Las 3 Guitarras

6 ¿Me Acompañas a la Boda?

Me sentía ansioso por volver a clases y sobre todo me sentía ansioso de volver a ver a Dora, pues después de haber hablado mucho con ella en vacaciones por correo electrónico y haber escuchado su disco, sentía una gran emoción por volver a verla, así como también quería darle el pequeño regalo que había conseguido para ella. Una vez llegada la tarde, en la que yo iba a los entrenamientos de basquetbol escolares, mientras realizábamos pruebas de calentamiento vi como Dora estaba recargada en el barandal del segundo piso mirándonos; la salude desde ahí con mucha emoción, pues me alegraba mucho verla, recuerdo que ella también me saludo, pero ella estaba a punto de entrar a sus clases y yo también estaba por comenzar con mi entrenamiento por lo que no fue posible conversar en ese momento, tendría que buscar un buen momento para poder darle el poster que tenía preparado para ella, pero decidí preocuparme de eso más tarde.

En aquel entonces el seminario tenía un equipo de básquetbol en el cual yo estaba, así que en esos días estábamos intentando conseguir algún encuentro con otros equipos.

Una tarde me avisaron que habría un partido contra otro equipo del pueblo, por lo que quise ir a practicar minutos antes, recuerdo en que en la escuela había una reunión de padres de familia me parece, vi como Dora estaba ahí otra vez; entonces decidí ir por el poster rápidamente y cuando regrese me dirijo con Dora para platicar un rato, cuando llegue a donde estaba ella, me di cuenta de que estaba platicando con una compañera de la escuela que era un año mayor que yo, entonces decidí no meterme en esa conversación por lo que espere, cuando Dora y esta persona terminaron de hablar, Dora me saludo a lo que yo continúe de igual forma, sé que no me correspondía pero inconscientemente pregunte que de que estaba hablando con su amiga, y ella me conto que le había preguntado si podría cantar en una boda como un favor; después de eso estuvimos conversando un rato más y en un momento dado le dije que tenía algo para ella, ya que cuando ella me dio la funda para celular y el disco de su rondalla le dije que ahora a mí me correspondía darle algo a ella aunque no fuese la gran cosa, a lo que ella me respondió que ella no lo había hecho con esa intención, que solo quería darme un regalo, yo conteste diciendo “entonces ahora soy yo quien te quiere regalar algo”, le di el poster de los Beatles el cual me dijo que le gustó mucho y me dijo que se vería muy bien en su cuarto junto a su guitarra; luego de eso me dijo que había ido a acompañar a su mamá a esa junta a quien dije que me gustaría conocer y cuando salió su madre, Dora me presento diciendo que yo era un amigo y alumno de su esposo el profesor Santiago, su mamá pregunto que si entonces yo ya era amigo de ellos, yo respondí que sí y que también podría ser amigo de ella, sonriendo la señora dijo que sí.

Después de eso me despedí de ambas y regrese al seminario ya que después me entere que el partido se había pospuesto y tiempo después cancelado.

En el seminario se nos daba la oportunidad de salir los domingos un cierto lapso de tiempo, y un domingo en especial yo estaba conversando con Dora por correo electrónico por la mañana, cuando terminamos la conversación quería salir un rato a caminar  al medio día, así que Salí un rato pero no tenía nada que hacer y solo me estaba aburriendo, pero tampoco quería regresar inmediatamente; así que en un momento dado recordé que había un local en el que a veces trabajaba el profesor Santiago vendiendo algunas botanas; tenía ganas de ver a Dora así que me dirigí a ese local pensando que talvez podría encontrarla ahí, no tarde mucho en encontrarlo a pesar de que solo había ido una vez hace ya meses antes.

Finalmente, cuando llegue vi al profesor Santiago quien me saludo…

“Alex… como estas?, ¿saliste a caminar un rato?”

Yo intente hablar un poco fuerte para que se lograra escuchar mi voz…

“si profesor, Salí a caminar un rato y de pura casualidad encontré este lugar y quise comprar algo”

“oh pues está bien Alex, qué bueno que salgas un rato a despejarte”

En ese momento vi como de una puerta salió Dora, a quien voltee a ver sonriendo mientras ella extrañada y riendo ponía una cara de “¿cómo llegaste aquí?”, entonces la salude.

“hola Dora”

“hola…” (me respondió)

“sabía que te encontraría aquí” (pensé)

Después de haber comprado algo me despedí del profesor y de Dora, agradeciendo lo que me dieron y me fui de ahí, pues después de haber platicado con Dora en la mañana por correo electrónico solo quería verla en persona, así que después de haberla visto y saludado me fui contento. Cuando regrese vi que tenía un mensaje de ella el cual no tarde en verlo y en el que comenzamos a hablar:




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