donde en la cueva de Aric entras, y Aric usa las dimensiones como si fuera su propio patio, por eso aveces las cosas vuelven a cambiar.

Entran por fuera negro, una cueva, pero al entrar parece que es un tipo de aguero negro rocoso.

Con el tiempo ese oscuro lugar fue puliendose, por lo menos, ya está todo ordenado, y luz natural que la hay.
Es como si hubiera un sol propio, y no lo hay, está afuera, afuera en el desierto, dimensión cuál.

Aeris: —han pasado 6 meses, y nuestro jardín comienza a crecer, cuando un día solo fue causalidad encontrarnos.

Aric: —Así es, pero deja la nostalgia. —mientras sostenía la pala, para una nueva planta.
Esta vez la planta era una flor rara de la naturaleza pero hermosa, una flor lila, de agua.

Aeris planta las plantas más fáciles, unas azulitas, pequeñas.

Mientras Aric mantiene las demás, y pone nuevas especies.

De un momento los dos van moviéndose entre
Surcos de tierra ya van cerca uno del otro, están concentrados en las plantas que ni siquiera se dieron cuenta que ya casi chocaban.

Un Rose de hombros, los dos dieron.
Aeris se dio cuenta; miró las manos de Aric, poniendo la última puñalada de tierra, como entre sus dedos aplana la tierra.

Aric volteo, vio el rostro de Aeris, dirigió a los ojos,
Aeris levantó la mirada, y los dos se vieron.
Aric lanzó una sonrisa
Ella correspondió a su sonrisa, con una más suave.
—Ya terminamos, ¿verdad?—Dijo Aric con un nerviosismo, en su rostro. —Estoy cansado. —estiró el brazo y lo colocó sobre el suelo, él se sentó en el suelo; que ahora era tierra lisa, y ya no había oscuridad.

(Porque ahora la realidad los cubría).
Aeris con voz clara responde: -Yo también, Aeris se levantó del suelo. —pero solo usamos las manos, seguro de estar en cuclillas; risita.

Los dos se levantaron , y miraron el magnífico trabajo que habían hecho, ahora sí parecía un jardín del uno hecho para el otro.
Salieron de el patio, de Aric, la dimensión tres , entraron a dimensión Dos la casa cueva de Aric.

Aric miro a Aeris, sonemblemente.
Aeris vio con atención viendo que se aproximaba.
Un ambiente medio raro se estremeció entre ambos, como si la intenciones se empezaran a ocultar, y verdades a revelar, hasta en las cosas más simples.

—Tengo que decirte algo—no es malo, pero creo que te va a agradar.

—¿Que,?—Aeris conmocionada, su corazón anhelado algo bueno.

—Sabes que está es mi casa, verdad?
Aeris responde con duda.
—Si que tiene eso...
Aric: —Pues dónde crees que yo duermo ¿?., en el suelo de piedra, en la arena, en una dimensión flotante. ¿Esto parece un hogar,o un lugar oculto?.

Aeris:—Ah cierto, no me di cuenta, ni a preguntar, no veo nada cotidiano a mi alrededor.

—Bueno por eso te mostraré mi verdadero hogar.

—Ahh, eso. —Aeris sale de la Conmoción que tenía guardada, y se relaja un poco más.

—¿Dónde está aver?..., tu que manejas las dimensiones o tal vez programación. —lo dice pensativamente, rozando su barbilla.

Espera un momento, Aric usa su reloj digital visual de programación de sus dimensiones, construido por él mismo.
[Código 22B]
A3O(Torre de marfil)Aparecer-objeto-creaccion/objeto-En dimensión 02- Activado ... cargando...

Listo √

Aparece lo que tanto, Aric quería mostrar,
Fue innecesario en su momento, el comentario sospechoso de Aric, pero para un futuro cercano serviría, para él.




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